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Desarrollo minero y medio ambiente

El derrame concentrado de cobre ocurrido en Los Andes llama a extremar las medidas preventivas.
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Chile es, tradicionalmente, un país minero y casi un quinto de su producto interno bruto procede de esa actividad extractiva. Lo anterior supone altas inversiones en permanente desarrollo, de acuerdo a las circunstancias económicas nacionales e internacionales.

La principal empresa minera nacional es la estatal Codelo, que explota el cobre en diversos puntos del país, uno de ellos en la provincia de Los Andes, Quinta Región, donde opera la División Andina.

Y es allí donde se ha centrado en las últimas horas la atención nacional pues se ha producido un derrame de concentrado de cobre generando peligrosas situaciones de contaminación amenazando a la población y a la importante actividad agrícola del valle del Aconcagua. Hasta ahora no se han cuantificado plenamente los alcances del daño causado, por lo cual es necesario hacer estudios en profundidad para mitigar el problema y asistir a los posibles afectados, como también para adoptar medidas preventivas.

No hay que olvidar, frente a este episodio, que hace pocos meses la empresa protagonizó otra emergencia ambiental debido al descarrilamiento de un tren que transportaba también concentrados de cobre.

Hay que reconocer los esfuerzos realizados para controlar ese problema, pero la realidad es que la actividad minera, de acuerdo a su importancia económica y social, debe acentuar sus esfuerzos para minimizar los riesgos ambientales asociados a su operación. Así, la inversión debe ir acompañada de prevención, considerando a las poblaciones cercanas a las faenas de extracción y proceso y a las actividades locales, también relevantes, como es en el caso concreto de Los Andes, la agricultura.

Tras esta contingencia, originada en la rotura de un ducto que conduce el material, se instruye un sumario. Ello supone estudiar el sistema completo de conducción del producto y también las aguas superficiales y las napas que pudieron ser afectadas. Pese a que el problema se da por superado subsisten dudas, especialmente de la municipalidad andina en relación al agua potable.

Así, es importante que luego de esta nueva emergencia, se establezca un sistema permanente de participación ciudadana, con presencia de agricultores del área y autoridades comunales que puedan aportar sus observaciones y reservas sobre la forma como está operando la minera en relación con área poblacional y productiva en que se encuentran sus instalaciones y rutas de transporte. Con ello se puede avanzar en una convivencia de personas y actividades que logre seguridad y beneficios mutuos.

Queremos construir una mejor región

Estamos trabajando para diversificar nuestra economía, poniendo énfasis en áreas como el turismo, agricultura, pesca, acuicultura y la pequeña minería.
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Fueron días difíciles los que vivimos en marzo del año pasado. No era imaginable que una catástrofe de esa magnitud azotara nuestra región e irrumpiera de esa manera en nuestras vidas. Hubo daños en nuestra infraestructura, personas desaparecidas y pérdidas humanas.

Sin embargo, hoy, a menos de un mes de cumplirse un año desde los aluviones del 24 y 25 de marzo, hemos sabido levantarnos como región.

Por cierto que el camino no ha terminado, aún hay mucho por hacer, pero estamos trabajando arduamente para concretar todos los compromisos que hemos asumido como Gobierno.

Queremos construir una mejor región, donde no sólo recuperemos el estado de nuestra infraestructura, sino que también fortalezcamos el trabajo con sentido de unidad en torno a un objetivo superior, que es el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de Atacama.

Para ello, como Gobierno estamos desarrollando un robusto plan de inversión en obras públicas, tanto de reconstrucción como iniciativas contempladas en los programas normales de inversión. Pero también estamos fortaleciendo el diálogo con los distintos sectores de la comunidad - empresarios, trabajadores, organizaciones sociales y otros -, porque tenemos la convicción que cumplir con el objetivo de erigir una mejor región es tarea de todos y todas.

Este desafío también supone aprovechar las oportunidades que tiene Atacama, entre ellas sus recursos naturales como el Sol, que abunda en esta tierra. Queremos posicionar a nuestra zona como la capital mundial de la energía solar. Y con ello contribuir de manera significativa a aumentar la participación de las energías limpias en la nuestra matriz energética del país.

Junto con ello, estamos trabajando para diversificar nuestra economía, poniendo énfasis en áreas como el turismo, agricultura, pesca, acuicultura y la pequeña minería, entre otros, de manera que no dependamos exclusivamente de la actividad minera a gran escala.

Tenemos que apostar con fuerza por nuestra región: el sector público cumpliendo con su tarea y los privados materializando las inversiones para Atacama, por lo tanto es tiempo de concretar esos proyectos y otorgar una mejor calidad de vida para todos los atacameños y atacameñas.

Miguel Vargas Intendente de Atacama