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Gerardo Díaz "el pescador caminante" y su paso por la comuna de Copiapó

DESAFÍO. El hombre partió a pie desde Chiloé y tiene como objetivo llegar hasta Arica, en señal de protesta por la actual Ley de Pesca que pide sea derogada.
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El "Pesacador Caminante" Gerardo Díaz llegó a pie Copiapó desde Cucao, Chiloé, estuvo algunas horas en la capital regional y emprendió el rumbo hacia la ciudad de Arica. ¿La razón? El hombre apostó por recorrer 3.261 kilómetros como forma de protesta, en principio, por una multa que fue -a su juicio- injustamente cursada y que luego fue revocada por la Corte de Apelaciones de Talca. No obstante, el motivo de tu travesía también radica en la actual Ley de Pesca, la que pide sea revisada, derogada y eliminada.

Relato

Se dedica desde los ocho años al rubro de la pesca artesanal, luego que su hermano de nueve años falleciera en un accidente en el mar. A sus 53 años, Díaz comenzó una caminata el 8 de diciembre de 2015 desde Chiloé hasta el Palacio de La Moneda con el fin de protestar por una situación que le afectaba directamente, debido a que -según comentó- le fue cursada una multa por exceder la cuota de extracción asignada para los pescadores en Constitución.

En total habrían sido 15 millones de pesos los que debía pagar. Sin embargo, su convicción de inocencia lo llevó a conversar con un abogado que pudiera llevar su caso a la Corte de Apelaciones de Talca -donde se estudiaba el caso-. Producto de las diligencias, el 16 de marzo pasado la Corte de Apelaciones revocó, rechazó y absolvió la medida impuesta al pescador.

No obstante, y pese al dictamen, Díaz decidió seguir con su larga caminata que ha continuado desde Santiago y que terminará, según comentó, el día en que logre arribar al Morro de Arica, e instale la bandera chilena que lo acompaña como símbolo de la travesía.

El hombre ha recorrido siete regiones junto a su bastón de madera, uno de los tantos obsequios que ha recibido a lo largo de la ruta, junto a su mochila y su bandera, como mudos compañeros de viaje.

El pescador, que hasta ayer sumaba más de 2.000 kilómetros recorridos, comentó que "el 2015 me entero de una situación por una multa, me querían cobrar 15 millones de pesos por algo que no hice. No tenía los recursos para pagar y menos lo haría por algo que no hice. Desde ahí pensé en caminar hasta Santiago para entregar una carta a la Presidenta donde explicaba mi caso y lo injusta que es la Ley de Pesca que hoy rige a los pescadores artesanales".

El sureño sostuvo que "en el camino fui comprendiendo que hay un montón de situaciones donde, políticos corruptos, hoy están acabando con este planeta. Por eso decidí continuar el viaje hasta Arica, donde pienso llegar vivo o muerto pero llegaré"

Díaz recibe a diario el apoyo de los conductores de la ruta que le alientan a seguir en su travesía, quienes lo ayudan con agua y alimentos. "Ven en mí la impotencia que vive el pueblo y la rabia que genera este abuso por parte del Estado, de los Gobiernos. Yo poco sé de leyes; poco sé de leer y escribir, pero sé de injusticias y eso no lo quiero para mi país ni para los niños. Los jóvenes que tendrán que encontrarse en el futuro con ciudades sin agua, con contaminación en los mares, con falta de peces porque los factorías (barcos) están acabando con todo y nadie los detiene porque tienen intereses creados", añadió.

El pescador participó en una de las reuniones de la Mesa del Sector Público relativa al nuevo trato y el Bono Atacama, instancia donde planteó sus ideas que fueron bien recibidas por los funcionarios públicos, según comentó. "Fue muy bonito participar, la gente me respetó y me escuchó, y agradezco a los copiapinos que ayudaron. El saber que hay gente que piensa como yo es lo que me motiva a seguir este camino", dijo.

Díaz camina diariamente entre 30 y 33 kilómetros promedio y entiende que ahora se viene la parte más difícil del trayecto, ya que las fuerzas se agotan y las noches se hacen frías en la carretera. "Solo pido a los adultos que se levanten sin lavar su cara y vean el rostros de sus hijos dormidos, y se pregunten: ¿Es este el futuro que esperan para ellos?", cuestionó el caminante, mientras enfila su camino hacia Caldera. |