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González dice que si logra buen puntaje en suelo, probablemente no haga salto

CHILENOS. El deportista debutará hoy a las 9.30 horas en la gimnasia artística.
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Es probablemente uno de los deportistas de los que más espera ver el público chileno y ayer el gimnasta Tomás González explicó que si logra un buen puntaje en el suelo, que es su especialidad, no realizará salto en la primera instancia de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, algo que según dijo a Cooperativa, sigue analizando.

El deportista, que debutará en la competencia hoy a las 9.30 horas (hora de Chile) en las clasificaciones de la gimnasia artística, explicó al medio citado que será sobre el resultado que logre en el suelo que definirá si hará o no el salto.

"El tema de salto ahí lo vamos a ver si es que hago un buen puntaje en suelo probablemente no haga salto para cuidarlo por una eventual final y si el puntaje no anda tan bien haría el salto para no agotar esa posibilidad tampoco", señaló González desde Brasil.

Consultado respecto a la condición de su tobillo izquierdo, que se lesionó y operó el año pasado, el gimnasta se mostró optimista y cauteloso, comentando que "me he sentido súper bien del tobillo, siempre con harto vendaje para disminuir la carga en todo lo que se puede".

Köbrich sorprende

Por otro lado, la nadadora Kristel Köbrich sorprendió ayer con el anuncio a última hora de que decidió competir por los 400 metros libres de natación, a pesar de que hasta ahora había dicho que solamente competiría en los 800 metros, que fue la distancia con la que clasificó en los Panamericanos de Toronto 2015.

Con esta decisión de último minuto, Köbrich adelantó el que será su debut en los que serán los cuartos Juegos Olímpicos de su carrera.

La deportista competirá mañana en el Centro Acuático Olímpico, a las 13.33 horas de Chile y lo hará con una marca de 4:14,78, que logró conseguir en abril pasado en Orlando. La cifra es más baja que su récord de Chile de 4:11,32, que logró en 2012 en Indianápolis.

La nadadora de 30 años volverá a competir el próximo jueves 11 de agosto, en los 800 metros.

La samba y el funk marcan la colorida inauguración de los JJ.OO. de Río de Janeiro

COMPETENCIA. Previo a la ceremonia la antorcha olímpica tuvo que cambiar de rumbo por las protestas junto a la playa, mientras que el Presidente interino, Michel Temer, no fue presentado para evitar pifias.
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Con un colorido show pirotécnico y de luces marcado por la variedad de ritmos, comenzaron ayer en el Estadio Maracaná los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. El cantautor Paulinho da Viola fue el encargado de abrir el show con la interpretación a guitarra del himno brasileño.

El espectacular show de luces que tomó lugar al centro de la cancha del icónico recinto deportivo estuvo a cargo de Fernando Meirelles, conocido por su película "Ciudad de Dios".

La responsabilidad para Brasil era grande, ya que estos son los primeros Juegos Olímpicos que se llevan a cabo en Sudamérica. Anteriormente se realizaron en México, en 1968.

Un Maracaná completo entonó la clásica "Garota de Ipanema" junto a Daniel Paulo Jobim, nieto de Antonio Carlos Jobim, autor de la canción. La samba, el pasinho y el funk, ritmo nacido en las favelas, tuvieron un lugar en la ceremonia. Éste último con el rapero Marcelo D2 y el cantante de samba Zeca Pagodinho.

Elza Soares, una de las grandes damas de la samba, entonó el "Canto de Ossanha", canción lanzada en 1966 por Baden Powel y Vinícius de Moraes.

Con "País Tropical", Jorge Ben Jor hizo que el público se pusiera de pie, con una canción que los brasileños cantaron a capela.

Posteriormente, la actriz británica Judi Dench (81), recitó acompañada de un video que hacía alusión a la deforestación del Amazonas, el poema "A Flor e a Nausea", del brasileño Carlos Drummond de Andrade.

El momento más esperado para los chilenos llegó cuando la atleta Érika Olivera, cargó la bandera nacional vestida con un traje de huasa de Ricardo Oyarzún, escoltada por la delegación que representa al país en los JJ.OO.

Cambio de ruta

La ceremonia estuvo marcada por los hechos políticos que agitan actualmente a Brasil, razón por la que la organización decidió no presentar al Presidente interino Michel Temer durante la ceremonia, para evitar así que fuera abucheado.

A pesar de que existían varias convocatorias a protestar durante la ceremonia, en el Maracaná todo se desarrolló según estaba planeado. Sin embargo, durante el día, la antorcha olímpica tuvo que cambiar de rumbo en el paseo marítimo de Copacabana, debido a una manifestación contra Temer, que asumió en reemplazo de la suspendida Dilma Rousseff.

Unas tres mil personas bloquearon las seis pistas de la avenida que bordea la playa de Copacabana, por la que pasaría la antorcha en su camino hacia el Maracaná, por lo que el símbolo tuvo que seguir un camino alternativo por calle interiores.

Pese a esto, la antorcha llegó a su destino, donde según cálculos se congregaron unas 80 mil personas para ver el puntapié inicial de la competencia, que tendrá a 11.400 atletas de 205 países participando en 42 modalidades distintas hasta el próximo 21 de agosto.

La primera jornada de los JJ.OO. se vio marcada por la cantidad considerablemente más baja de autoridades que asistieron. Menos de una veintena de jefes de Estado o de Gobierno participaron de la recepción que ofreció Temer, número muy inferior al casi centenar de gobernantes que fueron a la inauguración de los Juegos de Londres 2012 y de los de Bijing 2008.

De los mandatarios sudamericanos sólo fueron los presidentes de Argentina, Mauricio Macri, y de Paraguay, Horacio Cartes, según la cancillería brasileña.

Rousseff, en tanto, descartó ir a la ceremonia por considerar que, tras haber sido una de las protagonistas, no podía ir ahora en una condición de secundaria.

Entre los asistentes estaban el francés, François Hollande, el primer ministro de Italia, Matteo Renzi y el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry.