Un proceso participativo
Autoridades buscan que la gente se involucre y se convierta en el eje fundamental de las reformas a la Constitución. Esta disposición es la que deben aprovechar las autoridades para elevar la participación ciudadana y de los jóvenes quienes son los llamados a cambiar el sistema.
N o hay que dudar que el gran objetivo del proceso constituyente que lanzó el actual gobierno es lograr una amplia participación de los distintos segmentos de sociedad. No conformarse con lo que pueda opinar la clase política, los grandes grupos empresariales o algunas organizaciones sociales y laborales, sino que llegar hasta aquellas unidades básicas que son importantes en el entramado social.
Dentro de esto último están los jóvenes, quienes hace poco más de una década han demostrado una apatía a los procesos eleccionarios y a la participación política. Decepción que obligó a un cambio en la ley de Elecciones, el que lejos de obtener resultados positivos ahuyentó aún más a los jóvenes y a un importante número de ciudadanos de las urnas.
Hoy el convencimiento es otro al iniciar el proceso que finalizará con importantes cambios a la constitución política de nuestro país. Se busca ser asertivos al momento de incentivar y de motivar a los distintos sectores de la sociedad, sin signos de obligatoriedad sino con el llamado a la conciencia de los electores.
Es decir, se pretende que en cada uno de los chilenos brote la necesidad de la participación amparado en que es la única manera de mejorar todo aquello que criticamos desde nuestra posición de ciudadano. Ser un ciudadano activo en este proceso constitucional.
A nivel nacional ya se han iniciado distintos diálogos con vecinos y principalmente con estudiantes. Es precisamente este segmento etario el que ha manifestado gran interés en participar, pero se declaran inexpertos en estos temas, pero dispuestos a recibir la orientación y prepararse con el objetivo de entregar propuestas claras y que sirvan para enriquecer la futura carta fundamental.
Esta disposición es la que deben aprovechar las autoridades para elevar la participación ciudadana y de los jóvenes quienes son los llamados a revolucionar el sistema.
Si este ánimo participativo se contagia, los resultados prometen ser mucho más representativos de lo que se está viviendo y de lo que se espera para mejorar la mirada del país.