Parlamentario
Tal vez muchos opinen que para sobrevivir en este mundo competitivo, salvajemente rápido, agresivo en lo laboral, social y político, es necesario mentir, decir medias verdades, romper contratos y dejar esperando a las personas. Sin embargo, soy un convencido de que el honor, el compromiso, la amistad y el respeto a la palabra empeñada son los valores que salvarán la integridad de cada uno.
Durante 2011 y 2012 se tramitó una de las leyes más discutidas de los últimos años, la Ley de Pesca. Fueron 161 organizaciones las que expresaron su visión de la propuesta, todos pudieron plantear sus aprensiones y recomendaciones; las Comisiones de Pesca tuvieron una larga y dura tarea; tanto en la Cámara como en el Senado las salas votaron en largas y extenuantes jornadas, llegando en muchas ocasiones a altas horas de la madrugada; las diferencias se zanjaron en la Comisión Mixta. Recuento final, el cuerpo legal se aprobó con sobre un 60% de votos positivos.
Hoy despierta sospechas el empeño de diputados del Partido Comunista de apoyar a aquellos que no pudieron sacar adelante sus propósitos y aspiraciones en la discusión de la Ley. Se trata de parlamentarios que no se han preocupado de leyes promulgadas en dictadura, como el DL 3.500 que creó las AFP o Sistema de Capitalización Individual, que afecta transversalmente a todos los trabajadores del país, pero que sí se dedican a desconocer y no respetar procesos democráticos como el que se vivió durante la discusión de la Ley de Pesca, proceso del cual ellos mismos fueron protagonistas y responsables.
Ya sabemos cómo votó cada uno en ese momento. Hoy siguen siendo los mismos, son pocos los que no están; por lo tanto, podremos verlos de cara al país este miércoles cuando se vote la inadmisibilidad o admisibilidad del proyecto que busca anular la ley que ellos mismos aprobaron. ¿Cómo votarán? ¿Mantendrán su compromiso y convicciones? Ahí lo sabremos, y lo más importante es que comprobaremos cuánto vale la palabra de un parlamentario chileno.
Juan Carlos González Vergara
Lo Caval de La Moneda
El bullado caso Caval que partió en Machalí (VI Región), luego pasó raudo por Santiago (RM), para hacer su primera gran pausa en el lago Caburgua (IX región) y luego volver raudo a Santiago (RM) para desencadenar todo lo que ya sería de dominio público, digo sería, porque cada día se abre una nueva puerta premiada, por ejemplo La Moneda pasó de solo ser el escenario de la renuncia de Dávalos, para luego la escena del "borronazo" de su computador y hoy el caso Caval hace su entrada oficial a palacio, que según los hechos mostrados, llegaría para quedarse, las últimas declaraciones de la yerna de la presidenta, colocaron en la palestra a Ana Lya Uriarte quien oficia de Jefe de Gabinete de la presidenta y se debe recordar que el director de administración de La Moneda, Cristián Riquelme también ha tenido que declarar por la misma causa ante la Comisión Investigadora, todo lo anterior es un "resumen light" de lo que es de dominio público, gracias a la profesional, precisa y exacta gestión de la prensa chilena, que permitió que la ciudadanía y algunas altas autoridades se enteraran de la existencia y del "modus operandi" del citado Caso Caval; Considerando hasta donde ha llegado el nivel de las aguas, hasta el mismísimo "2do piso de La Moneda", no sería mala idea que de una vez, todos los directa e indirectamente salpicados por el funesto y burdo Caso Caval, no se sigan poniendo rosados todos los días y asuman como corresponde, y se pongan una sola vez colorados , con verdad, transparencia renuncia y equidad, palabras tan repetidas en estos tiempos, privilegiando a Chile y a los chilenos frente a posiciones partidistas y personales, porque ya no hay ninguna duda, que a la larga, se sabrá toda la verdad, absolutamente toda la verdad, el acortar los plazos de "dimes y diretes", investigaciones y onerosos gastos fiscales, serían sus vitales aportes al tumultuoso presente, la historia les sabrá reconocer en toda su grandeza, en forma y fondo, sus gestos en pos de la tranquilidad y bienestar del Chile transparente, con equidad y verdad que todos tanto queremos…
Luis Enrique Soler Milla
¡El colmo de la colusión!
La colusión, ha llegado a su máxima expresión. Los acomodadores y limpiadores de autos se pusieron de acuerdo para "redondear" en "luca" su prestación de" servicios".
Jorge Valenzuela Araya