Secciones

Crean un páncreas artificial para diabéticos

E-mail Compartir

Diversos profesionales de centros de investigación médica argentinos y varias universidades del país trasandino presentaron en Buenos Aires el primer páncreas artificial de Latinoamérica, que regulará el nivel de glucemia en la sangre de pacientes con diabetes de tipo 1.

Este páncreas automático se adhiere a la piel y funciona de forma automática mediante un monitor de glucosa, que mide los niveles de la misma en el paciente diabético, así como una bomba de insulina que aporta esta sustancia sin necesidad de accionarla manualmente.

"Nos basamos en modelos matemáticos para diseñar su sistema de control", explicó durante la presentación a la prensa en el Hospital Italiano de Buenos Aires el responsable técnico principal del estudio, el doctor Ricardo Sánchez Peña, que agregó que este páncreas permite "independencia" al paciente.

Los aparatos están conectados a una red software que emite la información sobre los niveles de glucosa en la sangre.


Los perros tienen memoria episódica

Al igual que las personas, los perros tienen memoria episódica, que les permite recordar acciones complejas realizadas por una persona incluso cuando no esperan que su memoria sea puesta a prueba o piensen que van a ganar una recompensa, según un estudio publicado ayer en Current Biology.

"Los resultados de nuestro estudio pueden verse como un nuevo paso para hacer caer las barreras creadas artificialmente entre los animales no humanos y los humanos", aseguró Claudi Fugazza, del grupo de investigación de etología comparada MTA-ELTE de Budapest.

Los perros son una de las pocas especies que la gente considera "inteligente" y aún así, señaló, "nos seguimos sorprendiendo cuando un estudio revela que los perros y sus dueños pueden compartir algunas habilidades mentales a pesar de nuestra lejana relación evolutiva". La memoria episódica hace referencia a recuerdos que se asocian a referencias espaciales y temporales, frente a la semántica que se refiere a conocimientos de carácter general independientes de un contexto.

Estudio revela que nos es difícil detectar noticias falsas en la web

INTERNET. Más del 80% de los estudiantes en EE.UU. no puede distinguir entre un "contenido patrocinado" y un artículo real.
E-mail Compartir

Mabel González

Era el día después de la elección presidencial en EE.UU. y Eric Tucker, un texano de 35 años, decidió conectar dos hechos que no tenían relación entre sí y publicarlos en Twitter: un grupo de buses estacionados en una calle de Austin y las protestas anti-Trump que ese día acontecieron en la ciudad.

"Los manifestantes anti-Trump de hoy en Austin no son tan orgánicos como parecen. Aquí están los buses en los que vinieron. #protestasfalsas #trump2016 #austin", fue el tuit que, junto a una foto de los vehículos, bastó para que se viralizara una polémica que sugería que esas personas no habían acudido espontáneamente a movilizarse contra el Presidente electo de Estados Unidos.

La publicación de Tucker -que hasta antes del tuit en cuestión sólo contaba con 40 seguidores- fue compartida al menos 16 mil veces en Twitter y más de 350 mil veces en Facebook, según recogió The New York Times después de que se supiera que el hecho era falso. En dicho artículo, el rotativo explicaba de qué forma una noticia falsa puede viralizarse con tanto éxito y rapidez a través de Internet.

Dificultades

A ese tipo de casos apunta un estudio publicado esta semana por la Universidad Stanford, que evaluó la capacidad de casi ocho mil adolescentes y jóvenes para distinguir noticias falsas de verdaderas en la web. Es el análisis más grande que se ha hecho hasta ahora para indagar esta materia.

El resultado fue que un 82% de los participantes no pudo distinguir entre un anuncio etiquetado como "contenido patrocinado" y una noticia real en un sitio web.

La medición, que se desarrolló en alumnos de secundaria y estudiantes universitarios, también mostró que muchos de los jóvenes juzgaban la credibilidad de mensajes difundidos en Twitter como noticias basándose en la cantidad de detalles que contenían y el tamaño de la foto que se adjuntaba, más que tomando en cuenta la fuente.

Criterios para confiar

De acuerdo con lo consignado por el diario estadounidense The Wall Street Journal, dos de cada tres estudiantes de secundaria no detectaron ningún elemento que los llevara a desconfiar de una publicación escrita, por ejemplo, por un ejecutivo de un banco que aseguraba que los adultos jóvenes necesitan más ayuda para su planificación financiera.

Otro ejemplo que destacaron los autores fue el hecho de que casi cuatro de cada diez estudiantes secundarios creyeron que una imagen de margaritas deformadas, divulgada en un sitio de intercambio de fotos, proporcionaba fuerte evidencia de las condiciones tóxicas cerca de la planta nuclear de Fukushima, en Japón, incluso aunque no se especificara una fuente o la ubicación de la fotografía. Los voluntarios sólo se basaban en el titular.

La semana pasada, Google y Facebook tomaron medidas para reducir los ingresos publicitarios de las páginas de falsas de noticias. Sin embargo, las críticas de expertos y académicos no cesaron, pues exigen que se considere a la red social de Mark Zuckerberg una empresa mediática con una responsabilidad editorial, una denominación que la compañía hasta ahora se rehúsa a incorporar.

"Ellos están en el mismo negocio que la mayoría de medios de comunicación, los cuales generan audiencias y utilizan eso para vender publicidad", estimó Gabriel Kahn, un ex periodista que dicta clases en la Universidad de California del Sur, en Estados Unidos.

"Queda mucho por hacer"

El debate sobre las informaciones falsas se reavivó después de que analistas sugirieran que estas pudieron contribuir a la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales. El cofundador de Facebook, Mark Zuckerberg, debió hacer frente a esta situación y anunció medidas para frenar la "desinformación", como él prefiere llamar este fenómeno. "Nos lo tomamos en serio, aunque hemos progresado, queda mucho por hacer", dijo, y puso de ejemplo la política del sitio web de penalizar el contenido engañoso.

estudiantes 7.804

secundarios y universitarios participaron en esta investigación de la Universidad Stanford. 82%