El Banco BBVA Chile recortó ayer a 1,8% su proyección de crecimiento, con sesgo a la baja, para la economía en 2017, dos décimas menos que lo proyectado anteriormente debido a la concreción de riesgos internos y externos anticipados por esa entidad bancaria.

En tanto, para 2016, se espera un crecimiento de entre 1,4% y 1,7%, considerando que el mercado "se ha ido ajustando paulatinamente a la baja".

En el informe "Situación Chile", el BBVA prevé que en el tercer trimestre de este año, la economía crecerá 1,3% y vivirá una desaceleración generalizada, generando dudas sobre si la actividad retomará tasas de crecimiento cercanas al 2%.

Bajo nivel del central

El 1,8% que asegura el BBVA para 2017 se encuentra por debajo de la estimación del Banco Central, que fluctúa entre 2,0% y 3,0%, mientras que los analistas "piden como techo un crecimiento de 2,5% para el próximo año".

"Creemos que el Banco Central debiera ajustar a la baja su proyección de crecimiento para 2017, entre un rango más razonable entre 1,5% y 2,5%", afirmó el economista de ese banco, Hermann González.

Respecto del aumento del desempleo, que promediará 6,6% en 2016, González aseguró que las cifras no sorprenden y son menores a lo esperadas, debido a la creación de puestos de trabajo "por cuenta propia", específicamente en el sector comercio.

Masa salarial

El BBVA recalcó que la masa salarial está creciendo débilmente, a tasas del 1,5% y 2,0%, lo que sienta una baja base para el consumo privado, que crece al 1,5% "sin indicios de una aceleración" y representa dos tercios del PIB.

El déficit fiscal alcanzará 2,9% del Producto Interno Bruto (PIB, lo que equivale a US$ 7.000 millones) y el déficit de cuenta corriente será del 1,7% del PIB, según las previsiones del banco español. La inflación, que cerró el año pasado con 4,4%, finalizará el 2016 con 3,2%, de acuerdo al informe de perspectivas del BBVA.

En su reunión mensual de política monetaria, el Consejo del Banco Central acordó ayer mantener la tasa de interés en 3,5% y conducirla "con flexibilidad". El instituto emisor justificó su decisión en nuevas señales de una gradual moderación de la inflación, un bajo desempeño de la actividad doméstica y el deterioro del mercado del trabajo.

En su comunicado -en el que cambió el sesgo de contractivo a "neutral"- el Central dijo que, en el ámbito interno, "aunque en julio la inflación fue algo mayor que lo esperado, su variación anual retornó al rango de tolerancia. Las expectativas de inflación a dos años plazo permanecen en 3%. La evolución de estas variables se seguirá monitoreando con especial atención".

Crecimiento acotado

El banco detalló que en el segundo trimestre la actividad y la demanda interna mostraron un "crecimiento acotado".

"Los índices de confianza permanecen en niveles pesimistas. El mercado laboral sigue dando cuenta de un gradual deterioro, con una tasa de desempleo que se mantiene estable. El peso se ha apreciado", dijo tras la reunión de sus consejeros.

Variables externas

En el plano externo, el Banco Central hizo mención a que las condiciones monetarias y financieras siguen siendo expansivas y las tasas de interés de largo plazo se mantienen bajas. "Resalta el mayor apetito por riesgo en los mercados financieros globales, en particular por activos de economías emergentes".

En el texto, el Consejo reafirmó su compromiso de conducir la política monetaria "con flexibilidad", de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política. "Cambios futuros en la tasa de interés dependerán de las implicancias de las condiciones macroeconómicas internas y externas sobre las perspectivas inflacionarias", agregó el comunicado. La próxima Reunión de Política Monetaria se realizará el 15 de septiembre.

Escenario base

Un informe del Banco Santander afirmó que "pese al cambio de sesgo, nuestro escenario base considera que la tasa de interés se mantendrá inalterada durante este año. Una eventual reducción respondería, como lo señala el comunicado, a las condiciones macroeconómicas internas y externas sobre los precios".

meses en su actual nivel de 3,5% acumuló la tasa de interés, según datos del Banco Central. 8

toneladas de arándanos fueron exportadas la temporada pasada a los mercados de EE.UU. y Canadá. 63.200

La exportación de arándanos frescos desde campos nacionales podría pasar a convertirse en la de mayor retornos FOB ("free on board") después de la uva de mesa, desplazando a los envíos de manzana, de acuerdo a perspectivas de la Federación Gremial Nacional de Productores de Fruta (Fedefruta) para este año.

Según estimaciones de este gremio, el valor de las exportaciones de arándano fresco el 2016 llegará a US$ 545 millones FOB, superando tanto las manzanas como las cerezas, y situándose en el segundo lugar de las especies que registrarían mayores ingresos en este año.

Alza anual

Si bien el cálculo se debe al descenso en los volúmenes de exportación de las manzanas, que este año registran sus envíos más bajos desde 2002, los arándanos deberían anotar un incremento de al menos 6% en sus valores respecto del 2015.

Así lo manifestó el presidente de Fedefruta, Ramón Achurra, en la Segunda Feria de Tecnología e Innovación Hortifrut, evento centrado en la industria de los berries y arándanos, y que finalizó ayer en Espacio Riesco, en Santiago.

"La industria de los berries y los arándanos está ganando una importancia tremenda en los últimos años", comentó Achurra. Basándose en cálculos del sector privado, dijo que en la actualidad "estamos por sobre las 30 mil hectáreas plantadas de estos productos, que si bien equivale sólo al 10% de la superficie frutícola en Chile, representa el 17% del valor de nuestros envíos de fruta".

Datos del sector

En abril, el Comité de Arándanos informó que la campaña de arándanos chilenos no alcanzó los volúmenes esperados al comienzo de la temporada (baja de 1,3%) y que se exportaron 91.340 las toneladas de estos frutos frescos a EE.UU. y Canadá (63.200 toneladas), Europa (19.600 toneladas) y Asia (8.100 toneladas).

Los problemas del sector, que esperaba superar las 100 mil toneladas exportadas, se centraron en la calidad del fruto al final de una temporada marcada por altas temperaturas y lluvias intermitentes que afectaron la condición de la fruta y los volúmenes exportados.