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Elecciones municipales
Con el cuadro actual de la desconfianza hacia los sectores políticos, es fundamental la implementación de modelos participativos a nivel local, muchas veces las comunidades no están motivadas a discutir y realizar planes de trabajo a nivel municipal, porque creen que no tienen ninguna incidencia en la solución de los problemas. Sin embargo, muchos ciudadanos comparten ciertos valores, tradiciones, vínculos de solidaridad, conocimiento y expectativas que son fortalezas importantes para la resolución de problemas a nivel local.
Los nuevos gobiernos locales deben ser estructurados con una mirada diferente y para ello debemos invitar a participar a quienes desconfían de los políticos y la política, debemos invitar a los jóvenes quienes son claves, ya que ellos con su mirada crítica son actores fundamentales en el desarrollo local, considerando además la mirada de otros sectores de la sociedad, quienes piden una participación real y efectiva en la planificación política de los gobiernos locales.
La ciudadanía a nivel local no quiere que la política se construya en cuatro paredes, quiere ser parte de las soluciones que aquejan a sus localidades, quieren autoridades comunales cercanas y comprometidas, que sean capaces de trabajar en comunidad y que sean un real aporte en las reuniones de Concejo, que sean propositivos con políticas claras y concretas en pos de un mejor vivir y en la mejora la calidad de vida en el entorno de las comunidades.
Para muchos partidos, la elección municipal es el puntapié inicial para la elección presidencial y parlamentaria y muchos partidos políticos están con la postura de el que tiene mantiene o en la lógica de las negaciones de cupos de alcaldes y concejales, con la mirada de mantener el poder con los mismos de siempre sin importar u olvidando lo que la ciudadanía piense o reclame, ya que con la cantidad de votantes que concurren a los locales de votación es suficiente para mantenerlos en el poder con el menor esfuerzo y con bajo compromiso al desarrollo a nivel local.
A lo anterior se debe sumar que la ciudadanía se siente insegura, se siente lejana a los políticos y esto no se debe al ver la televisión o al escuchar la radio, lo siente a diario cuando quiere hablar con las autoridades locales y no son recibidas, cuando asiste a los establecimientos de salud y no recibe un trato digno, cuando recorre las calles y las ve sucias, cuando mira las áreas verdes destruidas o convertidas en estacionamiento. Esa política es la que debemos cambiar, debemos cambiar la forma de hacer políticas locales y esta la debemos hacer con la ciudadanía y así provocar los cambios que se requieren en las comunas y mejorar los servicios entregados en las municipalidades.
Considero que la elección municipal es un momento para debatir y reflexionar de los problemas que aquejan a las comunas de Atacama, castigando con el voto la mala gestión que realizan los actuales concejales/as y alcaldes/as, lo tanto estas elecciones municipales debemos apoyar, trabajar y votar por quienes trabajan en las políticas locales con la comunidad y no por candidatos/as que aparezcan con fotos con candidatos presidenciables como ha ocurrido históricamente.
Como votantes, debemos tener una visión regionalista, por ello considero que debemos examinar los perfiles de los candidatos a las alcaldías y a los Concejos comunales que van a dirigir el futuro de las 9 comunas de Atacama, apoyando a quienes estén dispuestos a trabajar en ciudadanía y que estén dispuestos a velar por los intereses de las comunas que representarán y también por el bien de la ciudadanía, por quienes estén dispuestos a provocar una gran transformación, de modo de hacer un municipio efectivo acorde a las necesidades de la ciudadanía, considerando que las municipalidades son la escala menor del Estado y en la actualidad estas son percibidas lamentablemente como prestadoras de servicios y no constructoras de polos de desarrollo y es esto es lo que debemos cambiar, trabajando con candidaturas ciudadanas, transversales, abiertas, regionales y locales en la cual todas y todos seamos recibidos como personas y aportes, no como un voto más como hemos visto y vivido últimamente.
Osvaldo Vallejo Muñoz, Diplomado Metodologías Participativas CIMAS- Universidad Complutense de Madrid
Segundas partes
Contrario a lo que ocurre en otros países, en Chile, la inmensa mayoría de los divorciados chilenos que se casan en segundas nupcias tienen un matrimonio exitoso. Concluí aquello al analizar cifras del Registro Civil respecto de personas casadas en segundas nupcias y que han inscrito un divorcio 2 o más veces entre 2005 y 2010. De un universo de más de 285 mil personas divorciadas, poco más de 38 mil se casaron en segundas nupcias y de éstos últimos, apenas 146 se habían divorciado por segunda vez. Un resultado inesperado, que entrega esperanza a miles de divorciados que no han vuelto a casarse por no creer en la institución matrimonial o quizás por el temor a un nuevo fracaso. Para ellos, un téngase presente : los chilenos divorciados estamos rompiendo con las tendencias internacionales. Nuestros segundos matrimonios sí son mucho más sólidos y felices que el primero. Y un dato no menor : tendríamos una tasa de divorcios en segunda nupcias que nos situaría entre las más bajas, si no fuera derechamente la más baja del planeta.
Ricardo Viteri Prado, director Separadosdechile.cl