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Pequeños de El Salado debieron ocupar domo y container como salas de clases

EDUCACIÓN. Luego de la catástrofe del 25 de marzo de 2015 los niños y niñas usaron como jardín infantil estas estructuras a pesar del frío y la tierra. El 29 de julio recibirán un nuevo lugar.
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Alejandro Núñez

Era pasado el medio del 25 de marzo de 2015 cuando las tías, apoderados y los pequeños de la localidad del Salado veían cómo el río se llevaba su Jardín Infantil y Sala Cuna Arco Iris. Luego de más un año de hacer clases en un domo, en la tierra y luego en un container, podrán tener nuevamente su recinto el próximo 29 de julio con las condiciones óptimas para los niños y niñas del lugar.

La directora y educadora de párvulo, María Rodríguez aún se emociona al recordar esa "terrible" mañana en que "solamente nos quedaron algunas paredes". La mujer comentó que el Jardín Infantil Arco Iris se formó en 1997 con la participación de los apoderados y que tras años de postular a concursos públicos, recién a comienzo del 2015 había lograda implementar de forma completa el recinto que finalmente sería destruido meses después.

Adaptación

La "tía María" describió que en junio de 2015, mientras se encontraba en Taltal, dado que también se vio afectada con el aluvión, le envió un correo a la directora regional de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) para volver a habilitar el recinto, preocupada por la situación en que podían estar los niños y niñas.

Antes de la catástrofe el jardín y sala cuna tenía en total 40 pequeños. Al regresar a El Salado la mujer logró reunir a parte de su equipo de trabajo para hacer un catastro de sus alumnos, proceso que arrojó solamente 18 niños y niñas, dado que varios se habían ido de la localidad que pertenece a Chañaral.

En julio y luego de coordinar un plan de trabajo la profesional, logró habilitar un domo que fue donado por la Unicef como un improvisado jardín. En una primera instancia solamente se dedicaron a realizar el proceso de contención de los menores, dado que también estaban afectados por lo sucedido.

En esos primeros días solamente llegaron cinco niños. "Nosotros aprendimos muchos de pequeños porque ellos sabían perfectamente la situación", dijo Rodríguez, quien lloró al terminar esa narración.

Según los profesionales del lugar en ese tiempo las condiciones eran sumamente difíciles por el polvo en suspensión, las condiciones sanitarias y el frío. Las atenciones durante ese mes fueron de una hora y hasta dos horas solamente, dado que lo único que había eran un par de frazadas, algunos juguetes y colchonetas que sirvieron en varias actividades improvisadas.

Ya en agosto la preocupación era mayor por parte de la directora. En una reunión que tuvo con el alcalde de Chañaral Héctor Volta le solicitó el apoyo a través de la donación de un container para mejorar las condiciones dado que "los niños se estaban enfermando".

La solicitud tuvo una buena acogida y en pocos días llegó la estructura que mejoraba las condiciones al ser un recinto cerrado, dado que la carpa del domo se mojaba y la humedad afectaba a las personas.

Al pasar los meses la cifra de alumnos aumentó a 20 niños y niñas. El contenedor también se fue modificando según las necesidades de las parvularias. Las "tías" se encargaron de decorar y crear multiespacios para los programas que aplicaron.

Finalmente los alumnos y alumnas lograron cerrar el año en el container, con la creatividad de sus tutores quienes resaltaron que "no fue fácil". Ya en 2016 el recinto solamente ha sido utilizado por el equipo técnico y las educadoras de párvulo quienes coordinan la vuelta de sus 40 pequeños, incluido la sala cuna a sus nuevas y flamantes instalaciones que ya conocieron en junio.

Resultados

Monserrat Araya tiene cuatro años, con inocencia reconoce que lo que más le gusta del jardín es "jugar". La niña tiene como espacio favorito el amplio patio porque "hay muchos juegos y columpios".

Por su parte Franco Rojas, también de cuatro años, disfruta del nuevo recinto junto a su amigo Diego. El pequeño dijo que prefiere ahora el jardín porque el anterior "tenía mucha tierra porque pasó el río sucio y lo hizo tira".

Orgulloso Franco dijo que las "tías" le habían enseñado a contar hasta el seis y también los colores. En tanto su amigo Diego Rojo afirmó que el jardín "es más lindo porque me gustan los juegos".

Por su parte, la directora regional de la Junji, Marcela González, señaló que "la pronta reinauguración de este jardín infantil tiene un especial significado por todo lo que pasó con el paso del aluvión en la localidad de El Salado y todo lo que se hizo luego de este desastre natural".

La autoridad resaltó que "es importantísimo mencionar que nuestras funcionarias del jardín, no dejaron de atender un día a los niños y niñas de la localidad, primero en el albergue, luego en un domo y por último en un container mientras el jardín era reconstruido. Y nos sentimos contentos también por el trabajo que realizó la unidad de infraestructura de nuestra institución, en conjunto con Anglo American, en la reconstrucción de este jardín infantil".

Cabe señalar que el próximo viernes 29 de julio se reinaugurará, para toda la comunidad, el jardín con la presencia de la vicepresidenta Ejecutiva de Junji, Desirée López de Maturana e importantes autoridades locales .

"Nuestras funcionarias del jardín, no dejaron de atender un día a los niños y niñas de la localidad, primero en el albergue, luego en un domo y por último en un container"

Marcela González, Directora regional Junji

Antecedentes

El edificio destruido del Jardín Infantil Arco Iris estaba avaluado en $316.500.000

El nuevo recinto tuvo un costo de $ 116.477.471.