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¿Quién radicaliza al PRSD?

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El Partido Radical comenzó su desperfilamiento del sistema participativo con el ascenso PDC en 1964, después de estar en la presidencia por 13 años consecutivos: Aguirre Cerda, J. A. Ríos y G. González Videla (1939-1952).

De las ideas emergentes de la burguesía y oligarquía de Copiapó en 1863 ha transitado desde el centro hacia la derecha y la izquierda, hasta su integración a la Social Democracia en 1994. Sus orígenes fueron economicistas ya que sus gestores, los Matta y los Gallo, oligarcas locales, no deseaban que las oligarquías santiaguinas, Partidos Conservador y Liberal, se apropiaran de sus riquezas a través de impuestos. A ellos les convenía el federalismo.

El triunfo del radical Pedro Aguirre Cerda en 1938 fue posible con los votos del Partido Nacional Socialista y del candidato Carlos Ibáñez, como respuesta a la matanza del Seguro Obrero, el 5 de septiembre de 1938, siendo responsable el gobierno de Arturo Alessandri.

Cuando el PR tenía líderes fundamentales sus opiniones se escuchaban y fueron formando una estructura partidaria. En las décadas del 50 y 60 el radicalismo era una fuerza enorme en la provincia de Atacama. 16 años fue alcalde de Copiapó Orlando Poblete, involucrando con sus votos a varios regidores. Hubo un parlamentario eterno, Manuel Magalhaes.

En las recientes elecciones municipales aplicó una errónea estrategia que afectó a la NM: perdió al único alcalde radical, Héctor Volta, en Chañaral. Intentó disputarle la alcaldía a Cristián Tapia en Vallenar de la NM, perdieron y en Diego de Almagro quisieron desbancar a Isaías Zavala del PC y NM. No funcionó tampoco.

El PRSD intenta aferrarse al independiente Alejandro Guillier para volver a La Moneda después de 64 años. También es la única alternativa de sobrevivir. No tiene líderes que convenzan. Gómez lo ha demostrado como ministro. Líderes locales tampoco posee. ¿Quién radicaliza al PRSD?


PSU

La PSU releva como méritos prioritarios la adquisición de conocimientos y habilidades científicas y academicistas, herramientas valiosas en áreas profesionales tradicionales, pero no exclusiva ni necesariamente fundamentales para todo programa de formación superior.

En tanto, las universidades se orientan a captar y admitir a los estudiantes con mejores puntajes, sin plantearse espacios de real diversidad. Después de todo, gran parte de las becas, aportes fiscales y el acceso a la gratuidad exigen un porcentaje de alumnos con 450 puntos PSU o más. Puntaje que el 44% de los egresados de la educación municipal no alcanzó este año. La contradicción radica en lo que declaramos promover -la oportunidad universal de acceso a la educación superior- y los límites que le imponemos. Como país, el debate no está cerrado: ¿Es la universidad una instancia de excelencia o se trata de un nivel educacional que es derecho de todos?


Terrorismo islámico

El valor de la vida es una y trascendente, he ahí la hipocresía de los organismos internacionales y la censura de lo "políticamente correcto", el principal problema del relativismo es que termina socavando las confianzas y la credibilidad de las intenciones que pueden llegar a ser honorables.

Relativizar el valor de la vida y la dignidad humana es un peligroso paso que fomenta regímenes totalitarios desde los cimientos de la sociedad.

Las estrategias político-partidarias se desarticulan en los instantes menos esperados cómo es posible saberlo en la historia de Chile, aunque haya que encontrar el dato entre otros que privilegian los historiadores oficiales incentivados por los herreros del poder.

Osman Cortés

Señor director: El foco con el que se han analizado los resultados de la PSU, atiende por lo general a los desafíos que surgen en lo inmediato, como el acceso a las carreras universitarias o el derecho y cobertura de la gratuidad. Pero, elevan escasamente la mirada a su problemática global. Y es ésta la que debería abordarse si se espera resolver tales desafíos en el largo plazo. Parece haber una contradicción que subyace a conceptos fundamentales del sistema como lo que entendemos por Educación y Universidad. Si bien desde los discursos se promueve la idea de una educación inclusiva y de una universidad diversa y de acceso universal, las prácticas de selección y medición académicas mantienen una señal que indica que la universidad no es para todos.

María Gabriela Huidobro, decano Facultad de Educación Universidad Andrés Bello

El terrorismo islámico son las mismas bestias utilizando los mismos métodos, solo cambian las víctimas, ¿valen unos seres humanos menos que otros? Pésima señal de organismo internacionales al condenar atentados en París y Berlín, sin embargo no se emite juicio o crítica por lo acaecido en Israel en las últimas jornadas.

Francisco Sánchez