Enseñar los fracasos de los genios puede ayudar en la educación
EDUCACIÓN. "Humanizar" a descubridores como Albert Einstein y Marie Curie, permitiría obtener mejores resultados en ciencia.
En clases, los escolares suelen leyendo sobre las sorprendentes y a veces dramáticas vidas de grandes científicos como el padre de la teoría de la relatividad, Albert Einstein; o Marie Curie, química pionera en el descubrimiento de la radiactividad y la primera persona en recibir dos premios Nobel. Historias que pueden desincentivar hasta al más entusiasta, a la luz de los enormes logros de esas personas.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, se preguntó qué pasaría si los niños aprendieran que estas figuras no tuvieron el camino "despejado" para cambiar el mundo, sino que también eran seres llenos de problemas y contradicciones, pero que el trabajo duro los llevó a inscribirse en la historia.
"Cuando los jóvenes piensan que Einstein es un genio y, por ello, es diferente a todos los demás, entonces creen que ellos nunca estarán a la altura", dice el investigador principal del estudio, Xiaodong Lin-Siegler, profesor de estudios cognitivos en el Columbia. "Muchos estudiantes no se dan cuenta de que todos los éxitos requieren un largo viaje con muchos fracasos en el camino".
Por esto, Ling-Siegler y su equipo reclutaron a 402 adolescentes de cuatro escuelas secundarias de Nueva York, para luego dividirlos en tres grupos y pasarle a cada uno un texto científico de cerca de ochocientas palabras, el que debían leer en el transcurso de seis semanas.
La primera versión fue el típico texto empleado en los programas educacionales, donde aparecen todos los grandes logros de Einstein y Curie.
En paralelo, el segundo grupo de estudiantes recibió una versión más descriptiva de los mismos perfiles científicos, donde se daban a conocer las luchas personales que tuvieron que superar para alcanzar sus logros, como cuando Einstein, quien era judío, tuvo que huir de la Alemania nazi para evitar ser perseguido.
Por último, el tercer grupo leyó una versión que relataba las luchas intelectuales de los científicos, por ejemplo, los experimentos fallidos de Curie, donde se recalcaba que gracias a su perseverancia fue capaz de lograr grandes avances en la ciencia.
Durante el experimento, los estudiantes continuaron asistiendo a clases, dando pruebas y presentando trabajos, pero al final, los adolescentes que aprendieron acerca de las luchas personales e intelectuales de los científicos, tuvieron significativas mejoras en las asignaturas de ciencias. Los más beneficiados fueron quienes poseían las peores notas.
Este resultado llevó a los investigadores a concluir que los alumnos se motivaron al ver que los genios también tenían obstáculos y que fueron capaces de superarlos, por lo que empezaron a verlos como gente normal, es decir, como ellos mismos.
Por esto, concluyeron los investigadores, "humanizar" a algunas de las más grandes mentes científicas permitiría a los jóvenes pensar que el realizar un descubrimiento que pueda cambiar la historia es una meta más alcanzable.
En tanto, los estudiantes que leyeron sólo acerca de los logros de los científicos luego tenían la sensación de que estos habían logrado grandes hazañas por su talento innato, añadido a una perspicacia especial para el éxito científico, lo que daba a los niños una razón para darse por vencidos.
La conclusión parece ser que la perseverancia y la capacidad de creer en uno mismo es la clave para superarse y lograr grandes cosas, afirmó el estudio. En Sicología esto se conoce como "mentalidad de crecimiento", es decir, un modo de pensar en que los desafíos o fracasos no tienen por qué desalentar o ser signo de poca inteligencia; sino que son vistos como oportunidades para crecer.
Traba cultural
Al educar, "siempre decimos que no queremos intimidar a los niños, por lo cual no es bueno decir lo difícil que es el trabajo", apuntó Lin-Siegler. "Creemos que los niños son tan frágiles. Diles la verdad. Son resistentes". De esta forma, cuando las personas aprenden acerca de las luchas que anteceden a grandes resultados como los de Einstein y Curie, después son capaces de pensar que sus propios errores podrían ser un trampolín para el éxito en lugar de pruebas de desesperanza.
250 puntos
de un total de 300 fue el promedio del Simce de Ciencias Naturales aplicado a segundos medios en 2015. 10
estudiantes de los que entran este año a la universidad lograron ser puntajes nacionales en ciencias.