British Airways reduce la cantidad de comida a los pasajeros de clase turista
AEROLÍNEAS. Sólo un aperitivo ofrecerá la empresa a quienes viajen por menos de ocho horas y media.
La reducción de gastos en la industria aérea ya es tendencia, y esta vez British Airways incluyó la comida. A partir de ayer la compañía sólo ofrece una comida a los pasajeros en clase turista con viajes de menos ocho horas y media, mientras que antes contaban con tres aperitivos.
El recorte alimentario se justifica en la reducción de gastos en la compañía, integrada en el grupo de aviación hispano-británico International Consolidated Airlines (IAG), junto a las españolas Iberia y Vueling y la irlandesa Aer Lingus, cuyos ajustes financieros han sentido sus clientes durante al menos una década.
La medida de austeridad trae recuerdos de otras anteriores, la más recordadas del grupo empresarial fue el despido de 4.500 trabajadores de Iberia en 2012.
En este caso, la decisión culinaria de la firma británica también afectará a los pasajeros de la clase "economy premium" que viajen en vuelos de menos de siete horas.
La idea habría sido concretada durante julio, después que varios medios informaran que la firma tenía previsto cobrar por el servicio de comidas, tal y como hacen otras rivales en el sector de bajo costo.
Dentro de los viajeros afectados están quienes, por ejemplo, se mueven entre la costa este de Estados Unidos y Reino Unido, donde el traslado por aire dura entre siete y ocho horas, al igual que el enlace que une a Toronto y Montreal en Canadá, quienes ya no podrán solicitar más comida.
El cambio de política coincide con la llegada, en abril, de su nuevo consejero delegado, el español Alex Cruz, de 50 años, quien comenzó su carrera en el transporte aéreo en 1995 en American Airlines.
Los ingenieros de esta última compañía dictaron cátedra financiera al reducir en una aceituna las ensaladas de sus clientes, cambio que ninguno notó, pero que para American Airlines significó el ahorro de US$40.000 anuales por avión.
Consultado por la situación alimenticia de British Airways, un portavoz declaró que "revisamos regularmente nuestro servicio de bebidas y alimentos para asegurar que invertimos donde más importa a nuestros clientes".
Sin embargo, y a pesar de la urgencia de reducir costos, durante el año pasado la aerolínea obtuvo un beneficio neto de 2.890 millones de euros, mientras que la matriz International Consolidated Airline ganó en el primer semestre de este año 554 millones de euros, lo que supone un incremento del 66,8 % respecto al mismo período de 2015.