La secretaria ministerial de Salud de nuestra región dio a conocer algunos alcances de la ley que pronto será promulgada, sobre composición nutricional de los alimentos y su rotulación, y que además dispone normas acerca de la alimentación de los escolares al interior de los establecimientos educacionales. Se establecen multas que pueden alcanzar hasta los $45 millones a los colegios infractores

Se trata de la ley 20.606, que deberá entrar en vigencia el 26 de junio próximo, que establece nuevas normas sobre composición nutricional y publicidad de los alimentos altos en azúcares, calorías, grasas saturadas y/o sodio, los que deberán lucir un etiquetado que va entre uno y cuatro rombos negros, dependiendo de cuantas de estas categorías tengan. Estos alimentos, que en términos generales forman parte de la denominada comida chatarra, no podrán venderse al interior de los colegios. Asimismo, no podrán publicitarse en medios dirigidos a menores de 14 años ni tampoco podrán estar asociados a regalos para niños. Es interesante apuntar que no solo los alimentos envasados quedaran sujetos a esta prohibición, sino todos aquellos que son preparados de manera artesanal, en quioscos o casinos, como sopaipillas, papas fritas o completos.

Estas y otras medidas, forman parte de las campañas para evitar la obesidad o sobrealimentación de los menores, ya que en la región, como lo ha precisado la Seremi de Salud el 24,2% de los niños menores de 5 años presentan sobrepeso y el 9,3% obesidad. Las prohibiciones y recomendaciones, también deben estar dirigidas a la población en general, como una forma de ir logrando una verdadera educación en este sentido, ya que aparte de los peligros para la salud de toda clase de personas, muchas familias cometen el error de incluir en las colaciones que sus hijos llevan al colegio, alimentos que pueden ser peligrosos para su salud.

Se trata ciertamente de medidas muy atingentes, toda vez que pese a las campañas, aun en algunos establecimientos se continúa con la práctica de venta de alimentos no recomendables, aunque justo es reconocer, que fruto de la difusión anterior, en muchos establecimientos simplemente se ha cortado de raíz la venta a los escolares. Y los mas importante es que los padres asuman que no deben contribuir a la mala alimentación de sus hijos.