La historia del profesor que murió arrollado en Copiapó
PESAR. El accidente ocurrió el 6 de agosto. Hoy es recordado no solo por su labor, sino también por su calidad humana y sentido de justicia social.
Sus amigos y cercanos todavía no logran encontrar consuelo ante la muerte de Jorge Castro Gallinato de 53 años, un reconocido profesor de Educación Física de Tierra Amarilla, quien murió tras ser arrollado por un bus el 6 de agosto de este año.
El accidente ocurrió a la altura del kilómetro 804 de la Ruta 5 Norte, cuando por causas que se investigan se registró el accidente.
A más de un mes de su partida, los cercanos recuerdan a aquel docente que luchaba porque sus alumnos de alta vulnerabilidad tuvieran una oportunidad de surgir. Los jóvenes y niños de la comuna reconocen en él no solo a un profesor, sino también ven a quien les hizo soñar y lograr esos sueños.
Jorge Luis Pinilla es uno de esos jóvenes, hoy tiene 23 años y ha estado en varios equipos de Tierra Amarilla por eso conoció al profesor. Hoy lo recuerda con mucho cariño, por ello tiene mucha tristeza por su partida. "Estoy muy agradecido de don Jorge, porque siempre quise probarme en un equipo, muchas personas me dijeron que me iban a probar, yo ilusionado confié en ellos, pero nunca pasó nada hasta que apareció don Jorge. La experiencia que tuve con él es que fue el único en Tierra Amarilla que me trató de echar una mano y poniendo plata de su bolsillo quiso que yo cumpliera ese sueño".
Jorge Luis Pinilla, recuerda sus primeros zapatos de fútbol fueron regalados por su profesor. "Yo no tenía los recursos en esos momentos para comprar unos zapatos de fútbol y él fue el único que me compró unos".
Gran compañero
Jorge Castro, siempre estuvo ligado al llamado "deporte rey". Fabián Yáñez, director Escuela de Fútbol Corvi considera que era un persona con un alto compromiso social, siempre intentando ayudar a los alumnos vulnerables. "Era una muy buena persona, con los niños era jugado, era súper inteligente. Él hizo que se ganaran proyectos en las escuelas, acá en Tierra Amarilla, hizo que se ganaran proyectos concursables, los Fndr. Eso fue en 2013, las organizaciones le pedían y él de buena gente lo hacía", dijo.
También Jorge Castro, fue una de las personas que hizo posible, junto a Jacinto Galleguillos, que la escuela de Fútbol Corvi, filial Juan Diego Páez, contara con una cancha. "Consiguieron una cancha de fútbol donde entrenan alrededor de 60 niños y gracias a ello, porque se movieron, hicieron los papeles. Quedamos con una cancha de fútbol a comodato, durante 30 años".
Los alumnos, según relató Farías, querían mucho a este profesor de la serie entre sub 6 y sub 10 quien era "muy bueno para pelota". "Él era como el director técnico de los niños de nuestra escuela. Él trabajó en el municipio, después en el colegio C-10 y después en Los Loros, era muy querido por los alumnos".
Su sentido de justicia social lo llevaba a ayudar a quienes lo requerían y lo que más le gustaba era ver la felicidad de los pequeños. "Le gustaba trabajar con niños de escasos recursos. Traía en el auto a unos 7 niños para entrenar con él, los traía y los llevaba. Trabajamos, son vulnerables, nosotros no le cobramos nada, es una escuela sin fines de lucro y nos sostenemos con proyectos. Le damos a veces colaciones que conseguimos cuando prestamos a las empresas la cancha. Una vez al mes o dos le damos colaciones".