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Escondidos paraísos de Atacama

Pese a que son lugares ideales para desconectarse de todo lo que significa la vida actual, las playas que no están habilitadas para el baño es preferible tomarlas como sitios de descanso. Existen al menos seis sitios en la costa de caldera que son conocidos en su mayoría por la gente de la región y al que pueden acceder mediante señalizaciones de piedra, marcas que sólo un ojo entrenado puede reconocer o atravesando a pie por un acantilado.
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Blancas arenas y aguas cristalinas incluso de color turquesa, cautivan la imaginación del turista que llega a las costas de Atacama atraído por la belleza reconocida de sus playas.

Claro que el panorama es bastante heterogéneo ya que vamos desde el balneario top de la región que es Bahía Inglesa, hasta aquellos lugares que deslumbran pero que no están habilitadas para el baño porque se encuentran en algún área protegida, como es el caso de Playa Blanca en Huasco o Bahía Cisnes en Caldera; pasando por las que ya están intervenida por algún asentamiento, sea este precario o consolidado como es el caso de Puerto Viejo o Barranquilla.

Pero existe una cuarta categoría, esa que parece patrimonio de algún club exclusivo porque solo la gente de la región sabe cómo llegar hasta estos escondidos paraísos.

Estos enclaves tienen la particularidad de no formar parte de ninguna estadística, nadie sabe cuántos llegan, o tienen un conocimiento geográfico exacto, porque incluso en algunos casos no existen caminos. La aventura puede culminar bajando algunos acantilados para encontrarse con alguna de estas playas, aun así cualquier esfuerzo por llegar merece la pena el sacrificio porque la recompensa es un lugar que pocos conocen y por lo tanto habrá pocos intrusos.

Pero, como en todo lo indómito, existen riesgos que deben ser tomados en cuenta. En primer lugar por tratarse de sectores sin infraestructura, no poseen el equipamiento adecuado para lo que a seguridad se refiere, que decir de la ausencia de salvavidas, ese es un claro indicativo que estos lugares no son aptos para el baño.

Es por este motivo que las autoridades recomiendan no aventurarse a nadar en estas playas, o preferir las que sí son aptas para la natación, pero aprovechar la ausencia de todo contacto con el urbanismo para desconectarse un momento de la ajetreada vida actual.