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El rostro humano ha evolucionado en función del tamaño del cerebro

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La evolución del rostro humano está ligada a la evolución del cerebro y esta relación es mucho más compleja de lo que se pensaba hasta ahora, tal y como describe un estudio hecho por el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) de España, que analizó la relación entre la base del cráneo y el rostro en todo el género Homo.

El trabajo, realizado con morfometría 3D combinada con otras técnicas de visualización, permitió dividir según factores las pautas de evolución conjunta de la cara y la base del cráneo.

"Una de las regiones corporales que más ha cambiado en el último millón de años de nuestra evolución es el esqueleto de la cara", explicó el investigador Antonio Rosas. "Hemos visto que los cambios acaecidos en el rostro están asociados con la evolución de un cerebro de gran tamaño, que en el caso humano alcanza una media de 1.350 centímetros cúbicos y en los neandertales estuvo cerca de los 1.500", agregó.

"Los resultados desvelan que la clave de esta compleja relación evolutiva podría estar en la acción combinada de diferentes agentes biológicos", añadió el investigador Markus Bastir.

Los científicos observaron que el volumen de la cavidad nasal está relacionada con el tamaño del cuerpo, por lo que a mayor tamaño corporal, mayor será la cavidad nasal. Por ello, las variaciones evolutivas en el tamaño corporal de cada una especies humana estudiada se han visto reflejadas en el tamaño y forma del rostro.

"Un cuerpo grande necesita un intenso intercambio de gases (oxígeno y dióxido de carbono), que tiene lugar a través de las vías respiratorias. Estas tendrán que ser más amplias a medida que aumenta el tamaño, o más pequeñas si el tamaño decrece", dijo Bastir.

No obstante, el estudio indicó que el aumento de la cavidad nasal ejerce un empuje hacia arriba de la base del cráneo, modificando su estructura y la del resto del cráneo. Ese empuje se ve contrarrestado a su vez por la presión que ejerce el cerebro hacia abajo.

El consumo de café en las mañanas mejora la resistencia atlética

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El café es un ingrediente común para empezar el día con energías. Además de los múltiples beneficios que puede tener contra algunas enfermedades crónicas, una taza de esta bebida puede mejorar la resistencia atlética.

Un estudio de la Universidad de Georgia (EE.UU.) publicado en el Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism da cuenta de los beneficios ergogénicos de la cafeína.

El término ergogénico hace referencia a los deportistas que realizan más trabajo físico del que sería posible sin ellas.

Las conclusiones de la investigación apuntan a recomendar a los atletas consumir productos naturales para potenciar sus capacidades físicas, en lugar de consumir medicamentos u otros químicos complejos.

Los hallazgos también benefician a las personas que no se dedican a actividades intensas como el fisicoculturismo, sino quienes necesitan estimular el organismo para realizar sus actividades cotidianas.

Simon Higgins, autor del estudio, revisó más de 600 artículos académicos. Luego, realizó algunas proyecciones en una cantidad reducida de ensayos, con criterios como la medición de la cafeína en el café, la dosis adecuada y la medición del rendimiento de la resistencia. En total nueve ensayos aleatorios utilizaron el café especialmente para mejorar la resistencia.

"Las investigaciones anteriores se ha centrado en la cafeína en sí como una ayuda para mejorar la resistencia. El café es una fuente popular de la cafeína, por lo que este trabajo miró la investigación que rodea sus beneficios ergogénicos", explicó Higgins.

En cuanto a las cifras, Higgins encontró que entre 3 y 7 miligramos de cafeína por kilogramo de peso corporal aumentaron el rendimiento de resistencia en un promedio del 24%. La cantidad de cafeína en una taza de café puede variar de 75 mg a más de 150, dependiendo de la variedad y cómo es tostado y molido.