Copiapó no está ajeno al fenómeno de la aplicación Pokémon GO la que incluso ya tiene su grupo de Facebook en la capital regional con cerca de mil cien miembros donde se entregan consejos, se comparten tips y compran y venden productos para continuar con el juego.
La locura por el juego se puede observar en la forma en que está provocando cambios en las costumbres de quienes son sus usuarios importantes, los adolescentes, los que mediante esta red social están formando nuevos nexos de amistad con un fin común que es atrapar los monstruos de bolsillos, coleccionarlos y entrenarlos.
Hasta acá está todo bien, pero en como en muchos otros lugares en la región de Atacama no se queda atrás a la hora de hacer polémica y hace menos de una semana ya se registró el primer asalto, ocurrido en Chañaral de un menor que se encontraba capturando a las criaturas en la remodelada plaza Bellavista. Un joven de 15 años se abalanzó sobre el menor y lo intimidó con un arma blanca, para luego quitarle el celular.
De más está decir que la aplicación cuenta con una serie de instrucciones para evitar situaciones como ingresar a propiedad privada, transitar por lugares peligrosos y menos aún utilizar el juego mientras se conduce.
Por ello y con la finalidad de que los jóvenes no busquen los pokémones en lugares de riesgos, existen en el juego algunos sectores pensados para no tener problemas y que son de uso público. Estos se conocen como poképaradas y precisamente fueron elegidos diversos monumentos, plazas, iglesias y murales, aunque en Copiapó tampoco son muy numerosos en comparación con otras comunas con más tradición histórica.
Basta solo saber que en La Serena, uno de los sectores más tradicionales acapara más poképaradas que la capital de la región de Atacama. Esto demuestra la escasez de atractivos y monumentos patrimoniales, los que sin duda podrían ser mejor admirados y reconocidos por los jugadores gracias a una aplicación que sin duda está cambiando la forma que tiene los menores de reconocer su ciudad.