Cuidados del déficit atencional
Cuando se inicia un nuevo período lectivo es aconsejable reconocer un problema que aqueja a muchos menores y familias de Antofagasta y el país. Hay instrumentos legales para atacar estos problemas. Por ejemplo, en 2011 se promulgó la ley contra el bullying, que establece sanciones monetarias a los colegios que no tomen las medidas correctivas.
Los alumnos con síndrome de déficit atencional son los más discriminados en el sistema escolar, abarcando el 51% del total de las denuncias, de acuerdo con un estudio reciente de la Superintendencia de Educación, correspondiente a denuncias presentadas entre 2013 y 2014. Entre las acusaciones más frecuentes también se encontraban la discapacidad física o intelectual (18%), la apariencia personal (10%), los problemas de salud (8%), el embarazo o maternidad (6%), la orientación sexual y de género (3%), inmigrantes o distinto origen racial (2%) y opción religiosa (2%).
Las prácticas de discriminación más denunciadas son el trato agresivo de adulto a alumno, la cancelación de la matrícula, la expulsión de clases, la falta de apoyo del establecimiento y el rechazo en las postulaciones durante el proceso de admisión.
La discriminación incide en el bienestar de los niños, niñas y adolescentes, y les afecta en su nivel de vida. Llama la atención que el trato discriminatorio provenga principalmente de sus propios compañeros. El problema se manifiesta en segregarlos, en ocasiones con burla o intimidación, y una persecución que puede llegar hasta la agresión. De ahí que el Ministerio plantea que la comunidad escolar debe trabajar en conjunto, con el fin de evitarlo, fomentando la tolerancia, el respeto, la no discriminación y la solidaridad para generar conciencia sobre la importancia que tiene una buena convivencia.
El acoso no discrimina entre tipo de colegio ni nivel socioeconómico, ya que está presente en todos ellos, aunque más de la mitad de los casos se dieron en colegios particulares subvencionados. Hay instrumentos legales para atacar estos problemas. Por ejemplo, en 2011 se promulgó la ley contra el bullying.
Sin lugar a dudas que el problema de la discriminación no se resolverá con la ley, ya que hay costumbres arraigadas en parte de la sociedad, por lo que es un proceso que tomará tiempo, donde la educación y la formación de las nuevas generaciones serán vitales. Hay que inculcarles la necesidad de encaminarse hacia una sociedad más inclusiva, participativa y tolerante con las diferencias.