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Licencias por depresiones

Dos de cada diez chilenos ha pasado por alguna situación de este tipo a lo largo de su vida. En el mundo hay 350 millones de personas afectadas por este mal. Lamentablemente se trata de una enfermedad muy incomprendida y silenciosa, sobre la cual hay una serie de estigmas de tipo social que la encubren y que impiden su necesaria pesquisa temprana.
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Algunos organismos de salud han informado la alta incidencia que tienen las depresiones como causal de licencias médicas presentadas por trabajadores. Es una invitación para reflexionar sobre varios aspectos relacionados con la calidad de vida. Se trata de un problema directamente relacionado con la satisfacción y con los niveles de armonía en los cuales se desarrolla una persona.

Según las definiciones básicas, una depresión puede ser reconocida como un trastorno mental, eventual o crónico, dependiendo de cada paciente afectado y que debe ser tratado médicamente, por el gran riesgo vital que implica en sus estadios más críticos.

Lamentablemente, su ocurrencia va en aumento. Se sabe que dos de cada diez chilenos ha pasado por alguna situación de este tipo a lo largo de su vida y que en el mundo hay 350 millones de personas afectadas por ella, en sus diferentes grados. Los pacientes de mayor riesgo son los adolescentes (8% en Chile), por lo cual se recomienda la intervención temprana de especialistas. Por lo mismo, se trata de una enfermedad incluida en el plan Auge (para mayores de 15 años) y frente a la cual es necesario estar alertas, pues se encuentra vinculada a la mayoría de los suicidios de jóvenes.

En este último punto conviene detenerse, pues también se trata de una enfermedad muy incomprendida y silenciosa, sobre la cual hay una serie de estigmas de tipo social que la encubren y que impiden su pesquisa temprana, algo que pone a los pacientes en un riesgo mayor.

En el ámbito laboral suele ser una situación compleja de abordar, pero acerca de la cual conviene abrir conversaciones que incluyan los niveles de estrés a los cuales está sometido cada trabajador, sus grados de pertenencia al grupo y su satisfacción con las propias labores.

También la calidad del empleo influye en la forma en que una persona se desempeña diariamente y los niveles de satisfacción que alcanza. Jefes y compañeros de trabajo tienen mucho que aportar en esta dirección, para prevenir la ocurrencia y pesquisar los casos a tiempo, para que reciban ayuda especializada.