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Sostienen que "estigmatización" a extranjeros es una realidad latente

COPIAPÓ. El ámbito laboral es uno de los factores que incidiría en la percepción de la ciudadanía. En 2015 se tramitaron 2.934 solicitudes de residencia para extranjeros en la provincia.
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"Una vez, por una entrevista de trabajo por teléfono, la señora me dijo: ¿Qué color de piel tiene? Hasta dónde han llegado...". El relato de Andrea Dueñas, colombiana que reside en Copiapó, reflejaría parte de los actos discriminatorios que enfrenta, desde su llegada a la ciudad, por ser inmigrante.

A diferencia de regiones como Antofagasta y Santiago, donde ciudadanos extranjeros y nacionales se han visto involucrados en episodios de violencia, en la Provincia de Copiapó este tipo de manifestaciones no ocurriría con frecuencia, ya que, en 2015, del total de delitos de alta connotación pública cometidos solo el 2% fue protagonizado por un inmigrante, según el reporte actualizado de la Subsecretaría de Prevención del Delito.

Pese a ello, vecinos de la comunidad colombiana y ecuatoriana que residen en la capital regional sostienen que la estigmatización es una realidad latente en la población. Hecho que se vería reflejado al momento de optar a un puesto de trabajo, según explicó Jorge Alfaro, director del departamento de Acción Social del Obispado que está a cargo de la Casa del Migrante.

Realidad provincial

En su negocio de comida al paso, ubicado en el sector de El Palomar, los problemas cotidianos entre Andrea y parte de sus vecinos serían recurrentes. "Dicen que los colombianos vienen a quitar el trabajo; que le quito los clientes (…) Me preguntan si vendo coca liquida o en polvo. Piensan: Como es Colombiana, siempre vienen a lo mismo, y no es así", indicó la mujer.

Lo anterior se añadiría a la percepción -ligada a las drogas y la prostitución- que hoy tendría la comunidad respecto a las ciudadanas procedentes de Colombia, lo que desencadenaría una compleja convivencia. "Me han pasado cosas que en Colombia nunca me han ocurrido. Me han robado, me quisieron subir a una camioneta… Un colectivero, cuando venía de trabajar, me preguntó en qué night club trabajo. Por favor. Generalizan y no todas somos así", destacó Dueñas.

Según información entregada por la Gobernación Provincial de Copiapó, gran parte de los migrantes establecidos en la zona realizarían trabajos no ejecutados por vecinos nacionales, mientras que otros desarrollarían actividades compartidas en áreas como la agricultura, servicios y la construcción, siendo las mismas condiciones laborales tanto para chilenos como extranjeros.

Sin embargo, en el ámbito laboral también existen factores "problemáticos" que enfrentan las extranjeras que optan por el puesto de asesora del hogar. "No quiero decir que todos son malos patrones, hay excelentes, pero, generalmente, qué sucede: las despiden de un día para otro y no les quieren pagar nada; las cotizaciones no pagadas", comentó Jorge Alfaro, director del Departamento de Acción Social del Obispado de Copiapó.

Alfaro agregó que "la discriminación, el abuso, es con algunos patrones (…) yo anoto a las personas que vienen a buscar trabajo, llamamos a entrevista y ellos (jefes) escogen. Les gustan los de Bolivia y de Perú, pero también ellos son más sumisos".

Sidney Manosalva es ecuatoriana y reside hace 14 años en la capital regional. La vecina, que también es presidenta de la Corporación Centro Ecuatoriano de Atacama, señaló que al interior de su comunidad, y entre esta y chilenos, no existirían mayores problemas de convivencia. "Tenemos esa suerte de la mayoría de la oleada migratoria ser profesional a nivel superior, pero también tenemos técnicos, y ahora estamos tratando a las personas que vienen a buscar en las parras, servicios domésticos", enfatizó.

Sin embargo, Manosalva sostuvo que en otras comunidades extranjeras el panorama es diferente. "No deberíamos mirar siempre la parte negativa, hay profesionales y personas de muy buena calidad. Darles un poco más de espacio y tratar de llevarlos de la mano. Si los estigmatizamos siempre vamos a irnos hacia ese lado. Hay que darle un poco de apertura", añadió la ecuatoriana.

Para la vecina, el problema "somos los adultos y no nos damos cuenta que nos estamos llevando a las nuevas generaciones hacia lo mismo".

En las comunas de Copiapó y Tierra Amarilla el Obispado dispone de casas de acogida para recibir a vecinos inmigrantes. Iniciativas que tienen como objetivo generar "acompañamiento".

"En Copiapó la discriminación se da, pero no todos lo son. Las estadísticas dicen que la mayor cantidad de profesionales lo aportan los colombianos en Chile (...) En Antofagasta es mucho más profundo (…) han hecho marchas contra los inmigrantes, pero hace años atrás también se repartieron volantes en las poblaciones contra los migrantes, en Copiapó, y nadie dijo nada", destacó Alfaro.

En cuanto a las actividades laborales que más desarrollarían las comunidades extranjeras en la región, de acuerdo al registro de personas inscritas para optar a un puesto de trabajo, el director del departamento que está a cargo de la Casa del Migrante afirmó que "generalmente, los colombianos están en lo de la fruta, son muy buenos trabajadores manuales. Hay un sector que está en la prostitución, pero también habrán de otras nacionalidades. Los bolivianos están como trabajadores temporeros, y al peruano les cambió un poco la vida porque es más capacitado que el chileno, maneja la retroexcavadora, todo tipo de maquinaria minera", dijo Alfaro.

Reporte actual

Según consta en los registros de solicitudes de residencia del Departamento de Extranjería y Migración de la Gobernación Provincial de Copiapó, en 2014 se realizó la tramitación a 3.465 extranjeros, mientras que el año pasado 2015 la cifra descendió a 2.934. No obstante, la cifra total de inmigrantes que habitan en Atacama aún no estaría consolidada.

Y es que INE (Instituto Nacional de Estadísticas) se encontraría trabajando en el proceso de precenso 2016, el que arrojaría -entre otros datos- el número de extranjeros que vive actualmente en la provincia y la región.

En materia de violencia y seguridad pública, respecto a las dificultades que se han presentado a nivel social en la Provincia de Copiapó, entre comunidades extranjeras chilenos, y al 2% de casos de violencia protagonizados por inmigrantes, la entidad señaló que "no hemos vivido afortunadamente este tipo de situaciones. Existen instituciones como el Obispado, las Iglesias Evangélicas y Mormona que realizan un trabajo de integración con las comunidades migrantes (...)Por lo que segregar a una población en específico, por su nacionalidad en este aspecto, es estigmatizar fácilmente a la mayoría de la población que viene a fortalecer el ámbito laboral, económico y cultural del país".

2.934 solicitudes de residencia fueron requeridas por extranjeros, el año pasado en la Provincia de Copiapó.

13 personas es la capacidad que actualmente tiene la Casa del Migrante de Copiapó, recinto dispuesto por el Obispado para dar resguardo a extranjeros sin hogar.

MOP informó sobre montos invertidos en 2015 durante la etapa de emergencia

25/M. La cartera también dio a conocer la inversión que se destinó para cubrir los daños en otras regiones afectadas.
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A raíz de una denuncia efectuada el domingo en un medio de comunicación nacional, respecto a eventuales "inconsistencias" en las cifras que el Ministerio de Obras Públicas habría invertido durante el período de emergencia, la cartera informó que el gasto en emergencia efectuado por la Secretaría de Estado en 2015 alcanzó la cifra de 56.667 millones de pesos, en la región de Atacama, con motivo de los aluviones que afectaron a Diego de Almagro, Chañaral, Copiapó, Tierra Amarilla y Alto del Carmen.

Inversión

La Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda (Dipres), en el Oficio 160, da cuenta de una inversión de 67.942 millones de pesos destinada por parte del Ministerio de Obras Públicas en el proceso de emergencia, monto que incluiría los 56.667 millones de pesos invertidos por la misma cartera en la región de Atacama.

A la inversión anterior se añadirían otros 11.275 millones de pesos que corresponden a gastos registrados en las regiones de Tarapacá (743 millones de pesos), Antofagasta (9.475 millones de pesos) y Coquimbo (1.057 millones de pesos), para enfrentar también los daños que los aluviones del 2015 provocaron en algunas zonas.

Todo lo anterior se traduciría en una suma de 67.942 millones de pesos correspondiente a los montos gastados por el Ministerio de Obras Públicas durante el período de emergencia en la zona norte del país.

La repartición agregó a las cifras antes mencionadas el desembolso de dineros por concepto de proyectos interregionales ejecutados por la Dirección de Arquitectura y de la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas, lo que incrementaría el gasto del proceso de emergencia, en 2015, a un total estimado de 57.342 millones de pesos en la región de Atacama.