Automedicación y venta de remedios
La proliferación del mercado informal de medicamentos ponen en riesgo la salud de la población. La población debe tener conciencia que los medicamentos tienen una mayor complejidad y que no es lo mismo que comprar frutas en una feria.
Con los años ya sabemos que hay medicamentos que no tienen grandes efectos en su uso y que pueden adquirirse sin recetas médicas, pero hay otros que su automedicación puede resultar con efectos graves sin un control médico.
Ante estos dos aspectos de la realidad en el uso de medicamentos se realizaron diversas propuestas, con el fin de evitar el abuso en precios, la dependencias de médicos para adquirirlos y abaratarlos para quienes padecen enfermedades crónicas y uso de por vida.
Una de las primera propuestas fue venderlos en los supermercados y góndolas con el fin de hacerlos más accesibles, pero no tuvo una favorable respuesta. Esto trajo consigo que en casi todas las ferias se vendan medicamentos tanto los que no requieren recetas médicas y otros más delicados como sicotrópicos entre otros.
Esta situación que es ilegal ya que no existen los permisos para su circulación se incrementó precisamente por la falta de un ordenamiento de la venta de medicamentos, por los altos precios de las farmacias y de la necesidad de acceder a ellos sin tener que pagar un bono para acudir al médico para obtener la receta.
Estos son temas que deben analizarse con mayor practicidad, velando siempre por la salud de los pacientes.
Afortunadamente para un sector de la población están surgiendo las farmacias populares que funcionarán en los municipios para acceder a precios más razonables.
El tema del uso, medicación y autorecetarse fármacos hoy está reglado y la población debe extremar los cuidados, ya que por buscar superar una dolencia podría verse expuesto a situaciones más graves.
En tanto el Instituto de Salud Pública debiera analizar esta realidad y ver la manera de ir liberando más medicamentos para el uso sin receta y solo dejar aquellos más complejo para ser ordenados por médicos especialistas y bajo retenciones de recetas como ocurre en la actualidad. Así evitaremos que surjan las ventas clandestinas en las ciudades.