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Expertos de la UC sugieren repensar el borde costero de Chañaral ante riesgos

LINEAMIENTOS. Académicos de la Universidad Católica pusieron el acento en la necesidad de "ejercer presión" para actualizar el plan regulador que incorpore "zonas vulnerables".
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Crecer en altura, incorporar los estudios técnicos al plan regulador y repensar la edificación del borde costero son parte de los lineamientos que tres expertos de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) indicaron como los ejes que hoy deben primar en la planificación urbana de Chañaral, una de las comunas más golpeadas por los aluviones del año pasado y que dejó en evidencia "zonas críticas" en materia de riesgo geográfico, como la avenida comercial Merino Jarpa y el sector de la Costanera, las que, a juicio de los académicos, deben ser evaluados como espacios comerciales o de esparcimiento, pero no como zonas de residencia.

Roberto Moris, director del Observatorio de Ciudades UC, Pablo Osses, geógrafo y docente de la casa de estudios, y Luis Bresciani, docente del área de Planificación y Gestión Urbana de la UC, forman parte del grupo de trabajo que se encuentra desarrollando un conjunto de propuestas que apuntan a transformarse en acciones viables económica y socialmente, y que permitan tomar decisiones hacia adelante en el ámbito de infraestructura.

Los expertos concuerdan en que, si bien, existe voluntad del Municipio de Chañaral de colaborar en el proceso investigativo, hoy es preciso "ejercer presión" sobre las autoridades e incorporar los estudios técnicos en la actualización del plan regulador comunal que se vio sobrepasado por la catástrofe del año pasado.

Si bien, Moris señaló que las zonas críticas no se pueden llamar como tales, de manera oficial, mientras el plan regulador no las incorpore, también manifestó que existen áreas vulnerables -geográficamente- donde ya se podría "tomar decisiones".

"chañaral puede crecer en altura"

El geógrafo de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), Pablo Osses, parte del equipo que se encuentra trabajando junto al municipio de Chañaral, sostuvo que la información relativa a catástrofes y riesgos geográficos se ha ido construyendo en función de eventos previos ocurridos en esa zona. "No existía nada, eso es lo más increíble. No existía ninguna información consistente, pública, previa a esto", comentó.

Con base a hechos de este tipo ocurridos en tiempos pasados, el investigador afirmó que "al sector de la Costanera se lo han llevado maremotos, los aluviones del año 70'; se inundó en el 50'; se volvió a inundar el año pasado y siguen construyendo ahí. No tiene sentido".

Por ello, Osses afirmó que una opción viable para el puerto sería edificar "hacia arriba"."Chañaral puede crecer en altura, pasar de estas viviendas de un piso, chicas, a edificios de tres o cuatro pisos. Probablemente tendríamos una ciudad siglo XXI. Chañaral tiene que crecer hacia arriba; crecer en densidad y no en distancia".

No obstante, el geógrafo señaló que "en la medida que el plan regulador se haga con la verdad, no inventando mentiras, y se cumpla realmente, vamos a resolver estos problemas. Mientras primen los intereses económicos y políticos en los ordenamientos territoriales esto no va a tener solución y el río Salado va a seguir llevándose personas".

"sí debería haber erradicación"

Roberto Moris, director del Observatorio de Ciudades UC, señaló que "sí debería haber erradicación de los sectores más vulnerables, en especial en lo relativo a residencia. Puede haber equipamiento, pero no infraestructura crítica que afecte el funcionamiento de la ciudad". Sin embargo, el investigador afirmó que "no se puede hablar de erradicación sola, tiene que ir acompañada del dónde y cómo".

Respecto a cuáles son las áreas críticas que se han detectado en el puerto, Moris sostuvo que "todo lo que sea hoy día estudio no es oficial (…) Lo que sí, las áreas de riesgo son bastante evidentes (…) Tanto en Chañaral como en Diego de Almagro se definieron zonas que se llamaron críticas. Son zonificaciones transitorias. Las únicas zonas oficiales de riesgo son las que van a quedar en el plan regulador".

En este sentido, el experto de la UC planteó que los estudios generados posterior a la emergencia aportarán en calidad de información que permita tomar decisiones a largo plazo. "En general, en muchos lugares, ¿por qué no hay plan regulador? Es porque a las autoridades no le gustan lo que plantean los planificadores respecto al riesgo. Por eso, hoy es mucho más relevante que se genere presión, y cuando lleguen los estudios técnicos realmente sean considerados", manifestó el docente.

"el estado debe invertir más"

Luis Bresciani, docente del área de Planificación y Gestión Urbana de la UC, señaló que, respecto al lineamiento que hoy debería liderar el proceso de edificación en los puntos críticos de Chañaral, se ha propuesto repensar la ciudad desde una infraestructura del borde costero que potencie el uso recreativo y el turismo.

En este contexto, el experto destacó que, en lo relativo a la planificación urbana de áreas de riesgo, "Chañaral necesita con urgencia modificar su plan regulador comunal para establecer zonas de riesgo donde se excluya toda edificación, transformando esas zonas en parques y espacios públicos, y definir zonas de transición donde solo se pueda construir comercio o servicios, impidiendo que viviendas se localicen, como es el caso del barrio comercial de Merino Jarpa".

Bresciani agregó que "el Estado debe invertir más en infraestructuras en el río Salado y el borde costero que otorguen seguridad y creen espacios públicos de calidad que devuelvan el alma a una comunidad traumatizada por años de abandonos".

En cuanto al área patrimonial de la comuna, el docente explicó que "si se quiere revitalizar la ciudad, potenciar el turismo y reforzar la identidad local, el barrio histórico (...) debe ser renovado. No solo con la inversión en restauración de decenas de edificaciones hoy abandonadas, sino mejores espacios públicos y nuevas edificaciones".