Valeria Barahona
Uno de los grandes esquemas juveniles de esta época es fotografiar y publicar cada acto de la vida cotidiana en internet, hábito adolescente que ahora, inclusive, es aplicado por niños, lo que enciende la alarma de adultos que los rodean por los efectos en la autoestima que puedan tener las opiniones ajenas y, la mayoría de las veces, anónimas.
Cada "me gusta" y corazón, entre otras calificaciones, de las redes sociales adquieren especial relevancia para los niños, cuya autoestima está en formación.
Lo que comienza como una forma divertida de documentar y compartir experiencias puede convertirse en una obsesión por la aprobación.
Vulnerabilidad
Una encuesta publicada por CNN de la consultora estadounidense Common Sense Media, llamada "Niños, adolescentes, medios de comunicación e imagen del cuerpo", encontró que muchos adolescentes ocupan internet para ver cómo son percibidos. Y añade que las niñas son particularmente vulnerables.
El 35% está preocupado de que las personas las etiqueten en fotos poco favorables, el 27% confesó estresarse por cómo se ven en las fotos publicadas, y el 22% se sintió mal si sus fotos fueron ignoradas.
Algunos usos
Cada red electrónica posee sus propias reglas de contenido y evaluación. Por ejemplo, Instagram es para compartir fotos, generalmente pasándolas por un filtro que las ayuda a parecer de estudio.
Para los niños es trascendental el número de seguidores, gustos y emojis (caritas) que pueden coleccionar, compitiendo entre ellos.
En Snapchat, puntuaciones numéricas públicas muestran el número total de chats enviados y recibidos, marcando a los usuarios más populares.
Evaluaciones
Cuando los usuarios de Instagram escriben "#tbh", indican que quieren que otros valoren honestamente sus fotos, por ejemplo, "#tbh soy bonita?" o "#tbh creo que eres realmente bonita".
Aunque #tbh suele ser positivo, también hay casos en que la opinión es negativa o hiriente, e incluso cuando se mantiene positiva, refuerza la idea de que la apariencia es lo más importante.
También muchos niños suben videos a YouTube preguntando "¿soy bonito o feo?, lo que, dada la libertad del canal online, permite a cualquier persona publicar un comentario no siempre en los mejores términos.
"Sin filtro"
Pese a que la búsqueda de aprobación es algo propio de la adolescencia, tanto en privado como en público, hay signos de cansancio en la red, como la tendencia "sin filtro", que incentiva a los usuarios a subir sus imágenes tal como son, sin retoques.
Bajo los hashtags (etiquetas) #sinfiltro, #nonfilter, #uglyselfie y #nomakeup se pueden hallar caras divertidas, sonrisas auténticas y "epic fails", como intentos de selfies perfectos que salieron mal, lo que lleva a los niños a divertirse con la noción de perfección.
Uno de los descubrimientos más celebrados de los investigadores estadounidenses fue que las redes sociales tienen el potencial de combatir los ideales de apariencia poco realistas y los estereotipos.
"Después de todo, los niños utilizan estas herramientas para ser sociales, y el rechazo constante y la presión no son divertidos", apuntaron los autores.
Cómo acompañar a los niños en la red
Los académicos aconsejaron compartir con los menores parte del tiempo que están conectados a internet, preguntándoles sobre sus publicaciones, en tono amistoso, como por ejemplo ¿cómo posarían si pudieran hacer lo que quisieran? Y acerca de los comentarios, ¿les hace sentir mejor que les "gusten" a sus amigos? ¿Por qué es importante para ellos la aprobación externa? ¿Cómo se sienten frente a los comentarios negativos?
de los adolescentes de EE. UU. declaró haberse estresado por cómo se ve en una imagen publicada en las redes sociales. 27%
de los menores consultados en el estudio confesó sentirse mal si sus fotos eran ignoradas por los usuarios. 22%