Asumimos este gobierno con el compromiso de generar las trasformaciones necesarias al sistema educacional, con la convicción de que, en un corto plazo, tendremos una educación pública de calidad y gratuita, para construir un Chile más justo y equitativo.

Planteamos una reforma integral, desde la sala cuna hasta la educación superior, buscando establecer la calidad como un derecho para todos y todas. Partimos por la educación parvularia, luego la educación escolar y ahora corresponde abordar los desafíos en educación superior.

Cumpliendo con el compromiso de nuestra Presidenta Michelle Bachelet, enviamos el último gran proyecto de la Reforma Educacional para su discusión en el Congreso: el Proyecto de Calidad y Gratuidad para la educación superior, que busca asegurar una mayor justicia social y oportunidades para todos y todas.

Como país hemos tomado conciencia de que es indispensable contar con una educación superior de calidad en todas las instituciones, para que todos los estudiantes tengan mejores oportunidades. Por eso, nuestro proyecto plantea cuatro grandes objetivos: calidad e institucionalidad para todas las instituciones; avanzar en gratuidad e inclusión para garantizar igualdad de oportunidades; tener una educación superior estatal fortalecida y, por último, fortalecer la educación técnico-profesional.

Es imposible negar que en este proceso de discusión han surgido muchas críticas, porque obviamente hay miradas e intereses diversos, eso es normal en democracia y al igual como ha ocurrido con todas las otras leyes de la Reforma Educacional, como Ejecutivo seguiremos dialogando con la disposición de enriquecer esta iniciativa.

Nuestra invitación a los actores es a tener un debate en el ámbito que corresponde; es en el Congreso donde deben presentar sus propuestas con el objetivo de lograr puntos de consenso que nos permitan tener una visión de Estado.

El debate es positivo porque estamos hablando de un proyecto de ley realmente transformador y tenemos la oportunidad histórica de poder, de manera democrática, definir la educación que queremos como país.

Como gobierno, hemos tomado una clara opción por la educación pública, y con esta iniciativa, estamos enfocando todos nuestros esfuerzos en fortalecer el sistema de educación superior estatal, lo que está reflejado claramente en la Reforma Educacional, que hoy está en marcha.

Pilar Soto seremi de Educación

El último informe económico regional del Instituto Nacional de Estadística (INE) evidencia una caída en la producción del metal rojo y en las ventas de supermercados, aunque creció la generación eléctrica y la superficie autorizada para edificación habitacional.

Las estadísticas coyunturales del INE (mayo) advierten que el sector económico Minería en su principal producto, el cobre, alcanzó las 249.293 Toneladas Métricas de Fino, decreciendo 10.1% en doce meses, lo que significa una disminución en la producción de 27.992 TMF respecto a mayo de 2015.

El descenso de la actividad tiene su fundamento en la menor producción de dos mineras privadas, que registran problemas por una baja en la ley del mineral y a la alta base de comparación.

Sin embargo, al compararse con el mes precedente, la producción de cobre experimentó un alza de 4.9%, lo que equivale a 11.745 TMS más.

Otro dato importante que entrega el INE, que en cierta medida evidencia los efectos de la caída del cobre y ajuste en las empresas mineras.

El índice de Venta de Supermercados (Isup) registró una disminución de 4.6%, respecto a igual mes del año anterior, después de anotar una variación positiva de 1.2% en abril de 2016.

Según el INE, el índice real de supermercados de la región alcanzó los 136.3 puntos, ubicándose en la séptima posición en la ránking nacional del Isup real, con 3.6 puntos sobre el índice nacional.

En definitiva, si bien la región registra valores a la baja, aún muestra potencialidad para resistir la caída del cobre, sobre todo a nivel de producción minera y el dinamismo que presenta su economía en términos generales.

No obstante, el problema más urgente parece estar en el desempleo. Este índice llegó a 8.3% en el trimestre marzo-mayo de 2016, el segundo más alto a nivel país y que grafica el problema en las regiones mineras.

Lo tranquilizante está en la constante generación de empleos en la zona y la fuerza laboral aumentó 9.2% en los últimos doce meses.