Amenaza a la marina mercante
La Comisión Nacional de Productividad insiste en la medida que abre el cabotaje a las navieras de bandera extranjera. Desde las primeras leyes de fomento a la Marina Mercante Nacional, se ha estimado como obvio que el cabotaje quede reservado a los buques que tengan bandera chilena.
La recomendación de la Comisión Nacional de Productividad de abrir la carga de cabotaje a empresas navieras extranjeras, ha tenido un natural y enérgico rechazo de las empresas navieras nacionales, agrupadas en la Asociación Nacional de Armadores (ANA).
Aunque estas y otras propuestas de esta comisión gubernamental no son nuevas, hoy se está insistiendo en ellas, con el propósito de esta entidad que es el de estimular la competencia a través de 21 medidas. En el caso concreto del que hablamos, los representantes de los armadores piensan que en el rubro cabotaje se generaría un efecto contrario, con una secuela de pérdidas económicas, disminución de los servicios y una fuerte reducción de las plazas de trabajo en una actividad donde hay mucha oferta laboral.
La ley de fomento a la Marina Mercante Nacional, con diversas modificaciones, ha tenido por objeto entregar facilidades a las empresas chilenas, que pagan impuestos, que contratan a personal chileno y que realizan sus inversiones en nuestro país, y así lograr una flota mercante con bandera nacional que sirva a los intereses del país, sobre todos en los periodos de crisis, tal como se ha observado con la disminución de transporte para las exportaciones e importaciones cuando se han registrado conflictos bélicos de envergadura. En las mencionadas leyes y medidas encaminadas al fomento de nuestra marina mercante, se ha estimado como obvio que el cabotaje debe estar reservado a las empresas nacionales.
En relación con la propuesta, el gerente general de la ANA, Ricardo Tejada, precisó que no ven cómo se puede mejorar la productividad del país haciendo que naves extranjeras participen en el cabotaje, las que cuentan con una serie de ventajas, además que se estima que en un 90% de las naves que entrarían en este servicio lo harían con bandera de conveniencia, que tienen costos muy bajos y cuyas dotaciones reciben un 30% menos de remuneraciones que los nacionales, generando más desempleo, ya que hoy de un total de 10 mil marinos mercantes chilenos, sólo unos tres mil están ocupados a bordo.
Debe estimularse la Marina Mercante Nacional para que pueda alcanzar una mayor eficiencia y generar una fuerte competencia y así favorecer a los usuarios, que optarán por los mejores y más baratos servicios, estimulando de esta manera el verdadero fomento para el crecimiento del número de buques con bandera chilena.