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Aquellos conflictos internos

lo esencial en estos casos es regalonearse a sí mismo permanentemente un par de horas realizando lo que más se anhele.
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Las amigas del grupo sabatino nuevamente estaban reunidas alrededor de agradables y aromáticas gotas de encuentro y temas familiares. Luciana la anfitriona lucía agobiada e incluso un tanto triste y todas las mujeres que la rodeaban percibían algo extraño en ella.

Antonia con decisión decidió preguntarle que estaba sucediendo, si necesitaba ayuda, en que podía cooperar y de pronto Luciana desconsolada comenzó a llorar…una a una se acercaron y en silencio la abrazaron conteniéndola y escuchando su relato empapado de dolor. Su ánimo estaba bajo y aseguraba que nada la motivaba desde hacía algunos meses, anhelando cada día solo dormir.

Queridos amigos lectores, lo esencial en estos casos es regalonearse a sí mismo permanentemente un par de horas realizando lo que más se anhele, tomando conciencia de todo lo positivo que la vida presenta, dejando fuera ocupaciones y preocupaciones desgastadoras.

Cada vez que el cerebro se da cuenta que tendrá un tiempo de relajación y armonía transita una sensación de paz, disfrute y previa tranquilidad como si ya estas emociones las estuviese vivenciando. Otra ayuda comprobada cuando los días se han cubierto de oscuridad, es escuchar música ya que esta actúa como un generoso medicamento que alivia grandes penas magistralmente.

Es increíble como la respiración, el ritmo cardiaco, el tono y temperatura corporal varían con sutileza las ondas cerebrales. Está escrito que escuchar a Mozart provoca una extraordinaria estimulación de las áreas responsables de la intuición y creatividad.

Usualmente cuando las personas caemos en un pozo frio, ayuda positivamente contemplar la naturaleza en completa calidez, mirando con ojos abiertos aquella belleza que diariamente no visualizamos. Para bien vivir hay que lograr cultivar la paz interna y adormecer la guerra interior que solo daña, hunde, frustra y provoca que estemos constantemente comparando con el resto lo que hacemos o tenemos, sin aceptar la realidad con alegría y conformidad.

Cuando sentimos, pensamos y actuamos de formas diferentes generamos conflictos tan hondos que disminuimos la autoestima creando sin juicio espacios tristes y negros.

Colocar la crítica en su lugar es imprescindible al momento de crecer y florecer, luego de un letargo invalidante es un deber.

Mily Soler Grez Comunicadora Social

Escándalos políticos de últimos meses

Hemos construido un país a base de sacrificio de enormes servidores públicos, lo que se mantiene hasta hoy. La clase política nacional es mayoritariamente correcta. Estos son tiempos indudablemente difíciles para el país. Los niveles de desconfianza son mayúsculos y la ciudadanía tiende a creer que es menospreciada ante el acuerdo de las élites política y empresarial.
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Esta semana fue conocida la declaración que hizo el exministro y exsenador gremialista Pablo Longueira Montes, en relación a imputaciones por la investigación del caso SQM.

El exdirigente insistió en su inocencia y honestidad, declarando que se abocaría -renuncia al partido de por medio- a establecer su verdad ante tribunales.

El Ministerio Público indaga por el delito de cohecho hace ya dos meses al exsenador UDI, por el intercambio de correos que sostuvo con el exgerente general de SQM, Patricio Contesse, quien está formalizado por delitos tributarios y soborno.

En el caso de Longueira, se propuso un artículo específico en el proyecto de royalty minero, que habría beneficiado a la empresa y que fue aprobado prácticamente de forma textual en el Congreso. Con este nuevo antecedente, la Fiscalía investiga a Longueira por delitos tributarios y cohecho, actos que el exsecretario de Estado deberá explicar en una próxima declaración ante el fiscal Pablo Gómez.

Indudablemente las instituciones deben funcionar, esto es el Ministerio Público, los Tribunales y los propios partidos, que deberán defender o sancionar cuando corresponde.

Esto también incluye a la prensa, que ciertamente ha hecho la labor que una democracia le exige.

Estos son tiempos indudablemente difíciles para el país. Los niveles de desconfianza son mayúsculos y la ciudadanía tiende a creer que es menospreciada ante el conciliábulo entre la élite política y empresarial. Es cierto, es difícil no caer en ello cuando, de manera permanente, se conocen nuevos hechos que llevan a escándalo.

Sin embargo, debe insistirse, la clase política nacional es, en general, un conglomerado comprometido con Chile, de buen nivel y honesto. Es cierto, es un juicio impopular, pero debe reiterarse ante la amenaza de caer en el facilismo de desconfiar de todo y quedarse a observar la destrucción silenciosa del país que hemos construido.

Esto no significa ni dejar de indagar o sancionar, sino ser cautos en nuestras evaluaciones y criteriosos en calificar la aparente realidad.