El Senado de EE.UU. confirmó ayer, en una votación muy ajustada, al empresario petrolero Rex Tillerson como próximo secretario de Estado para el Gobierno de Donald Trump.

Tillerson tomará las riendas de la diplomacia en unos momentos delicados para el país, después de la pugna abierta con México, tras la confirmación de la construcción del muro fronterizo, las suspicacias que levantó Trump en la Unión Europea y la difícil situación en Medio Oriente.

Con 56 votos a favor y 43 en contra, Tillerson logró el consentimiento del Senado, después de salir airoso en el voto del Comité de Relaciones Exteriores, donde sus vínculos con Rusia lo pusieron en aprietos.

En esa comisión, los senadores republicanos John McCain, Lindsay Graham y Marco Rubio expresaron sus preocupaciones sobre las posturas de Trump hacia Moscú y las comprobadas relaciones del ex director ejecutivo de ExxonMobile con el Kremlin.

Graham calificó como "desconcertante" el hecho de que Putin otorgara a Tillerson la Orden de la Amistad del Kremlin en 2013, mientras que el senador John McCain aseguró que no entendía "cómo alguien podría ser amigo de un antiguo agente de la KGB", refiriéndose al Mandatario ruso, Vladimir Putin.

Pese a las afirmaciones de Trump abriendo la puerta a unas mejores relaciones con Rusia, Tillerson sorprendió en la audiencia a quienes esperaban de él alabanzas para Moscú y optó por cambiar el tono y no aumentar los ánimos entre unos senadores alarmados por la presunta interferencia rusa en los comicios de noviembre.

"Aunque Rusia busca respeto y relevancia en el escenario mundial, sus recientes actividades no han respetado los intereses de EE.UU.", afirmó Tillerson en una comparecencia de más de ocho horas en el Comité de RR.EE.

Ratificación de fiscal

Más temprano, el Comité Judicial del Senado aprobó la nominación de Jeff Sessions como próximo fiscal general del país, después de varios retrasos forzados por los demócratas, tras la polémica levantada por el despido fulminante de la fiscal general en funciones, Sally Yates.

El ya difícil camino de confirmación del senador por Alabama, ya que algunos estimanque tiene posiciones extremas en asuntos migratorios y de género, se volvió más controvertido después de que Trump relevara del cargo a Yates por insubordinación. Esto, luego que consideró ilegal la orden emitida por el Mandatario para no permitir de forma temporal la entrada a los nacionales de siete países de mayoría musulmanes.

Los demócratas elogiaron, durante el debate de confirmación de Sessions, la decisión de Yates y acusaron al senador de ayudar a Trump a redactar la orden.

Senador por 20 años, Sessions se convirtió durante la campaña electoral en uno de los más fieles asesores de Trump, con quien coincide en varias ideas, como la creación de una política de mano dura contra el crimen y la deportación de los indocumentados que viven en EE.UU.

Las confirmaciones de Tillerson y Sessions se produjeron al día siguiente de que Trump nominara al juez conservador Neil Gorsuch como el noveno integrante de la Corte Suprema, en reemplazo del fallecido magistado Antonin Scalia.

Con esta designación, que debe ser confirmada por el Senado, el Mandatario deja inclinada hacia la derecha la composición de la Corte, que no pocas veces tiene la última palabra en disputas sobre leyes o disposiciones decisivas. Si bien el cargo es vitalicio, los jueces pueden jubilar a partir de los 70 años. Y, ya que tres magistrados son muy mayores, cabe la posibilidad de que Trump nombre a un segundo miembro, pudiendo asegurar un tribunal conservador por mucho tiempo.

votos a favor y 43 en contra obtuvo en el Senado la nominación de Rex Tillerson como secretario de Estado. 56

Tillerson 2013