Alejandro Núñez

S in duda la crisis hídrica es uno de los temas de la agenda regional que preocupa a las autoridades por la agudización del tema. Uno de los puntos que se busca solucionar son las fallas que presenta el embalse Lautaro, pero la Junta de Vigilancia del Río Copiapó (JVRC) informó que el proyecto de un nuevo tranque o Lautaro 2.0 no cuenta con financiamiento y la iniciativa se encuentra en foja cero.

El jefe Área Técnica JVRC, Cristian Cortés explicó que "por ahora, el Lautaro 2.0 es solo el gran anhelo de todos los regantes del Valle de Copiapó. Cuando en 2013 el Estado nos traspasó el Embalse Lautaro, como Junta de Vigilancia del Río Copiapó y sus afluentes asumimos un compromiso con su mejoramiento. Por eso, hemos impulsado una serie de proyectos que nos permiten operarlo con mayor seguridad y mejorar los niveles de control en su operación, como el Proyecto de Telemetría y Control Automático que actualmente se está desarrollando, pero como organización de regantes no contamos con los recursos suficientes para llevar a cabo un proyecto de la envergadura del Lautaro 2.0".

El profesional detalló que "estamos buscando modelos de negocios que permitan financiarlo, ya que tenemos la certeza de que la articulación entre el mundo público y el mundo privado es la única forma viable para solucionar, de una vez por todas, el constante problema hídrico de nuestra zona".

Actualmente, el proyecto "Mejoramiento Embalse Lautaro" o "Lautaro 2.0" se encuentra en etapa de factibilidad técnica y esperamos que SCM Lumina Copper Chile, Caserones (que efectúa el estudio en el marco del Anexo de Convenio con JVRC) entregue los resultados definitivos en el transcurso de este año. Cumplida esta etapa, se sabrá cuál es la mejor alternativa para mejorarlo y determinar cuáles serán los recursos necesarios para implementarlo.

Fallas

El estado del Embalse Lautaro es tan complicado que de los 27 millones de metros cúbicos que han ingresado se han infiltrado 14 millones, o sea, está dejando de utilizar el 53% del agua que ingresa. Cortes puntualizó que "si tenemos en cuenta que es la única obra de regulación y acumulación con que cuenta todo el Valle de Copiapó, la única alternativa para solucionar la crisis hídrica es llevar a cabo las mejoras que requiere".

Construido por la entonces Dirección de Riego, mediante aportes estatales y colocación de acciones con fines de regadío y se terminó de pagar en el año 1958 con ayuda de los agricultores de la zona. El cierre lo forma un muro de materiales detríticos del lugar, taludes enrocados y su altura máxima es de 24 metros por sobre el caudal del río con una capacidad inicial de 42 millones de m3. Este es operado por la JVRC desde los años 50, y en la actualidad la altura máxima de embalsamiento es de 24.23 metros, partiendo de los 8 mts cota, lo cual crea una capacidad de 25.4 millones de m3 (batimetría realizada el año 2007). La disminución de la capacidad del embalse es de aproximadamente 17 millones de m3, debido al afecto de colmatación.

El tranque 2.0 busca tener una obra de acumulación eficiente. En términos simples, la solución se basa en la materialización de un embalse acumulador con una capacidad de 12 millones de m3 revestido, inserto dentro del actual Embalse Lautaro, el contar con dicha obra en el corto plazo, permitirá una coexistencia entre los sectores agrícola, minero y sanitario, permitiendo además un recarga real al acuífero del valle, mediante la escorrentía del Río Copiapó, hacia los distintos sectores del acuífero.

Según la junta, el problema de los regantes de aguas superficiales, no es la falta del recurso hídrico, sino que no se cuenta con la infraestructura necesaria para acopiar el agua en los meses de invierno, para después asegurar la temporada.

Autoridad

El seremi de Obras Públicas, César González puntualizó que "tanto para nosotros como para toda la región es importante avanzar en proyectos como el Lautaro 2.0 y otros que nos permitan mejorar sustantivamente la seguridad hídrica de la cuenca del río Copiapó. En particular, estamos hablando de la principal obra de acumulación que tenemos en la cuenca y por ello el MOP siempre estuvo preocupado de su mantenimiento, mientras fue de propiedad del Estado, hasta el año 2013 cuando se traspasó a la Junta de Vigilancia del Río Copiapó".

En cuanto la posibilidad de inyectar recursos para su construcción, la autoridad sinceró que "sólo sería posible, por ahora, mediante alguna fórmula de financiamiento público-privada, mecanismo que estamos abiertos a explorar si los dueños del Embalse nos lo solicitaran, situación que hasta ahora no ha ocurrido".

Finalmente sobre las medidas que se están tomando para enfrentar la crisis hídrica de la zona, González dijo que "estamos invirtiendo importantes recursos a través del convenio de programación del Gobierno Regional y la Comisión Nacional de Riego".

53 por ciento del agua que contiene el tranque Lautaro se infiltra y finalmente no llega a los regantes. En total son cerca de 14 millones de metros cúbicos que se dejan de utilizar.

2013 el Estado traspasó el Embalse Lautaro a todos los regantes del Valle de Copiapó.

La creencia popular dice que siempre que hay nieve en cordillera, a futuro tendremos agua corriendo por los ríos. Pero en la región, la nieve no siempre se transforma en agua. Y es que las altas temperaturas, el viento y las condiciones ambientales provocan que pase directamente desde el estado sólido al gaseoso. En cordilleras como la nuestra, se cree que este proceso es mucho más común. Por esta razón, expertos de la Universidad de Chile están desarrollando un proyecto para establecer cuál es la cantidad de nieve que, simplemente, se evapora.

"Determinación de Aportes Hídricos por escorrentía y pérdidas por sublimación de nieves, en la cuenca del Río Copiapó" es una investigación clave para zonas como la nuestra, donde la crisis hídrica es constante y resulta trascendental determinar el desarrollo de este tipo de fenómenos.

Avances

Rodrigo Fuster, académico del Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, quien está a cargo del proyecto explicó que "el modelo de balance hídrico se fue desarrollando y tenemos las primeras estimaciones puntuales en el espacio, es decir, como si se modelara un punto dentro de la cuenca muy cercano a donde está instalada la estación que permite ir simulando cuál sería la respuesta hidrológica luego de una nevazón, cuánta agua se pierde por sublimación. Ese hito está cumplido, al igual que la estimación de la cobertura nivel histórica, donde se analizaron 15 años de información diaria de cobertura de nieve en la cuenca de cabecera del Río Copiapó y las respuestas hidrológicas en el río, de manera de encontrar relaciones entre la cobertura nivosa y la respuesta hidrológica".

"El modelo puntual -que es un modelo matemático y hay que entender que como buen modelo es una aproximación de la realidad- habla que en un punto, si las precipitaciones son muy bajas y la cobertura de nieve no es muy abundante, prácticamente toda la nieve se pierde como sublimación, dadas las condiciones técnicas de temperatura. Pero eso es un modelo, la gracia de tener la estación instalada es que nosotros podamos medir y no estimar qué es lo que pasa con la nieve", precisó el experto.

Las labores comenzaron en septiembre de 2014, pero la naturaleza ha jugado varias malas pasadas. Como en marzo de 2015, cuando los aluviones impidieron al equipo instalar la estación meteorológica, clave para el proyecto.