6 años | 31 de diciembre de 2009

Copiapó sufre una sobrepoblación de vehículos

Si usted tiene que circular diariamente en vehículo por las diferentes arterias

de la ciudad debe haberse dado cuenta del gran flujo vehicular. Según los datos entregados en el municipio entre enero y diciembre de este año se habían entregado más de 26 mil permisos de circulación a vehículos particulares

4 años | 31 de diciembre de 2011

Concejales desconocen destino de $mil millones

Mil millones de pesos están faltando en la Dirección de Educación Municipal, según una auditoría realizada por la Contraloría General de la República.

El concejal Christian Guzmán manifestó su preocupación, ya que no se sabe donde están estos dineros.

1 año | 31 de diciembre de 2014

HeliaMolina es la primera baja del gobierno

Asólo horas de que se desatara la polémica por sus declaraciones en las

que aseguró que en "todas las clínicas cuicas" se realizaban abortos, la ministra de Salud, Helia Molina, debió presentar su renuncia ante la Presidenta Michelle Bachelet, la que fue

aceptada de inmediato.

El 2015 fue un año complejo desde el punto de vista internacional, pero debe decirse que a nivel interno, la realidad no fue muy diferente. Distintos analistas de prensa han citado que para Chile este fue el año de las desconfianzas.

Quizás como nunca, y ha sido revisado hasta el hartazgo, hemos visto un derrumbe de la credibilidad de muchas instituciones fundamentales de la nación, tanto públicas, como privadas. Veamos algunos ejemplos: la Iglesia Católica aparece como una de las más golpeadas. Según la CEP, apenas el 29% confía en ésta, cuando en 2009 llegaba al 50%.

Pero también están los políticos, el Congreso, el gobierno, la Justicia, la Nueva Mayoría, la oposición, el empresariado, los vecinos, la familia, los desconocidos y también buena parte de los medios.

Lo anterior no es casual. Ciertamente, la destrucción de la confianza se ha cimentado sobre los errores, omisiones y actos delictivos cometidos por importantes representantes de las organizaciones citadas. Este año se han conocido las colusiones y otros actos reñidos con la legalidad, por parte de importantes compañías -referentes en Chile-; también escabrosos detalles de actos sexuales protagonizados por sacerdotes, junto al ya normal descrédito de la clase política que poco hace por revertir su condición.

El cóctel final es que Chile es el país más desconfiado de la OCDE, lo que es en absoluto un mérito; tampoco tiene que ver con el nivel de desarrollo, ya que países más pobres manifiestan más confianza en aquello que les rodea.

La desconfianza nace del miedo, dicen los sicólogos, allí habría que buscar, parte de las respuestas.

Pero el fenómeno no es propio del país, sino de buena parte del mundo desarrollado, de las democracias liberales que parecen estar enfrentándose a fenómenos impensados: la incertidumbre, probablemente ligados al fenómeno reciente de la ausencia de ideologías.

El gran problema es que sin confianza, los países no avanzan, peor aún, retroceden, ya que el tejido social es el sustrato clave para construir. Chile es capaz de revertir esta realidad y repensar el futuro.

Chile, un país cerca del desarrollo, que presenta indicadores duros de crecimiento superiores a los presentados por sus vecinos latinoamericanos, ha construido una historia en relación a su manera de entender la entrega de servicios sociales y fortalecimiento de la calidad de vida de quienes forman parte de su territorio, que ha transitado desde un Estado Protector, que deja en evidencia la desigualdad de clase a un Estado subsidiario, pasando desde una lógica universalista a una lógica focalizadora.

La Protección Social, Política Social que busca disminuir desigualdades y fortalecer a grupos vulnerados, emerge en Chile como eje de la acción política, con un fuerte énfasis en la población más pobre y vulnerable en el país, durante la década pasada, y se expande en la dirección de un sistema más amplio en cobertura y prestaciones, a partir de un enfoque de derechos, esto dado así en los últimos cinco años. (Cepal, 2015) La Protección Social debe ser vista como principio integrativo societal, más allá de ser entendida como la suma de dispositivos técnicos que posibilitan en cierto modo la reducción de las desigualdades.

La puerta de entrada al Sistema de Protección Social en Chile, está dada desde el registro formal de las familias. Por tanto, la forma de este registro es fundamental para que este proceso sea eficiente y eficaz. Eficiente en términos de que recoja la información necesaria, válida y actualizada y eficaz, pues busca poder discriminar, desde la información entregada, sectores de la población más vulnerada, entregándoles prioridad al acceso de los servicios sociales, bajo la lógica de focalización de recursos. Lo diferente esta vez, pues recordemos que estos también eran los propósitos de los instrumentos CAS I y II y Ficha de Protección Social, es que esta base de datos estará construida y actualizada en red que vincula información obtenida desde Servicio Nacional de Registro Civil, Servicio de Impuestos Internos, Superintendencia de Pensiones, ISAPRES, FONASA, Registro Escolar de Chile; entre otros. Se basa entonces en el cruce de datos que permitirá establecer con mayor exactitud la situación actual y real de los hogares. Cabe indicar que una de las principales ventajas del Registro Social de Hogares es que se transitará de la información declarada por los hogares al uso de los datos con los que el Estado cuenta.

Daniela Guzmán Sanhueza Directora del Departamento de Trabajo Social, Universidad de Atacama