Trump insiste en justificar el veto a la entrada de ciudadanos musulmanes
EE.UU. Varios tribunales decidieron bloquear el decreto presidencial, a raíz de las múltiples denuncias y protestas realizadas en diversos puntos del país, incluso en aeropuertos. Líderes como Merkel y May se pronunciaron al respecto.
El Presidente de EE. UU., Donald Trump, escribió insistió ayer en su criticada decisión de vetar la entrada de ciudadanos provenientes de países musulmanes. El Mandatario escribió en Twitter: "Nuestro país necesita fronteras sólidas y un escrutinio extremo, ahora. Miren lo que está sucediendo en toda Europa y, ciertamente, en el mundo ¡un lío terrible!".
Trump respondió así a las críticas por el decreto que emitió el viernes, que suspende la entrada de refugiados, con énfasis en los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana: Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, el Yemen e Irán, hasta que se establezcan nuevos sistemas de revisión de documentos.
La medida generó protestas en varios puntos del país, como en el aeropuerto internacional JFK, donde varias personas en busca de asilo debieron pasar la noche al no ser admitidos en el país.
Bloqueo judicial
Jueces de Virginia, Seattle, Boston y Nueva York bloquearon temporalmente las deportaciones en sus distritos.
Uno de ellos, la magistrado del tribunal federal de Brooklyn, Ann M. Donnelly, bloqueó parte del polémico veto, en respuesta a una demanda de la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU), que dudaba de la constitucionalidad de la medida.
Cumplir las órdenes
Frente al dictamen de Donnelly, el Departamento de Seguridad Nacional declaró ayer en un comunicado, publicado por "The Washington Post", que "cumplirá con las órdenes judiciales", pese a seguir ejecutando el mandato presidencial: "Los viajes prohibidos seguirán siendo prohibidos y el Gobierno de los Estados Unidos conservará su derecho a revocar los visados en cualquier momento si es necesario para la seguridad nacional o la seguridad pública".
"Ningún extranjero en un país extranjero, sin vínculos con EE. UU., tiene derecho sin restricciones a exigir entrada en los Estados Unidos o a exigir beneficios de inmigración", puntualizó el documento.
La oficina de seguridad señaló que "menos del 1%" de los pasajeros aéreos internacionales que llegaron el sábado fueron "incomodados" por la orden ejecutiva, aunque la situación descrita por abogados y defensores de inmigrantes en todo el país fue de incertidumbre generalizada.
Esto fue complementado por el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, quien aseguró a NBC que los titulares de tarjetas verdes no serán afectados por la orden ejecutiva.
Sin embargo, dijo que se les aplicará "una revisión adicional" a estos beneficiados.
Priebus advirtió que los estadounidenses que viajen frecuentemente hacia y desde los países afectados, también podrían ser sometidos a más preguntas.
Oposición internacional
La primera ministra británica, Theresa May, dijo que "no está de acuerdo" con la orden y confrontará al Gobierno estadounidense si esta política afecta a los británicos, señaló un portavoz. La opinión trascendió luego que May rehusara condenar la orden de Trump durante su visita a Turquía, donde dijo que la decisión era un asunto exclusivo de EE. UU.
La canciller alemana, Angela Merkel, también lamentó la orden: "Ella está convencida de que incluso la necesaria, determinada lucha contra el terrorismo, no justifica poner a gente de origen específico o fe en particular bajo sospecha general", dijo el portavoz Steffen Seibert.