P.Vásquez/P.Martínez
Los cuerpos de los dos jóvenes desaparecidos en Rodillo, Caldera, fueron encontrados muy cerca de la cabaña donde se les perdió el rastro.
Bajo piedras y tierra aparecieron los restos de Katherine Yernez Muñoz de 33 años y Jorge Centella Farías de 37 años, quienes desaparecieron hace una semana y que llegaron desde la región de Antofagasta a disfrutar de unos días de vacaciones. Sin embargo, familiares y amigos habían perdido el rastro de la pareja.
El miércoles de la semana pasada, los jóvenes llegaron hasta la cabaña ubicada en Rodillo, según el relato de Cristian Centella, primo del Jorge, al día siguiente de su llegada estuvieron compartiendo en familia y amigos.
El lunes, uno de los familiares llegó a la cabaña y ambos ocupantes de la casa no estaban. Desde ese entonces no había indicios de su paradero.
Jorge estaba disfrutando de unos días libres junto a Katherine y debía volver a la región de Antofagasta a trabajar, sin embargo no llegó, algo extraño para los familiares y cercanos. "El martes 12 lo pasaron a buscar para subir a faena y no había llegado. Una amiga se contactó de inmediato con familiares de Caldera para saber de su paradero, ya que lo habían ido a buscar y no estaba y eso le pareció muy extraño porque es muy responsable en su trabajo", dijo Cristian.
"Lo extraño que en su cabaña estaba todo, su celular, las pertenencias, documentos, incluso su auto con la ventana entreabierta", explicó.
La búsqueda
Los familiares de Katherine viajaron desde Iquique y Antofagasta para dar con su paradero. "Recibí una llamada el miércoles de un familiar de Jorge y me dijeron que estaba desaparecida, recién ahí me enteré", explicó Phillipe Yernez, hermano de la joven.
A partir de eso, realizó una denuncia por presunta desgracia en Antofagasta y decidieron viajar a Caldera para iniciar las labores de búsqueda. Además funcionarios de la Armada de Chile monitoreaban el sector, sin embargo no encontraban nada.
Uno de los mayores temores de la familia es que los jóvenes hubiesen concurrido a un sector donde Jorge siempre iba a pescar. "Había marejadas, quizás fueron a conocer y algo pasó, pero hasta ahora no hay ningún rastro", declararon en el momento de la búsqueda los familiares.
Fue en ese rastreo realizado por sus cercanos en el que se percataron que había un cuchillo y un melón en el sector donde encontraron un derrumbe en la llamada tercera entrada de Rodillo, muy cerca de la cabaña en la que se hospedaba la pareja. Fue así como retirando piedras del lugar notaron parte de un cuerpo.
Ante el escenario la familia llamó a la policía y se iniciaron las primeras labores para rescatar los restos.
Según los antecedentes, en el lugar hay una especie de quebrada y al parecer había una ladera. En este lugar el terreno habría cedido, generando que ambos jóvenes cayeran. Tras esto, habrían sido aplastados por las rocas y la tierra.
Otra de las hipótesis, daría cuenta que los jóvenes estaban abajo de este peñasco, el que cedió y cayó sobre ellos.
Al lugar concurrieron voluntarios de bomberos y la Armada para el rescate de ambos cuerpos. Con máquinas retroexcavadoras facilitadas por amigos de la familia se iniciaron las tareas para recuperar a los dos jóvenes fallecidos.
Mientras que el fiscal de turno Juan Andrés Shertzer, solicitó a personal de la Brigada de Homicidios hacer las pericias de rigor con el propósito de establecer las causas del fatal accidente. Bomberos de Copiapó y Caldera, además de carabineros, cooperaron en el lugar para proteger el sitio.
Hasta altas horas de la noche el personal encargado trabajó en el sector para rescatar los cuerpos de los dos fallecidos. Sin embargo, información preliminar indicaba que no se descartaba la posible presencia de un tercero, ya que testigos los habrían visto acompañados de otra persona antes que se le perdiera el rastro a la pareja, aunque hasta ahora no se había presentado una tercera denuncia por presunta desgracia.