Algas Pardas: Desde nuestras costas a las mesas atacameñas
INICIATIVA. Es ejecutada por el Cridesat-UDA y por Atacama Seafood, es parte un Proyecto financiado por recursos del Fondo de Innovación para la Competitividad, FIC FNDR, del Gobierno Regional de Atacama.
Según distintas proyecciones, hacia el 2050 se espera que la población mundial alcance a los 9,4 billones de habitantes, estimación que no es indiferente a investigadores de todo el mundo, incluidos los de nuestra región, quienes desde la Universidad de Atacama y con el apoyo del Gobierno Regional, están buscando alternativas alimenticias acordes a la diversidad productiva de la región.
En este contexto, la mirada se dirige a nuestra larga y generosa costa chilena. Es ahí donde, de manera natural, nos hemos provisto, desde tiempos ancestrales, de los más exquisitos y nutritivos productos. Cabe destacar que la región de Atacama cuenta con 21 caletas reconocidas oficialmente, distribuidas en las tres provincias. De ese número, 18 son caletas rurales, es decir, sin infraestructura de apoyo, y sólo tres urbanas. Este dato explica el importante rol que cumple la pesca artesanal en comunas como Chañaral, Caldera y Huasco, por cuanto contribuye a la economía local y al abastecimiento de productos pesqueros para el consumo fresco de pescados, moluscos, crustáceos y algas, sí, algas para el consumo humano.
Algas pardas
Atacama, junto a la vecina región de Coquimbo, aporta con más del 68% de desembarque de algas pardas a nivel nacional, contribuyendo a la producción local como una importante fuente de recursos económicos.
"Actualmente la extracción de algas pardas M integrifolia, L nigrescens o berteroana y L trabeculata, más conocidas como Huiro, se utiliza en la industria textil, en la fijación de la tintura de las telas. En la industria papelera se usa, por ejemplo, como placa superficial en papeles de alta calidad. En la farmacéutica, para pastas de moldes dentales, como suplementos dietéticos y cremas corporales. Incluso, se utiliza en los electrodos de soldadura, ya que el alginato de sodio, uno de sus principales componentes, hace que sea fácil de quemar", explica Patricia Echeverría, biólogo marino y jefe del Proyecto FIC Algas Pardas.
Pero es en la industria alimenticia donde probablemente tenga un mayor impacto; de allí que un equipo de investigadores, liderado por el doctor Bernardo Sepúlveda, doctor en biología y académico de la UDA, se planteara el desafío de reunir a los extractores de algas de las comunas de Chañaral y Copiapó, hombres y mujeres de mar, proveedores de una valiosa materia prima, que han visto caer su valor comercial sostenidamente en los últimos años.
"Nutricionalmente las algas son ricas en minerales, fundamentalmente el yodo, pero también en magnesio, calcio, potasio y hierro. Son ricas en proteínas y en aminoácidos esenciales, aquellos que el organismo no puede sintetizar y que provienen de los alimentos. Son estimulantes del metabolismo y neutralizan el efecto de los radicales libres, responsables de acelerar el proceso de envejecimiento en los tejidos. Reducen los niveles de azúcar, colesterol y presión sanguínea. Incluso, resultan ideales para dietas de adelgazamiento", explica Patricia Echeverría, quien indica que a esta larga lista de deben agregar varios beneficios más.
Proyecto FIC- FNDR
"El Proyecto FIC- FNDR 2015: 'Elaboración de productos piloto para consumo humano a partir de algas pardas nativas de la región de Atacama', más conocido como FIC Algas Pardas, es para nuestro equipo, el primer paso en la diversificación de una especie que sin duda debería ser parte de nuestra dieta cotidiana. Para el Centro Regional de Investigación y Desarrollo Sustentable de Atacama, de la Universidad de Atacama, ejecutor del proyecto, el desafío es grande ya que además de entregar los conocimientos, herramientas y técnicas a quienes extraen y trabajan con este increíble alimento, la idea es presentarlo a la comunidad y hacerlo parte de nuestro consumo", comenta el doctor Bernardo Sepúlveda.
El objetivo del FIC Algas Pardas, iniciativa financiada con recursos del Fondo de Innovación para la Competitividad, del Gobierno Regional, que cuenta con el apoyo de la empresa Atacama Seafood, es potenciar el uso de las algas en Atacama, mediante la elaboración de productos piloto para consumo humano, elaborados desde algas pardas procedentes de la región.
En su desarrollo contempla las siguientes etapas: la implementación de una planta de procesamiento a escala piloto en Caldera. Luego, la adquisición de la materia prima correspondiendo a algas pardas frescas de la región de Atacama. Después, se debe determinar los diferentes productos que se pueden generar a partir de tres líneas productivas (conserva, deshidratado y congelado); y finalmente, se definirá la calidad y aceptación de los productos en base a parámetros de degustación.
Diversificación
productiva
Existen algunas experiencias parecidas al proyecto del Cridesat-UDA, realizadas en las regiones australes del país. Es el caso de un proyecto Fondef ejecutado por el Centro de Análisis de Alimentos (CEAL) de la Universidad de Los Lagos, cuyo objetivo era transferir un plan de manejo y negocios de estas especies a las empresas exportadoras. En el caso de esta iniciativa, la idea es generar productos a partir de las algas pardas, que hoy se utilizan principalmente secas y picadas, para extracción de alginato y - en menor cantidad - como alimento para abalón, pero apoyando a los pescadores artesanales y pequeños extractores de la zona.
De acuerdo a los datos de la Subsecretaria de pesca, desde 2014 hay cuotas de extracción de estas especies de algas en Atacama, entre las cuales Macrocystis tiene una cuota de 6.891 toneladas, Lessoniatrabeculata tiene una cuota de 13.696 toneladas y Lessoniaberteroana una cuota de 55.141 toneladas. El precio actual de venta de estas algas fluctúa entre los $50 y los $120 el kilo, con 35 a 40% de humedad (considerada seca). Estos valores son bastante bajos en comparación al periodo 2012 - 2013, en donde el alga seca llegó a costar $450 el kilo.
Los "alginatos" son polisacaridos que se extraen de las algas pardas y según cada especie, presenta diferentes cantidades. El alga seca tiene un rendimiento aproximado del 40% en relación al alga húmeda, mientras que el alginato tiene un rendimiento del 25% sobre el alga seca. Bajo estas condiciones, para obtener 100 gr. de alginato se requiere un kilo de alga húmeda.
"En la región de Atacama las algas sólo son explotadas como materia prima sin procesar, siguiendo el paradigma de Chile como país que extrae sin buscar agregar valor a sus productos, es por ello que en esta iniciativa se busca incrementar el valor de las algas de la zona por medio de la elaboración de productos para consumo humano", explica Patricia Echeverría y agrega que "si bien nuestro objetivo es investigativo y productivo, estará siempre acompañado del desarrollo sustentable, en este caso de la extracción de algas, acorde a la necesidades de los pescadores artesanales y extractores de nuestra región, de ahí el valor de su identidad local como producto atacameño, amigable con el medio ambiente, de alta calidad y al alcance de todos los bolsillos", concluye.
$50 y hasta $120 el kilo puede fluctuar el precio actual de venta de estas algas, esto con 35 a 40% de humedad (considerada seca).
40% es el rendimiento de un alga seca, en relación al alga húmeda, para obtener 100 gr. de alginato se requiere un kilo de alga húmeda.