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Crean conciencia ecológica en los más pequeños de Atacama

FUTURO. Método permite reutilizar residuos y agua, entre otras características, en "jardín ecológico".
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Redacción

B asta con ingresar al jardín infantil Arenitas de Atacama para apreciar la preocupación por el cuidado del medio ambiente y el valor de la sustentabilidad que existe en ese lugar. Ubicado en población Claudio Arrau de la comuna de Caldera, este establecimiento perteneciente a Integra, cuenta con -según este organismo- un sello educativo ecológico, que se incorpora de manera transversal en los aprendizajes de todos los niños y niñas que allí se atienden.

Aquí no sólo se encuentran lápices de colores, pinturas y material didáctico, sino que además hay plantas, material reutilizado y espacios físicos educativos construidos también con material de desecho. Paulina Montero, directora del establecimiento, comentó que "generamos tres líneas de trabajo: la reutilización del agua, la reutilización de residuos con fines educativos y una huerta donde trabajamos procesos como el compostaje y la lombricultura. Aquí los niños experimentan y conocen cómo al sembrar una semilla van ver a crecer un producto que van a consumir o cómo pueden disminuir la contaminación a través de la reutilización y reciclaje".

Se trata de un trabajo de más de dos años, que incluyó la búsqueda del sello educativo del establecimiento. Al respecto, Montero relató que "cuando comenzamos con la creación de nuestro Proyecto Educativo Institucional (PEI) nos dimos cuenta que a través del tiempo siempre se pensó que este jardín infantil fuera un espacio verde y que nuestro trabajo se había enfocado permanentemente en que los niños pudieran tener contacto con su entorno y aprendieran sobre el cuidado de la naturaleza".

Además, la educadora dijo que en antaño "los equipos siempre tuvieron contacto con una entidad asociada al cultivo de ostiones que les donaba las cajas que ya no utilizaban, entonces con estos elementos se generaba material y espacios para los aprendizajes en los niños y niñas".

Pequeña fuerza ambiental

Dentro de las acciones implementadas en torno al PEI se encuentra el periodo "pequeña fuerza ambiental", donde los niños y niñas aprenden y desarrollan conciencia ecológica a través de diversas experiencias educativas.

Según la directora del establecimiento, el periodo se implementa "desde la sala cuna hasta el nivel medio mayor, a través diferentes experiencias según el nivel". Por ejemplo en un nivel los niños y niñas experimentan a través de sus sentidos las plantas, prueban aguas de hierbas y conocen sus usos medicinales, en otros niveles experimentan los procesos de compostaje y lombricultura.

Susana Michea, implementa el periodo en el nivel medio, narró que "nos enfocamos en los seres vivos y su entorno, les enseñamos a los párvulos a reutilizar los materiales y así reducir la contaminación, con eso creamos conciencia en los niños y niñas".

A esto se agrega la posibilidad que entregan los ambientes educativos construidos con desechos donde se refuerzan otros aprendizajes. "El transformar residuos en espacios educativos nos permite tener un tercer educador, donde trabajamos la identidad local a través de espacios como el muelle donde potenciamos el núcleo de grupos humanos, por ejemplo", añadió Paulina Montero.

El jardín ecológico

Este trabajo ha permitido que este establecimiento no sólo sea diferente de los otros jardines infantiles, sino que además se posicione como un jardín ecológico, ya que tal como afirma la directora, "la comuna reconoce este jardín infantil como un espacio ecológico, incluso hemos tenido la visita de otras comunidades educativas, que han venido a conocer experiencias y replicarlas, eso nos llena de alegría".

Y esta mirada es la que atrae a las familias a querer ser parte de esta comunidad educativa. Por su parte Michea sostuvo que "los padres vienen a inscribir a sus hijos a este jardín infantil porque lo reconocen por el sello educativo ecológico y porque desean que los niños aprendan esto".

Es el caso de Ariana Araya, quien hace un año matriculó a su hija en el jardín infantil y actualmente valora lo que aprende. "Es muy importante para mí porque aparte de lo que uno puede hacer en casa, se refuerza acá en el jardín el tema del reciclaje, del cuidado de los animales, de las plantas, etc. Mi hija menciona en casa conceptos de reciclaje, también sabe sobre cuidado de las plantas, las riega y reconoce sus partes, todo eso se lo han enseñado en el jardín", expresó.

Estrecha alianza con las familias y la comunidad

Además de resaltar el enfoque con que se trabaja con los párvulos, las familias participan activamente de la implementación del Proyecto Educativo Institucional. Es el caso de Germán Vargas, apoderado y monitor de áreas verdes, comentó que "yo vengo del sur y tengo harta experiencia con el trabajo de la tierra, he hecho capacitaciones a las tías del jardín infantil sobre los tipos de suelo, de una forma práctica y experimental".

Agregó que "me siento orgulloso de poder tener a mi hija a en este jardín porque hay muchos niños de Caldera que nunca han visto crecer una planta de tomates. Estas experiencias hay que fomentarlas para que nuestros hijos tengan el privilegio de poder ver y experimentar el crecimiento de un fruto y también ir creando desde niños una cultura de reciclaje y de conciencia ecológica".

Y no sólo la familia ha aportado este proceso, también el jardín se ha vinculado con diferentes actores de la comunidad, además de instituciones y organismos asociados esta temática para potenciar su Proyecto Educativo Institucional. "Tenemos una alianza permanente con la Conaf, con quienes año a año hemos realizado acciones de arborización de nuestros espacios, también nos han realizado capacitaciones. Nos hemos vinculado con Aguas Chañar que nos ha permitido conocer el único entorno verde que existe en Caldera. Hemos trabajado con expertos en flora nativa de Atacama, quienes nos han permitido realizar recorridos por el entorno con nuestros niños, para conocer especies endémicas de la zona", cuenta la directora del establecimiento.

Aprendizajes enriquecidos con una mirada ecológica

Este enfoque no sólo ha permitido generar un desarrollo integral en los niños y niñas mediante la responsabilidad por el cuidado y conservación del medio ambiente, sino que además ha potenciado los aprendizajes esperados según la edad de cada uno de ellos.

Nicolle Torres, jefa del departamento Educativo de Integra Atacama, señaló que "en función del sello pedagógico, el jardín infantil ha aumentado la progresión de aprendizajes de los niños y niñas respecto al año anterior (2015) en los núcleos de seres vivos, grupos humanos, razonamiento lógico matemático y ejes de aprendizajes de expresión creativa, apreciación estética, lenguaje oral, iniciación a la lectura y escritura en un 11.8%".

Todos estos elementos confluyen para que los párvulos puedan adquirir aprendizajes significativos y habilidades para vida, ya que tal como lo afirmó la directora del jardín infantil "aquí existe una transcendencia educativa, donde lo que van a aprender ahora va a ser para la vida, donde ellos van a reconocer que son parte de este espacio y que lo deben cuidar". En esa línea, la educadora enfatizó que los párvulos que egresan del jardín infantil Arenitas de Atacama "son libres, exploran y descubren su entorno a través de sus sentidos, respetan a sus pares, así como también a los animales y las plantas, son felices y en definitiva toman conciencia del lugar donde viven".

29 salas de cuna y jardines infantiles forman parte de Integra Atacama.

2 años se lleva aplicando este sistema de educación ligado con el cuidado del medio ambiente en el recinto.