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Proyecto propone usos novedosos a los bosques nativos

ATACAMA. Estudio realizado por Conaf detecta la existencia de cuatro mil hectáreas de formaciones boscosas.
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Redacción

Está extendida la idea de que en la región de Atacama no existe bosque nativo porque las estadísticas oficiales así lo dicen. Esta creencia se origina en la forma en que se miden las formaciones boscosas (mediante fotos satelitales), no obstante, un análisis más acucioso de fotointerpretación detectó la existencia de estos conjuntos de árboles luego de un intenso trabajo de campo.

La tarea realizada por la Corporación Nacional Forestal de Atacama (Conaf) logró medir 4.019 hectáreas de bosque nativo en la región, la mayoría ubicados en las comunas de Copiapó y de Alto del Carmen. Pero este trabajo no solo termina en identificarlo y medirlo, en la actualidad existe un proyecto del Instituto Forestal (Infor) para mejorar el conocimiento que tiene la gente de este recurso, su mejor uso y manejo.

Se debe partir por identificar qué es un bosque, al respecto Juan Soto jefe del departamento Forestal de Conaf clarifica que "hay que pensar en nuestros bosques nativos de manera distinta a la visión sureña, de grandes extensiones, sino más bien se trata de pequeños paños que también cumplen funciones importantes de protección de aguas, de suelos y como son reservorios de biodiversidad la idea es que la gente de Atacama logre identificarlos y sepa que existen".

Especies

Félix Avaria, jefe Sección de Bosque Nativo de Conaf, explica que "de acuerdo con la legislación vigente se trata de terrenos de media hectárea con una profundidad de 40 metros y una superficie de cobertura de las copas, es decir el espacio cubierto por los árboles del 10 % de ese territorio", algo más pequeño que las dimensiones de una cancha de fútbol.

Por supuesto que para que sea nativo debe incluir algunas de las especies que estaban en la zona ante de la llegada de los españoles, que en nuestra región no son muchas. Por mencionar algunas, están el espino (Acacia caven), el chañar (Geoffroea decorticans), el maitén (Maytenus boaria), el algarrobo (Prosopis chilensis), el pimiento (Schinus molle) y el molle (Schinus latifolius).

Existe una discusión acerca del pimiento como un árbol nativo, no obstante Enrique Villalobos investigador de Infor la resuelve explicando que "hay varias especies de las zonas áridas que fueron traídos por los Incas en su avance hacia el sur, hoy se aclimataron y ya son nativos; tal es el caso del pimiento, por eso es que hay algunas discusiones que no son nativos pero hoy día se los acepta como tal".

Manejo

Del conocimiento de la existencia de este bosque proviene el cuidado que deben tener los pobladores de la región de este valioso recurso. Conaf protege en tres frentes, fomento, fiscalización e investigación, es en el último punto donde entra un proyecto que busca potenciar el uso del chañar.

Villalobos afirma que "nosotros como Infor estamos haciendo un trabajo para el manejo del chañar y así ayudar a las comunidades a mejorar la producción de frutos, a través de podas. Lo anterior porque nos dimos cuenta que aquí está el recurso, pero no está bien utilizado. El chañar tiene muchas propiedades medicinales, como ejemplo el arrope, la hoja y la corteza son expectorantes para la tos".

Un aspecto importante de señalar es que existen elementos que están haciendo peligrar la sustentabilidad de estos bosques y que están relacionados con la presión de uso, tanto por el sector agrícola, minero e inmobiliario. Además, los costos asociados a las actividades de manejo son caros y arcaicos, lo que hace que muchos propietarios no opten por manejar sus bosques.

En la Ley de Bosque Nativo existe la línea del fomento al manejo del recurso, para ello la corporación tiene un fondo concursable que puede ser usado para podas, raleo que sirvan en la generación de senderos interpretativos por ejemplo. "En Alto del Carmen existen pequeños propietarios que construyeron algunos circuitos dentro de su bosque con algunas estaciones que señalan alguna singularidad del lugar", dijo Félix Avaria.

Avaria agrega que cuando una extensión de árboles cumple con la descripción de bosque, "Conaf tienen algunas atribuciones legales para hacer fiscalización y que cualquier intervención en el bosque nativo debe ser regulado por un plan de manejo que debe ser aprobado por la corporación. Cuando se cae en incumplimiento Conaf tiene las potestades para hacer una denuncia en los juzgados de policía local, se tipifica como falta y pueden derivar en multas que las establece la entidad judicial".