Una serie de consultas a la comunidad ha estado realizando la Corporación Nacional Forestal con la finalidad de desarrollar una estrategia nacional que potencie rol de los bosques y de nuestra flora nortina como elementos claves para disminuir los efectos de los gases de invernadero.
Este fenómeno global, que consiste en un aumento permanente de la temperatura de la tierra, viene generando una serie de efectos permanentes y que cambian radicalmente todo lo que sabíamos del clima en cualquier localidad del planeta. Sin ir más lejos hace menos de un año, toda la región de Atacama fue escenario de 17 aluviones consecuencia del cambio climático.
A nivel nacional esto se puede observar en las sequías permanente en las regiones del centro y sur; la desertificación y la aridez irán avanzando unos 50 kilómetros, lo que empuja hasta el sur el clima de la zona central; el 90% de los glaciares en todo Chile han disminuido su volumen y el 95% de las viñas entre las regiones de Coquimbo y el Biobio tienen problemas de agua.
Los patrones climáticos globales han cambiado producto de los gases de efecto invernadero que la acción del hombre libera a través del transporte y otras actividades económicas como la ganadería y la agricultura, pero también un 30% de estos gases lo producen la quema y corta de bosque, lo cual nos lleva a la actualidad en que los incendios mantiene en alerta a gran parte del territorio nacional.
Los árboles y otras plantas son excelentes combatientes contra el cambio climático, porque son muy exitosos atrapando el dióxido de carbono y lo almacenan en sus troncos y raíces, esa misma habilidad la tienen nuestras plantas, por lo cual al cortar árboles y plantas como cactus, yareta y otros que crecen en el desierto se contribuye con la liberación de CO2 en la atmósfera.
Si tomamos en cuenta que Atacama es el hogar del 20% de todas las variedades vegetales que se conocen en el país, nos deja en una posición de gran responsabilidad con nuestro medio ambiente, y por lo tanto debemos poner ojo en que ya no solo nuestro desarrollo pasa por la innovación, sino que debe ser armónico y considerar la conservación de nuestra flora que, sin duda, cumple una función importante frente a este complejo fenómeno global que es cambio climático.