El Gobierno surcoreano anuncia que investigará en paralelo las explosiones del Galaxy Note 7 de Samsung
El Gobierno de Corea del Sur informó que comenzó su propia investigación en paralelo para explicar las causas de las explosiones de los teléfonos Samsung Galaxy Note 7, que llevaron a la compañía a suspender las ventas y terminar la producción a principios de la semana semana pasada.
El Laboratorio de Pruebas de Corea (KTL, de sus siglas inglesas), un organismo estatal, está trabajando con cinco aparatos afectados en el país asiático facilitados por Samsung Electronics desde el jueves pasado, según indicaron ayer fuentes de la industria a la agencia de noticias Yonhap.
KTL no se limitará a inspeccionar las baterías, que la compañía señaló como el origen de las igniciones, y usará tecnologías como rayos X y tomografías computerizadas para encontrar la causa exacta del grave problema, indicaron dichas fuentes.
"Hemos proporcionado los teléfonos a KTL y cooperaremos con su investigación, pero no podemos quedarnos sentados y esperar sus resultados", indicó a la agencia un portavoz de Samsung, que viene realizando su propia investigación desde que se reportaran decenas de casos de combustiones a principios de septiembre, que terminaron con la decisión de sacarlo del mercado, lo que le ocasionó a la firma millonarias pérdidas.
El portavoz indicó que la compañía ha estado "movilizando todos los recursos posibles para encontrar la causa exacta del problema lo antes posible", y que incluso estudia probar los terminales recogidos por la Comisión para la Seguridad de los Productos del Consumidor (CPSC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Los analistas locales consideran que encontrar la causa del problema del Galaxy Note 7 es crucial para el fabricante surcoreano de cara a recuperar la confianza de los consumidores antes de la puesta a la venta de su nuevo modelo, el Galaxy S8, el próximo año.
Samsung comenzó a vender el teléfono el 19 de agosto, pero a principios de septiembre anunció una retirada sin precedentes tras más de una treintena de casos de explosiones en diversos países.
A la llamada a revisión que afectó a unos 2,5 millones de teléfonos, le siguió a mediados de septiembre la entrega de reemplazos que siguieron sufriendo sobrecalentamiento de las baterías, lo que llevó a la compañía a retirar el producto.
millones es la cifra que Samsung calcula que equivaldrá a las pérdidas en los próximos seis meses por el desastre. US$3.100
de agosto de este año salió a la venta el Galaxy Note 7 y el próximo año lanzarán su nuevo modelo, el Galaxy S8. 19