El desarrollo de la mujer en distintos ámbitos de la sociedad es hoy un tema país, impulsado por distintos actores de la sociedad. Muchos de ellos con misiones o visiones que versan en contribuir a la visibilización y aumento del emprendimiento femenino, generando redes y alianzas que fortalezcan y desarrollen las capacidades emprendedoras de las mujeres para contribuir en la sustentabilidad de sus negocios y su potencial crecimiento.
Lo cierto es que se hace necesario potenciar y apoyar al descubrimiento de estos nuevos espacios y oportunidades de negocios junto a los problemas que aún enfrentan las mujeres para posicionarse en el mundo del emprendimiento.
Una de esas alternativas es la nueva versión del ciclo de Encuentros de Emprendimiento e Innovación que se desarrollan en Atacama. La iniciativa ejecutada por Chrysalis, la Incubadora de Negocios de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso con sede en Copiapó y financiada por el Gobierno Regional de Atacama, tendrá una segunda parte en el marco del programa de emprendimiento Wilca Tech.
Por donde deben ir los caminos del emprendimiento femenino, las respuestas son muchas, así como muchos los motivos por los cuales las mujeres emprenden, sin generalizar en la idea, hay historias en las cuales los deseos de salir adelante, cuando solo existen exigencias económicas, deudas o hijos que sacar adelante, son detonantes de lo que luego de enfrentar con mayor ahínco las dificultades se transforman en grandes empresarias.
La Asociación de Emprendedores de Chile en colaboración con Mujeres del Pacífico, realizó una encuesta a emprendedores de todo el país, cuyos resultados dieron forma al estudio llamado "Radiografía del emprendedor chileno". Las cerca de 615 respuestas, arrojaron resultados interesantes por ejemplo el 28 por ciento de las mujeres decidieron emprender porque de esta forma compatibilizan trabajo con familia mientras que el 34 por ciento de las mujeres emprendieron este rumbo por lograr una mayor independencia.
El camino es cuesta arriba puesto que el 55 por ciento ha fracasado en sus primeros intentos, mayormente por falta de financiamiento y clientes, y asimismo consideran que aún las facilidades para emprender en país son relativamente escasas.