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Así las cosas, empecemos desde ya a "visualizar" cómo va a ser el espectáculo político que se nos viene, comenzando con las elecciones primarias legales, las convencionales, a las que ahora se estaría agregando "la consulta popular" o "encuesta"..

Finalmente, ¿es para creerle a nuestra clase política su preocupación por la abstención que se ha venido dando en las más recientes elecciones? ¿podríamos creer que nuestros congresistas -especialmente aquellos que se presentarán a re-elección- están tiritando con la amenaza: "Ya van a ver en las próximas elecciones!, de los trabajadores del sector público tras la votación del reajuste fiscal 2016-2017?

Atentamente.


Sin pan ni pedazo

Al leer el siguiente titular "Parlamentarios en ejercicio podrían postular a cargo de intendente", queda en evidencia un nuevo motivo para pensar que la Familia Política & Asociados no quiere, no le interesa ó dicho de otra forma "no está ni ahí" con lo que piensa de ella la inmensa mayoría, no la nueva, ni la antigua, la de hoy, la de todos. Sí porque hasta el cansancio se ha dicho que mientras la Familia Política & Asociados siga legislando a su medida, solo buscando su acomodo, cero posibilidades de que mejore su ya desaliñada imagen ante los chilenos. ¿Qué más se puede pedir? ¿un parlamentario postularía al cargo de intendente, manteniendo su asiento en el congreso con todos sus beneficios, si sale elegido bien para él y si no sale, bien también, todo sigue igual?

Ante esta nueva muestra que todo lo que la ciudadanía hace un buen rato les grita a los políticos les entraría por un oído y se les saldría por el otro, que todos sus llorados "meas culpas" son de la boca para afuera, lo único que cabe concluir es que debe ser muy cómodo, sin mayores sobresaltos, teniendo reelecciones eternas, solo rindiendo cuentas a sus mandatarios (electores) solo en cada elección, mejor no sigo, en resumidas cuentas no quieren quedarse sin pan ni pedazo…


Delitos imprescriptibles

Hay quienes afirman que hace 50 años ya existían en Chile los delitos de lesa humanidad, imprescriptibles. Claramente no es así, porque si lo fuese no habría sido necesario dictar la ley 20.357 del año 2009 que los tipificó, les asignó penas y los declaró imprescriptibles; ni tampoco inventar la alucinante ficción del secuestro permanente a fin de soslayar la aplicación de las normas sobre prescripción de la acción penal.


Lloremos

No nos burlemos del que llora. Tampoco cometamos el error de decir a un niño que sufre: "Los hombres no lloran".

Pasada la última "semana distrital" de 2016 de los representantes populares de la mandante señora Juanita, tiempo que ciertamente compartieron con ella de manera más cercana, casi familiar, el trabajo legislativo ha vuelto a nuestro Congreso, el que durante este mes será "hasta agotar stock" y/o "hasta que las velas no ardan", pues llega febrero y con él el tonto receso: ¡Vacaciones!, para llenar los pulmones con aire fresco y limpio, porque a contar de marzo, con ánimo renovado, se verán "sobrecargados" con la presión de las elecciones parlamentarias de este año, que como novedad tienen el aumento de congresistas "sin costo adicional para el Estado", dicen.

Jorge Saavedra Moena

Estimado director:

Luis Soler

Aceptar la imprescriptibilidad de ciertos delitos calificados como de lesa humanidad, sin que a la fecha de su comisión hayan estado tipificados en la legislación interna, significa desconocer el principio de supremacía constitucional, la seguridad jurídica, y los principios garantísticos del derecho penal clásico, tales como el de legalidad y de irretroactividad de la ley penal, y la propia vigencia de los derechos humanos. Resoluciones judiciales de países extranjeros han señalado que la calificación de delito de lesa humanidad solo puede ser aplicada a hechos ocurridos con posterioridad a la entrada en vigor de la legislación que los tipifica en sus respectivos derechos internos.

Adolfo Paúl Latorre

Que un hombre llore es para muchos, signo de debilidad o falta de hombría. Sin embargo, no es ni lo uno ni lo otro. Llorar, es una necesidad, es forma más sincera de expresar nuestros sentimientos.Es liberar el corazón y aliviar el alma. Lloramos cuando nos consume la tristeza o nos embarga la alegría. Sin duda, cada una de nuestras lágrimas no tiene precio, pues si pudiéramos juntarlas, serían nuestro tesoro más preciado.

Jorge Valenzuela Araya