Conversación para el futuro
No podemos pretender que la situación actual se extenderá en el tiempo. Los líderes tienen la obligación de avanzar en ello a fin de dar un salto cualitativo. "Reintroducir las penas de cárcel es una opción que debe considerarse seriamente... Los causantes de la colusión es como el cáncer; una vez que se presenta hay que extirparla de una vez", dijo el experto categóricamente.
El destacado economista chileno Sebastián Edwards comentó hace poco la realidad presente del país, presentando un diagnóstico bastante sombrío respecto a la actualidad chilena.
Edwards reconoció que está "preocupado, por varias razones". Habló de un ambiente "bastante corrosivo", con "malas noticias" sucediéndose una tras otra. Apuntó que lo más serio es el caso de los papeles tissue y el efecto que ha tenido sobre la población.
"Es un caso grave y un golpe duro al sistema capitalista y de mercado. Los personajes involucrados -Eliodoro Matte y Gabriel Ruiz-Tagle- son emblemáticos, y la gente tiene razón en tener mucha rabia y en sentirse traicionada".
En mayor detalle citó que "hay un sentimiento colectivo de angustia, una falta de claridad sobre el futuro", juicio que resulta difícil de refutar si sumamos al caso citado, el de los pollos, Caval, pedofilia en la Iglesia y una serie de tropiezos de la clase política nacional.
Pero hay que salir adelante.
Varios analistas sostienen que estos cuestionamientos tienen que ver precisamente con los mayores niveles de desarrollo que tiene el país, lo que conlleva sociedades más complejas, inquisitivas, menos tolerantes y más exigentes de ser partícipes de ser integrantes del éxito que alcanza el país.
Edwards cita también que esta etapa pasará y el país saldrá adelante. Lo que es relevante es que este reencauzamiento de energías se produzca pronto, con el fin de evitar la pérdida de oportunidades, dolor y crisis. Evidentemente que para lo anterior se requiere, al menos concentrarnos en varias cosas: liderazgo, claridad y ánimo de conversar.
Como en todo caso, es importante tener divergencias que enriquecen, pero también ánimo constructivo que posibilite la creación de valor conjunto y en eso parece que hemos extraviado algunas cosas. La clase dirigente chilena parece más enfocada en concentrarse en las diferencias, que en sumar.
La crisis de confianza la superaremos conversando, lo que implica flexibilizar posiciones y fijar posiciones y sueños de beneficio país.
El tiempo es ahora para este objetivo.