Gran controversia han causado los dichos del aspirante Casa Blanca Donald Trump, quien propuso vetar la entrada de musulmanes a Estados Unidos, luego del ataque que se registró la semana pasada en California. Al conocerse ese anuncio, muchas personas comenzaron a realizar la comparación entre el malvado personaje de la saga literaria Harry Potter, Voldemort, y el precandidato republicano. Al ver esta serie de comentarios por las redes sociales, la autora de los libros, J.K. Rowling, también reaccionó al respecto, asegurando que Trump es aún más malo que el personaje de ficción. "Qué horrible. Voldemort estaba lejos de ser tan malvado como él", fue el mensaje que publicó Rowling en su cuenta oficial de Twitter, junto con una nota que constataba la medida del precandidato republicano. El comentario de la escritora ha tenido gran repercusión en redes sociales.

El actor que da vida a Daryl Dixon en la serie "The Walking Dead", Norman Reedus, vivió un desagradable momento durante la convención Walker Stalker (encuentro que reúne a amantes del cine de ficción y los zombies), cuando una fanática lo mordió varias veces en el pecho. La mujer, quien en Instagram aparece como Robin Grover, esperaba a Reedus para sacarse una fotografía. Sin embargo, después de conseguir la imagen, no pudo controlar su ansiedad y nerviosismo por tenerlo cerca, lo que la llevó a actuar de esa manera. Durante el evento la fanática también le confesó al actor que algunas veces pretendía que estaba casada con él. En su cuenta de Instagram, la mujer publicó la fotografía que consiguió con Reedus y aprovechó de pedirle perdón por haberlo mordido. "Al fin conocí al amor de mi vida, pero me prohibieron ir a otras conferencias (...) porque perdí la cabeza... me emocioné tanto de estar parada junto a él... que sólo di vuelta mi cabeza ¡y lo mordí! No sé qué me pasó. No fue mi intención herirlo. ¡Perdón Norman!", escribió Grover en la red social. Por su parte, el actor también utilizó su Instagram y Facebook para referirse al tema, subiendo una imagen en la que aparece con una polera que dice "No me muerdan".

El grupo estadounidense Eagles of Death Metal visitó ayer el teatro Bataclan, casi un mes después de que un comando yihadista matara en ese recinto a 90 personas que habían ido a su recital, incluido el responsable comercial de la banda, Nick Alexander, y tres funcionarios de su discográfica.

Los miembros de la agrupación, muy conmovidos, se reunieron ante la entrada de la sala de conciertos -la cual desde el día del ataque está cubierta por una lona- y permanecieron parados delante de los innumerables mensajes de homenaje a las víctimas. Los integrantes del grupo californiano permanecieron cerca de 15 minutos mirando las fotos de las víctimas y leyendo los mensajes, bajo la llovizna.

Llorando

El cantante Jesse Hughes, con lágrimas en los ojos, depositó una flor en homenaje a quienes fallecieron ahí el 13 de noviembre, mientras los otros miembros del grupo se abrazaban. Un importante dispositivo policial vigilaba los alrededores del Bataclan, y las fuerzas de seguridad habían cortado en parte el tráfico en un sector cercano. El grupo volvió a los escenarios el lunes por la noche en París, para interpretar dos canciones durante un concierto de la banda irlandesa U2, en la sala de Bercy. Durante el concierto los nombres de las víctimas de los atentados fueron proyectados en una pantalla gigante con los colores azul, blanco y rojo cuando Bono cantó "Ne me quitte pas" de Jacques Brel. Fue la primera vez que se escuchó al grupo en la capital francesa tras los atentados terroristas que dejaron 130 muertos a mediados de noviembre. Los atacantes mataron 90 personas, pero ningún integrante de la banda resultó herido.