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Determinan la reapertura de Caleta Palito en Chañaral

MEDIDA. Seremi de Salud dijo que no hay riesgo en la ingesta de productos del mar.
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La seremi de Salud, Brunilda González, dio a conocer ayer la reapertura de Caleta Palito, de Chañaral, luego del derrame de concentrado minero generado en esa zona el 24 de septiembre.

Debido a la situación que derivó en el actual sumario sanitario contra Codelco -compañía que habría provocado el vertimiento de los desechos al mar- la Autoridad Sanitaria realizó muestras para determinar el impacto en el ecosistema. Hecho que, según explicó González, no se habría desarrollado.

"El 27 de octubre tomamos 16 muestras de moluscos y cinco en pescados. De los moluscos analizados habían locos, lapas y cholgas, y de los pescados rollizos, viejas y miragaya. Se tomaron Caleta Palito, Playa Blanca, en Punta Churra y en El Caleuche. Y la buena noticia es que todos los metaloides de interés sanitario que medimos, entre los que nos interesan como el arsénico, plomo, mercurio y cadmio están dentro de la norma dada por la RCA, que es de carácter internacional".

La titular regional de Salud sostuvo informó que del 100% de las muestras de pescados hay un 20% que tiene un nivel de alteración, panorama que se habría dado en Punta Churra. "No hay efecto sanitario relevante para la población. El riesgo es bajo, tanto por el bajo consumo promedio de pescados y mariscos, como por las concentraciones de metales encontrados", indicó la seremi de Salud.Al ser consultada por la posible acumulación de metaloides en el organismo, tras la ingesta de pescados y mariscos expuestos a contaminantes, la seremi sostuvo que "no se acumula porque el proceso de eliminación es rápido. La acumulación es por exposición directa a los metales. Del arsénico que tienen los productos vivos, el 90% es orgánico y el 10 es inorgánico, que es el que genera dificultades".

La autoridad señaló que, tras los resultados arrojados, se retomará la actividad en el área de manejo de los pescadores de Caleta Palito, Playa Blanca, Punta Churra y El Caleuche. En tanto, agregó que el sumario continua en curso y que los resultados se entregarán cuando se reúnan los elementos necesarios para determinar si existe o no una infracción grave para la seguridad sanitaria de la población y a la actividad productiva de la comuna de Chañaral.

Realizan donación de órganos en Hospital Regional de Copiapó

ATACAMA. Durante este año se han realizado tres procedimientos de este tipo.
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Redacción

Luego que un paciente falleciera en el Hospital Regional de Copiapó San José del Carmen (HRC), diversos servicios del recinto de salud, junto a un equipo de especialistas proveniente de Santiago, realizaron la intervención quirúrgica para concretar la donación de órganos de la persona que optó por ese fin altruista después de la muerte.

"La carga emocional es muy pesada y, por ello, queremos resaltar la nobleza y voluntad que han tenido cada una de las familias. No es una decisión fácil. Valoramos su determinación y esperemos que los pacientes receptores puedan comenzar a vivir esta nueva etapa lo mejor posible junto a sus seres queridos", explicó la enfermera Ulda Lillo, supervisora de la Unidad de Procuramiento de Órganos y Tejidos del HRC.

En el mismo sentido, el director (s) del HRC, Jaime Feijoó, comentó en relación al caso de donación que "esta realidad demuestra que las familias atacameñas han demostrado su nobleza y han contribuido, pese a toda su tristeza por la pérdida de su ser querido, a que la espera y angustia de otros pacientes y familias disminuyan".

Procedimiento

De acuerdo al proceso que dicta la Ley 20.673 relativa a la donación de órganos, se debe detectar un nivel de conciencia menor o igual a siete para establecer el estado de salud cerebral del paciente. En este aspecto, si el dígito se ubica en tres puntos, se debe dar inicio a la evaluación para certificar la muerte cerebral. Luego de esto, y en presencia de un neurólogo o neurocirujano, se hace una evaluación clínica del paciente para ver efectivamente si está fallecido. "Esa es la etapa más difícil porque no todos están concientizados con la donación de órganos. Si ellos (los familiares) aceptan, nos comunicamos con la Coordinadora Central en Santiago y les informamos de un potencial donante, y ellos hacen las gestiones para que los equipos extractores vengan a Copiapó", explicó Lillo.Si bien, en lo que va de año solo se han registrado tres casos de donación de órganos en la región, la supervisora de la Unidad de Procuramiento de Órganos y Tejidos del HRC sostuvo que la cifra ha incrementado en Atacama."Este año hemos tenido tres donantes y han aumentado. El 2013 nos instauramos por primera vez como Unidad de Procuramiento y tuvimos un donante. El año pasado fueron dos casos y en 2015 vamos con tres", agregó la profesional.

En relación a la estadística que refleja el nivel de deserción, Lillo explicó que "de 27 pacientes que nosotros pesquisamos al año, es decir, posibles donantes, el 65% de esos casos se traduce en negativa familiar". Esto último ya que, según explicó la profesional de la salud, "nosotros trabajamos bajo la Ley del Donante Presunto que, aunque la persona en vida haya manifestado ser donante, quien firma el acta de donación es la familia (...) es muy difícil tener que decir: sabes que, tu familiar falleció. ¿Nos puedes donar los órganos? es muy difícil". En la misma línea, Lillo agregó que "si comparamos con Coquimbo, que tiene un centro de referencia neuroquirúrgico donde se derivan todos los pacientes neuroquirúrgicos de la zona norte a la fecha llevan siete, y ellos ven todo el área, mientras que nosotros derivamos y no los vemos, y a la fecha llevamos tres pacientes. Ellos, al ser un centro de derivación, deberían presentar entre 12 a 15 pacientes".

"Estamos dentro de las regiones con una de las tasas altas de donantes. En comparación a Antofagasta, hemos superado con creces la cuota de donación de órganos".

Ulda Lillo, Profesional de salud del HRC

3 casos de donación se han registrado hasta la fecha en la región de

Atacama. 65% de negativa es la cifra que registra el HRC en Atacama, en relación a las familias que no han estado de acuerdo con la donación de órganos.