Hay alguien que al parecer quiere más a Luis Jara que él mismo. Se trata de Margot Cuevas, la mujer que sin saberlo se hizo conocida en redes sociales cuando el mismísimo cantante se declaró sorprendido al recibir una foto de una desconocida en el Metro, que tenía tatuada nada menos que su rostro en un brazo. Ayer en el matinal "Mucho Gusto" lograron tomar contacto con ella y la llevaron al set para que cumpliera el sueño de conocer a Luis. Ahí él le cantó y le confesó que se sentía "responsable del cariño que me tiene (...) trataré de no desilusionarte nunca porque ese cariño es demasiado lindo", le dijo a Margot. Ella trabaja como auxiliar de aseo en el Hospital del Trabajador y es una fanática total de Luis. "He tratado de ir a todos los conciertos que más he podido", contó. La mujer se hizo el tatuaje el año pasado, porque así, "donde voy, voy con él", dijo, afirmando que sus hijos la apoyaron en su decisión e incluso fue una de sus hijas quien la puso en contacto con el programa.
Al ver el tatuaje, Lucho se fijó en que "tiene las patas de gallo, el ceño fruncido, las líneas de expresión y... ¡mira el hoyito!", dijo al ver el dibujo de su mentón. ¿Y por qué sale tan enojado Lucho en el tatuaje? "A los que me preguntan les digo que así quedó cuando terminamos nuestra relación", bromeó la ahora fanática número uno de Jara. Antes de conocerse, ambos tuvieron un contacto en vivo, donde el cantante, en ese momento de pocas palabras, no lograba salir de su asombro: "Me mataste con tu historia, pero sigo pensando que estás loca", le dijo.
Margot se emocionó al cumplir su sueño y recordar a los tres hijos que ha criado sola. Eso puso aún más sensible al artista: "Ella es el reflejo de una mujer como muchas que están viendo el matinal, que están trabajando para mantener a la familia, unida, que hace el aseo, para mantener a sus tres hijos, que tuvo una relación que no funcionó, que es padre y madre y se levanta con ganas". Ella dijo que feliz trabaja hasta las 22:00. "Se trata de hacer lo mejor que se puede. Nosotras somos auxiliares, son muchas mi compañeras (...) yo feliz de trabajar en el hospital porque el hospital funciona con lo que nosotros hacemos", dijo agradeciendo el buen ambiente que han generado con los médicos, aunque reconoció que no siempre las personas les brindan un trato digno a quienes se dedican al aseo.