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Regresan a la TV los mejores momentos del "Jappening"

NOVEDAD. "Rejappening" es el nombre con el que vuelve a la pantalla chica el recordado programa de humor.
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Los recordados personajes de Jorge Pedreros, Fernando Alarcón, Marilú Cuevas, junto a los mejores momentos del clásico programa de humor, "Jappening con Ja", exhibido entre 1978 y 1989, se reestrenarán hoy por la señal de TVN.

"Rejappening, el Ja que todos llevamos dentro", es un programa que hace un recorrido por la alegría y el recuerdo de las situaciones que hasta el momento continúan sacando más de una carcajada, como las ingeniosas disculpas de "Ricardo Canitrot" cuando llegaba tarde a "La Oficina", la sección "El casado casa quiere" o "El Show de Pepito TV" entre otros.

"El elenco y talento del 'Jappening' está vigente en el recuerdo televisivo de los chilenos porque generó fuertes lazos afectivos con el público, que era fiel por su compañía y cariño hacia el programa", asegura Gonzalo Cordero, productor ejecutivo de "Rejappening".

La estructura del programa hará una reexhibición acompañada de una cámara subjetiva y una locución en off para contextualizar lo que se irá viendo en la pantalla, una especie de guía para el televidente, quien logrará recordar o conocer las situaciones que marcaron el final de los años 70 con frases y personajes que hasta hoy figuran en el inconsciente colectivo.

"El humor del 'Jappening' es convocante porque cuenta con cualidades positivas y valores que permiten reunir a la familia en torno a una temática liviana que facilita el diálogo y la conversación", agrega el ejecutivo del Área Entretención de TVN.

Fernando Alarcón, uno de los fundadores de la comedia, comentó que el regreso del programa ha llenado de felicidad a los integrantes del elenco, porque tuvo impacto nacional entregando muchas alegrías.

"Creo que mucha gente lo va a recibir muy bien y las nuevas generaciones podrán conocer lo que era el Jappening", agregó el actor.

La emisión del programa será semanal y parte hoy a las 19.30 horas.

Chilevisión promete invitados interesantes para "El Cubo"

TELEVISIÓN. Con solo una voz en off se realizará el programa de entrevistas.
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Amelia Carvallo

Una entrevista profunda de una hora de duración, conducido por la periodista y voz radial de ADN, Diana Massis, es el formato de "El Cubo", apuesta de Chilevisión que debuta en el prime de este jueves.

Este primer capítulo, de un total de ocho, tendrá como invitado al tenista Marcelo Ríos, a quien luego seguirán otros personajes como Raquel Argandoña, Américo y Carmen Gloria Arroyo.

El set

Bajo el eslogan de "secreto a cuatro paredes", la producción ejecutiva del espacio corre por parte del periodista Guillermo Muñoz, editor de contenidos de la estación que desde 2010 es parte de Time Warner.

"Los invitados de 'El Cubo' pasan por un fino criterio de selección. En el set no hay público, ni coordinador de piso ni camarógrafos. Tampoco hay un conductor de cuerpo presente. En este caso, y como lo hemos definido, "la provocadora voz en las sombras" es una periodista sensible, inteligente y aguda como lo es Diana Massis", explica Muñoz.

El escenario

La puesta en escena es un estímulo que puede apabullar, intimidar o despertar la curiosidad transformándose en un espejo de la vida del invitado. Consta de cuatro retroproyectores de 20 K de definición que forman cuatro paneles grandes, de cinco metros de ancho por ocho de alto, que generan un espacio con estímulos audiovisuales que busca que la historia y los sentimientos fluyan hacia la memoria y los testimonios de los momentos más significativos e intimos del espectador junto a el entrevistado.

Voz en off

La conducción en off corre por cuenta de Diana Massis, satisfecha por las primeras incursiones. "Marcelo (Ríos) habló mucho, contó muchas cosas de las que se pueden ver un proceso de evolución en su vida, desde el joven tenista al padre de familia muy sensible que es", dijo la periodista. "Con Raquel (Argandoña) vimos algo parecido. Después de esa gran carrera, con todos sus amores y desamores, finalmente es una mujer que está en el umbral de la tercera edad, con hijos grandes y cómo se plantea vivir la última etapa de su vida con alegría y feliz", agregó.

El invitado no tiene contacto con nadie durante la hora que dura la entrevista y una vez que entra al cubo comienza un recorrido por su vida en imágenes y sus momentos más emocionante comenta la periodista. Diana siente que es un desafio este programa ya que debe darle el ritmo a la conversación y estar atenta a el rumbo que toma la conversación para lograr llegar al personaje, acogerlo, provocarlo y descolocarlo además agregó Diana.

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Del anfitrión cultural

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A Valparaíso vino el gran filósofo francés Jacques Rancière, asisto a una de sus conferencias a propósito de un libro que lanza la editorial de la Universidad de Valparaíso. La ciudad, a pesar del gran incendio y otras catástrofes menores, se ha transformado en algo bastante potente a nivel de producción cultural. Para este mismo mes está anunciada la comparecencia en el evento cultural Puerto de Ideas de Leonardo Padura y de Javier Cercas, dos grandes de la literatura iberoamericana. Además, es posible verificar muchísimas otras actividades, como el Festival Internacional de Fotografía de Valpo (FIFV) y otras que se realizan en los diversos centros culturales de la ciudad, incluido el Parque Cultural, además de la huelga de los empleados públicos que necesariamente rematan en la plaza de la Intendencia.

Rancière es uno de mis pensadores preferidos, porque trabaja o lee la cultura como una ficción, o las relaciones entre estética y política. Ejerce la crítica institucional no en términos referenciales, sino con una metodología de archivista testimonial, que trabaja con el objeto y no sobre el mismo, como dijo en la conferencia. Es decir, si su tema es la educación no investiga sobre la cosa en cuestión, sino con la cosa. Es un modelo de lectura. En ese registro es que es capaz de producir un libro fundamental, "El Maestro Ignorante", basado en la paradoja de poder enseñar lo que no se sabe a partir de los quiebres entre saber e inteligencia, y otras que tienen que ver con la emancipación y con el rol "explicador" de los maestros, a partir de la experiencia de Jacotot, un educador francés del siglo XIX.

Otra de sus preocupaciones tiene que ver con lo político y sus implicancias con el poder, el Estado y la comunidad, en cómo se modelan las ficciones que lo diseñan. Lamentablemente, los operadores académicos que hacían de editores, no trabajaron con el filósofo respetando su práctica teórica, sino que lo pusieron en un protocolo académico insufrible. Valparaíso es un extraño acontecimiento urbano y comunitario que podría ser un buen objeto de observación y de trabajo. Sobre todo porque el intelectual francés, por su obra, es receptivo a esas diferencias que dan claves para enfrentar el mundo, ya sea en sus destartaladas democracias o en las voluntades de las diversas utopías degradadas. Es como si Marx a mediados del siglo XIX hubiera sido invitado a París por un centro de estudios en tiempos de la comuna y ese acontecimiento, sus anfitriones, se lo hayan negado o impedido.

Hace alguna años una amiga filósofa chilena que hacía de chaperona de un colega francés, me comentaba que caminaba con él por el centro de Santiago, concretamente la Plaza de Armas, en plena primavera. Iban muy apurados a una oficina de la universidad que hacía de anfitriona del intelectual, y él se detuvo obnubilado por la diversidad de cosas que allí pasaban, ya sean predicadores evangélicos, activistas de derechos humanos, artistas callejeros, etc. Él quería ver y hablar de eso que ocurría frente a él y que despertaba su curiosidad, que es la base del pensar y de la filosofía, la sorpresa.

El gran error de las instituciones, sobre todos las académicas, es anular la capacidad de novedad y cambiar eso por la sensación de que está todo documentado y archivado. Lo demás son pautas investigativas con muchos protocolos. Creo que falta algo así, sobre todo en un país como el nuestro, una anfitrioneidad (disculpar el neoligismo) crítica, que combine la recepción afectuosa del viajero, como nos enseña la épica griega, y el Grand Tour de la europa romántica, y también algo de serendipia (que es el paseo o excursión sin buscar nada preconcebido). Lo otro es el patético provincianismo que sólo quiere mostrar la parte que cree, ingenuamente, tiene más estatuto de visibilidad.

Marcelo Mellado