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Discapacitados presentan un promedio de 8,7 años de escolaridad

ATACAMA. Autoridad criticó que la "gran barrera es la familia" que subestima a la persona.
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Alejandro Núñez

El caso de David Valenzuela, joven discapacitado que logró obtener un doctorado en Física en la Universidad Católica, fue destacado por miles de anónimos en las redes sociales por su esfuerzo. Para la directora del Servicio Nacional de la Discapacidad de Atacama (Senadis), Andrea Elgueta esto es un ejemplo por "el apoyo de la familia" e informó que en la región la escolaridad (básica y media) en este grupo de personas llega a un promedio de 8,7 años de los 12 que corresponden.

Estos antecedentes fueron obtenidos del Segundo Estudio Nacional de la Discapacidad (2016) que también arrojó que del total de personas con discapacidad, mayores de 18 años, el 60,7% tiene la posibilidad de cursar la enseñanza media versus el 83,9% de las población que no presenta algún tipo de problema.

Elgueta analizó que "las familias muchas veces son la barrera porque dicen que la persona no va a poder estudiar". A esto sumó que el sistema tampoco "tiene la capacidad" para recibir a estos alumnos.

Integración

Para la profesional es fundamental que se "rompan" los obstáculos culturales y el caso de David marca un "factor positivo" para esto. Además criticó que la "Prueba de Selección Universitaria (PSU) hoy no es accesible" y que se está trabajando para realizar un proceso de admisión más inclusivo con la Universidad de Atacama.

Cabe señalar que según el Senadis, este recinto cuenta con un protocolo en que se aseguran las garantías para que las personas discapacitadas puedan cursar su proceso educativo. Actualmente se aplica en las facultades de derecho y de humanidades.

Por su parte Inacap también aplica esta modalidad y en noviembre del año pasado un alumno con problemas auditivo se tituló. Este fue Giovanni Pallotti quien se recibió de Dibujo de Proyectos de Arquitectura e Ingeniería, e incluso realizó un emotivo discurso de cierre con lenguaje de señas.

El alumno indicó que "cuando yo ingresé a Inacap tenía un poco de miedo, pero poco a poco, con la ayuda de la intérprete, saqué mis estudios". El joven de 24 años actualmente trabaja en la Secretaría de Planificación de la Municipalidad de Copiapó.

Pallotti enfatizó que "las personas con discapacidad pueden llegar a la universidad. Hoy en las noticias vi a Pablo Pineda, que tiene Síndrome de Down y también pudo estudiar". Además agregó que "no se debe tener miedo porque se puede estudiar y trabajar para vivir mejor".

Cabe señalar que el 23,2% de la población adulta de la región de Atacama es discapacitada, proporción más alta que el promedio nacional (20%), de los cuales el 11,9% presenta discapacidad leve a moderada y el 11,3% discapacidad severa.

Oportunidades

El Senadis tiene distintos programas para ayudar a las personas que quieran estudiar, pero es fundamental que estén inscritos en el Registro Nacional de la Discapacidad. Cabe señalar que la región existen más de 46 mil personas, mayores de 18 años, con alguna limitación y solamente hay 4.800 inscritos que representa un poco más del 10% del total.

Para realizar este importante trámite deben acercarse todas las personas que tengan más de un 5% de discapacidad a las oficinas de la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (Compin) en Copiapó.

La autoridad explicó que existen recursos de apoyo que consisten en contratación de intérpretes, ayudante de apuntes, profesores de apoyo y transporte. En otra línea también hay financiamiento para sillas de ruedas, computadores, software o audífonos especiales los estudiantes.

Además las instituciones educativas, sin fines de lucro, pueden postular a proyectos de implementación entregados por el Senadis. Los programas de apoyo se entregan a comienzo o finales de año, en tanto los de ayuda se pueden postular durante todo el año.

Elgueta finalizó que falta mucho por mejorar "a nivel cultural" en la región de Atacama, pero se ha avanzado en los 20 años de experiencia que tiene el proyecto de integración de la discapacidad que se creó en 1996 en el país.

"Las familias muchas veces son la barrera porque dicen que la persona no va poder estudiar".

Andrea Elgueta, Directora regional Senadis"

Antecedentes

Un 31% de las mujeres adultas en la región es discapacitada, en el caso del universo de los hombres es un 15,3%.

Un 56,3% de la población con discapacidad severa está inactivo.

Supervisan programa "Derribando las Barreras del Silencio"

INTEGRACIÓN. El superintendente Nacional de Educación llegó hasta un recinto en Copiapó.
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En el contexto de su visita a la región, el superintendente de Educación Alexis Ramírez visitó la Escuela Isabel Peña Morales en Copiapó, para conocer el programa de inclusión de alumnos hipoacúsicos "Derribando las Barreras del Silencio".

Ramírez señaló que "quisimos conocer el testimonio de esta escuela pública de la región, que es un ejemplo de inclusión y quisiéramos que todas las escuelas de Chile fueran tan inclusivas como ésta.

Además, se están transformando sus compañeros y sus profesores, lo que creemos que es un ejemplo de que sí se puede ser inclusivo; lo que para algunos es una dificultad, para esta escuela ha sido una tremenda oportunidad".

Importancia

Cabe señalar que tras el cierre de la escuela de hipoacúsicos en Copiapó, en el año 2014, se necesitaba reubicar a 12 alumnos de diferentes edades en establecimientos de la comuna, lo cual se concretó en la Escuela Isabel Peña Morales.

Para lograr la inclusión, en el establecimiento realizaron diferentes talleres de reflexión con el equipo que trabajaría en una primera instancia con los alumnos. Luego realizaron reuniones con los padres para ofrecer la propuesta.

Posterior a esto, se solicitó al Daem intérpretes de señas (facilitadoras del lenguaje) para cada alumno. Hace dos años que los alumnos están insertos en la escuela, con importantes logros y avances.

Fabiola Pizarro directora de la Escuela Isabel Peña Morales, destacó que el proyecto que tomaron el año 2015, fue un tremendo desafío que les planteó el sostenedor al recibir a nueve alumnos que estaban en una escuela sólo de niños hipoacúsicos.

La profesional destacó que "tomamos este desafío, cómo hemos tomado muchos otros que se nos han planteado; estamos plenamente convencidos de que estos niños y niñas pueden, y que pueden ser más, que no son niños que van a detener su educación. Tenemos que seguir trabajando y potenciándolos, son niños felices y motivados, tenemos que sentirnos orgullosos de lo que nuestros profesionales han hecho y de lo que los niños han logrado".

Calidad con integración

Por su parte, la directora regional de la Superintendencia de Educación, Marggie Muñoz señaló que "esta escuela ha demostrado que cuando se desarrollan los procesos educativos en ambientes escolares inclusivos, respetuosos de la diversidad; cuando las actividades propician el intercambio, el trabajo en equipo, la colaboración y la construcción conjunta de aprendizajes, sin duda se moviliza calidad al interior de la escuela".