Lagos Weber y la crisis de confianza
Nuevo presidente del Senado asume sin eludir los malos momentos que afectan a la política.
El nuevo presidente del Senado, Ricardo Lagos Weber, asume su alta función con una pesada mochila: la corporación que encabeza sólo tiene un 11% de aprobación ciudadana. El elevado rechazo va en línea con la mala nota que logra la Cámara de Diputados, un 13%, además de la baja evaluación que suman el Gobierno, empresarios y la Iglesia.
Por eso, las palabras del parlamentario PPD al tomar su cargo son realistas y deben ser asumidas: "El desafío de recuperar la sintonía entre la política, sus instituciones y la gente es enorme".
Y lo anterior significa recuperar la confianza y derrotar la indiferencia ciudadana, que se refleja nítidamente en las encuestas y, lo que es peor, en la baja participación en los procesos electorales.
Las dudas y las desconfianza en la política y los políticos no son nuevas, se han construido a través de los años, pero en los últimos tiempos han alcanzado su mayor nivel cuando los hechos negativos se radican en La Moneda misma y se arrellenan en los escaños parlamentarios de todos los sectores. Lo positivo es que esas situaciones son reveladas por los medios de comunicación y que las instancias correspondientes han comenzado a funcionar en busca de sanciones. Hay, además, autocrítica al interior del Congreso.
Importante es que esas reacciones sean efectivas y fuertes y deriven no sólo en sanciones y medidas puntuales, sino que se traduzcan en normas consistentes. Así, por ejemplo, el nuevo titular de la cámara alta postula para la próxima propuesta constitucional referendos revocatorios para las autoridades electas y normas legales. El mecanismo existe en otros países, pero sin embargo podría ser un arma de doble filo. Por un lado se busca velar por el buen actuar de las autoridades y la correcta formulación de las leyes. Pero por otro lado ese mecanismo puede introducir incertidumbre por su aplicación indiscriminada de no existir quórum calificado tanto en el Congreso que lo aplique como en el electorado que vote.
En la base de su propuesta, que deberá recorrer un largo camino, Lagos Weber ha sido realista al usar la palabra "crisis", lo cual es positivo y llama a acciones y decisiones que no pueden quedar largamente guardadas en los escritorios del Legislativo y el Ejecutivo.
Y más allá de las propuestas del nuevo presidente del Senado tras el rescate de la política y los políticos y, en último término, el bien común, inevitablemente no pasa por alto la figura paterna, que, pese a interrogantes, mantiene vivo su protagonismo con miras al Palacio de La Moneda.