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Construcción de jardín botánico será en tres etapas

FASE. Con la presentación culminó el proceso del diseño. La construcción podría durar cuatro años.
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Redacción / R. Silva

Ante un numeroso marco de público se realizó la presentación final del diseño que tendrá el jardín botánico de Atacama con lo que concluye la segunda fase de esta obra de largo aliento y que tuvo un costo de 227 millones de pesos. A la muestra asistieron la diputada Yasna Provoste, la seremi de Agricultura, autoridades comunales de Vallenar y los Cores Yasna del Portillo, Luis Ruiz, Juan Santana y Javier Castillo además de jefes de servicios públicos.

En palabras del director regional de Conaf, el proyecto sumó durante los últimos años las voluntades de muchos servicios por ser "un trabajo de gran magnitud y a la vez fue inédito por ser el primer jardín botánico que se diseña en el país por lo tanto no había una experiencia para esta tarea. En este trabajo estuvieron presentes diversas carteras de gobierno, municipalidad y entidades técnicas de investigación, concurriendo además muchos profesionales para ver de qué manera poder concretar este sueño que además fue incorporando con mucha fuerza la participación ciudadana desde el año pasado".

Por su parte la parlamentaria Yasna Provoste, que estuvo presente en la ceremonia, afirmó que "este proyecto va a ser un gran aporte para la educación, porque entendemos que este va a ser un espacio que va a permitir a los estudiantes y a nuestras familias conocer nuestra flora nativa, en como nosotros nos sentimos orgullosos de las especies que solo se dan en nuestro desierto de Atacama". Provoste agregó que "para quienes vivimos en la región entendemos que una de las características de las cuales nos sentimos orgullosos es que Atacama es la capital del desierto florido y vamos poder tener en Vallenar un pedacito de aquello para poder compartirlo".

Al respecto, la seremi de Agricultura Patricia Olivares argumentó que "la conservación de la flora nativa entrelazada con el bien social, cultural y ambiental, es una iniciativa que como Gobierno es nuestro compromiso, queremos un proyecto de calidad y que tome el sentir de la comunidad".

Construcción

La construcción del jardín Botánico será en tres etapas y tendrá una duración de cuatro años, siendo la plaza pública y el jardín filogenético (colecciones de plantas por clasificación) entregados en una primera etapa.

El diseño contempla cuatro secciones principales, donde se pensó en la accesibilidad universal y la eficiencia energética, aprovechando el uso de aguas grises y de energía solar.

La plaza urbana y pabellones del Jardín Botánico comprenden la plaza de acceso y los pabellones abiertos al público (acceso, sala de exposiciones, biblioteca, sala de charlas) y los pabellones de administración, oficinas y laboratorio reservados al personal del Jardín Botánico.

El Jardín Filogenético corresponde a las colecciones de especies nativas y exóticas de fácil implementación y reconocibles por la comunidad que son utilizadas en la región, tanto a nivel de paisajismo como de uso medicinal y/o alimentario. Las plantas estarán organizadas por familias dada sus relaciones de filogenia.

Este sector presenta recorridos especiales con señalética específica que dan cuenta de situaciones de especies amenazadas, medicinales, nativas promisorias, entre otras.

Colecciones botánicas y ambientes vegetacionales, que en total conforman siete jardines representativos de los principales ecosistemas de la región, tales como el desierto florido de los llanos, las serranías, el desierto costero de Huasco y de Taltal, el desierto preandino y los ambientes de humedales.

La última sección corresponde a un área con árboles de gran tamaño y una zona recreativa con mesas de picnic.

El jardín comprende además senderos que se dividen en un sendero estructurante principal y senderos secundarios, pasarelas, zonas de descanso y contemplación denominadas tambos y observatorios, además del mobiliario necesario para amenizar estas instalaciones.

El romántico

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El mundo está mal hecho, dice mi joven amigo, el romántico. Cualquiera que conserve algo de rebeldía admitirá esta imperfección, me insiste. Desde que adquirimos conciencia, desde que nos separamos de ese presente continuo en el que parecen vivir los animales, empezamos a notar que la vida nos cobra un precio muy alto por dejarnos vivirla.

Mi amigo el romántico afirma que la primera decepción metafísica de un niño consiste en descubrir que el tiempo jamás se está quieto. Lo que el niño desea tarda mucho en llegarle, mientras lo que teme se apresura demasiado en cumplirse. Luego, poco a poco, aprendemos que la felicidad es más escasa que abundante, que la alegría pasa más rápido que el tedio, que hasta una simple satisfacción suele exigirnos labores y sinsabores. Y pronto nos enteramos de lo peor: que vamos en una carrera contra la muerte y al final ésta siempre nos gana.

Mi joven amigo el romántico se exalta. "¡Protesto!", dice. "Exijo que la vida no sólo tenga sentido. Demando que la existencia sea mucho mejor que sagrada, lógica o buena. ¡Quiero que la vida sea como realmente debería ser: poética!".

La rebelión de mi amigo es luciferina: trágica y heroica a la vez. El hombre romántico no se conforma con las seguridades de las ciencias, ni con las promesas de las religiones, ni con los consuelos de las filosofías. El hombre romántico busca que la existencia sea plena, intensa y bella, es decir, quiere vivir poéticamente.

El romanticismo fue una rebelión contra los excesos de la razón. No en balde, pese a todas sus bondades, la Ilustración también trajo consigo el Gran Terror de la Revolución Francesa, y esas primeras guerras mundiales que fueron las conflagraciones napoleónicas. Pronto, la revolución industrial y el positivismo científico apretaron todavía más los engranajes de la rutina que tritura los blandos sueños humanos. Los románticos se alzaron contra esos monstruos que la razón había parido. Y lo hicieron proclamando la libertad de sentir, como forma de acceder a las analogías profundas entre la perpleja vida humana y el impasible universo.

Para mi amigo el romántico, aquello que resulta inaccesible a la razón puede revelarse a la intuición como un sistema de correspondencias. Todo se toca con todo. Y ese "tocarse" de las cosas entre sí compone una música universal, una armonía que no sólo el oído del poeta, sino cualquier oído abierto a lo poético podría sentir. Y que por tanto todos podríamos vivir.

Desde luego, también la razón ha buscado una armonía en el caos del universo. En sus albores la ciencia se asemejaba a la poesía. Pitágoras creyó escuchar una "música de las esferas" que armonizaba los desplazamientos de las estrellas y los planetas. Los físicos contemporáneos, que siguen buscando una "teoría unificada" o "teoría del todo", parecen movidos por una ambición similar. Pero la ciencia limita con su propio saber verificable.

"¡Y el saber no basta!", exclama mi joven amigo. Cuando Guildersten le reprocha a Hamlet su ambición intelectual -un querer entender demasiado- éste responde que no es ambicioso: "Podría vivir dentro de una nuez y sentirme rey del espacio infinito. Si no tuviera malos sueños".

Es posible que alguna vez lleguemos a entender, desde esta cáscara de nuez que llamamos mundo, los secretos del espacio infinito. Entonces la razón se creerá reina. Pero nosotros seguiremos siendo esclavos de esos "malos sueños" que nos sobresaltan. Las injusticias del azar, el tiempo que no cesa, la muerte que acecha.

Angustiado, mi amigo el romántico insiste: "Saber está muy bien. ¡Pero lo que yo quiero es que la vida sea como realmente debería ser: poética!".

Emocionado, abrazo a mi amigo -aquel joven romántico que fui- y le respondo: tal vez desearlo sea vivirlo. Quizás esa música del universo la componen quienes desean fervientemente oírla.

POR CARLOS FRANZ*

* Carlos Franz es escritor. Su libro más reciente es La Prisionera (Ed. Alfaguara).

el espejo de tinta

Los románticos se alzaron contra esos monstruos que la razón había parido. Y lo hicieron proclamando la libertad de sentir.

La profesora que lo dejó todo por la ficción "Misión olvido"

Un día María Dueñas se vio con el tiempo para hacer algo distinto. Y decidió escribir. Publicó la exitosa "El tiempo entre costuras" (2009), "Misión olvido" (2012) y "La templanza", que vino a promocionar a Chile.
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Hace seis años, la española María Dueñas (51) no había publicado tres best sellers. Tampoco había sido traducida al inglés, italiano, portugués, francés, alemán, sueco, noruego, ruso y chino, entre otra decena de idiomas, y menos se imaginaba que su libro "El tiempo entre costuras" vendería más de un millón de copias.

Adiós a las clases

Después del debut

-¿Cómo empezó a idear esa historia?

Rigor en las letras

-¿Cómo le ha ayudado haber sido tantos años profesora universitaria?

Dueñas explica que le interesa retratar personajes carismáticos que lograron ganarle al fracaso.

María Dueñas Editorial Planeta 640 páginas

$18.499

María Dueñas Editorial Temas

de hoy 512 páginas

$15.100


"El tiempo entre costuras"

El debut de la española María Dueñas llegó de la mano de un éxito rotundo. "El tiempo entre costuras" salió a la venta con un tiraje de apenas 3.500 ejemplares y firmado por una entonces desconocida autora, que se dedicaba a hacer clases en una universidad de España. Pero de a poco se empezó a correr la voz entre los lectores y la novela se convirtió en un fenómeno, a tal punto que la señal española de televisión Antena 3 decidió producir una serie basada en el libro. Como era de esperar, también logró conquistar a la audiencia. "El tiempo entre costuras", la serie, fue transmitida en Chile por TVN y actualmente se encuentra disponible a través de Netflix. La historia comienza en el año 1934, cuando la joven costurera Sira Quiroga, decide partir desde Madrid siguiendo al amor hasta Marruecos, justo cuando comenzaba la Guerra Civil Española. La joven toma esa decisión pese a que en Madrid vive junto a su madre, Dolores, a quien abandona junto a su novio, Ignacio, con la ilusión de lo que siente por Ramiro Arribas, un hombre al que apenas conoce pero de quien se ha enamorado. Juntos se instalan en Tánger, una ciudad exótica donde se encuentra con el abandono. En medio de esa situación, Sira decide partir a Tetuán, la capital del protectorado español en Marruecos, donde comienza a forjar un nuevo destino.

En su segundo libro, que salió a la venta tres años después de su debut como novelista, María Dueñas se trasladó hacia mediados de los años 50 y luego a fines del siglo XX para contar una historia que transcurre entre España y California y que trata sobre intrigas y amores entrecruzados que llevan personajes apasionados. La novela cuenta la historia de la profesora Blanca Perea, a quien la vida la vida se le ha desplomado y su matrimonio ha fracasado. Entonces decide huir a una universidad californiana en lo que aparentemente no implicará ningún desafío para la protagonista. Sin embargo, para sorpresa suya se encuentra con algo mucho más interesante y sorprendente. Ahí comienza un proyecto que consiste en recomponer el legado del profesor de literatura Andrés Fontana, un olvidado hispanista exiliado tras la Guerra Civil Española y ya fallecido. Así conoce a un colega que además fue discípulo de Fontana llamado Daniel Carter, con quien comienza a estrechar lazos. En paralelo, el campus que la recibió en California está pasando tiempos convulsionados debido al rechazo de la comunidad a la construcción de un centro comercial en un hermoso paraje. Ambos lados de la historia comienzan a convergir en esta historia donde, como es usual en los libros de Dueñas, aparecen algunos personajes históricos.


"La templanza"

María Dueñas Editorial Planeta 544 páginas

$15.900

Por Carolina Collins

Hace seis años, María Dueñas era profesora de lengua y literatura inglesas en la Universidad de Murcia, en España, y no pensaba en dejar de lado ese trabajo para dedicar todos los minutos de su vida a ser novelista, menos una de best sellers.

Pero luego de que en 2009 publicara "El tiempo entre costuras", todo se transformó, como ella misma dice, en una bola de nieve que fue creciento a tal punto que Antena 3, la cadena de televisión española, hizo una serie basada en su primer libro que fue transmitida en varios países, incluido Chile, donde fue emitida por TVN y está disponible en Netflix.

"He sido profesora universitaria durante 20 años de mi vida, hasta que llegó un momento en que me apetecía también hacer algo distinto, pero nunca imaginé que una faceta viniera a suplantar a otra en mi profesión", cuenta sobre el salto que dio desde la academia a la novela.

Dice que el éxito la tomó por sorpresa. Cuando publicó "El tiempo entre costuras" era un nombre completamente desconocido en las letras. "No tenía la menor idea, porque el lanzamiento de mi primera novela era acorde con quien yo era: una escritora que partía, que no tenía ningún apoyo anterior, no tenía ninguna experiencia y era un nombre que no sonaba a nadie en absoluto. Además, justo en ese momento estaba en su punto la crisis en España, con lo cual todo llevó a que fuera un lanzamiento muy ilusionante, pero no muy grande: fueron 3.500 ejemplares nada más", cuenta sobre ese fulminante inicio.

Pero una vez que fue liberado, comenzó a correrse la voz del libro que narra la vida de Sira Quiroga, una modista que deja España y parte a Marruecos justo al comienzo de la Guerra Civil Española.

De ahí en adelante "empezaron a multiplicarse las ediciones, empezaron a multiplicarse las traducciones, y yo todo eso lo fui acogiendo con una enorme alegría y gratitud hacia quienes lo hicieron posible", dice satisfecha.

El éxito fue tal que en un momento se vio obligada a tomar la decisión de dejar las clases "y me decidí a volcarme a la escritura a tiempo completo".

El tiempo fue clave para que María Dueñas decidiera dar ese salto hacia la creatividad. Cuenta que aún estaba haciendo clases cuando comenzó a entusiasmarse con su primera novela. Estaba en una universidad estadounidense cuando se dio que tuvo el tiempo suficiente para sentarse a escribir. "Fue un momento en que ya tenía mis objetivos cumplidos en mi profesión", dice. "Por primera vez me vi con un poco de tiempo para dedicarme a hacer algo más. Y fue tan estimulante y tan grato que le iba robando horas a todo. A mi trabajo, a los fines de semana, las vacaciones, al sueño y a mi familia, hasta que logré montar la novela", resume.

Luego vino la serie del mismo nombre, que fue estrenada en 2013con gran éxito. "Fue un complemento magnífico, porque es una serie excelente. Pero lo que a mí más me satisface de todo es que a los lectores no les desencanta en ningún momento. Todos quedaron muy contentos con la serie y eso para mí era fundamental, no quería traicionarles después de haber sido seducidos por el libro, pues habría sido muy lamentable para mi como escritora", dice.

Dos años después del debut vino "Misión Olvido" (2012) la segunda novela de la autora y el libro que la trajo por primera vez a Chile, hasta dondellegó la semana pasada para promocionar en la Feria del Libro de Santiago (Filsa) su tercera novela, "La Templanza" (2015).

El libro sigue la historia de Mauro Larrea, un hombre acostumbrado a triunfar, que luego de años de trabajo logra amasar una importante fortuna en las minas de plata mexicanas. De un día a otro se derrumba.

En medio del desastre inminente este ganador apuesta por una última oportunidad de resurgir, hasta que aparece en su vida Soledad Montalvo, esposa de un marchante de vinos londinense, que le muestra un camino que nunca antes imaginó. La historia luego se traslada a Cuba y luego a la España del siglo XIX.

Se trata de un relato de época que explora a través de sus personajes, cómo los seres humanos, en este caso uno acostumbrado a la gloria, se sobrepone a las derrotas.

-Empecé enfocando la mirada hacia Jerez, esa ciudad llena de viñas, bodegas, de familias dedicadas al comercio del vino. Me parecía que era un escenario fascinante para una novela que ha estado ahí por siglos y que a mí me interesaba recuperar. Investigando sobre el jerez del siglo XIX, cuando se establecen los grandes clanes bodegueros, supe que algunas de aquellas bodegas fueron establecidas gracias a lo que se llamaba en España capitales de retorno, capitales indianos, que era el dinero de hombres que habían emigrado a América y que contrariamente a lo que hizo la mayoría, quedarse en el nuevo mundo, habían vuelto a España para invertir sus fortunas. Y algunas de esas fortunas provenían de la minería de la plata mexicana. Así es como decido que Mauro Larrea sea un hombre de origen español, que emigra a América, se enriquece y después se arruina y entonces vuelve a España con esta fachada de hombre próspero que en el fondo no lleva nada de dinero y lo que quiere es sacar dinero para llevárselo a América.

-¿Por qué le interesa retratar el fracaso?

-Me interesan esta tipo de personajes carismáticos, fuertes y con coraje que son capaces de no quedarse hundidos. Cuando la vida les golpea y les tumba, no se conforman con el fracaso.

María Dueñas es doctora en filología inglesa y por más de dos décadas se dedicó a la literatura, pero desde la sala de clases. Sin embargo, cuenta que a pesar de que ya dejó atrás la academia, es imposible sacarla de su forma de trabajar.

-Muchísimo porque todas mis herramientas de trabajo las he volcado en esta nueva faceta y me sirven en todos los aspectos. Desde cómo organizar mi trabajo, cómo planificar, en la vida académica trabajamos sobre programaciones muy estructuradas y todo eso lo transfiero a la hora de componer mis novelas. La disciplina de trabajo realmente me ha ayudado muchísimo. El rigor documental me viene también del mundo académico, incluso haber hablado tantos años frente a alumnos ahora me sirve a la hora de promocionar mis libros.

-¿Tiene un gusto especial por la novela histórica?

-No creo que mis novelas sean puramente históricas. Es cierto que tienen un potente contexto histórico de respaldo, pero yo creo que son más que novelas puramente históricas, porque tienen aventura, intriga, emociones. Me cuesta un poco de trabajo etiquetarlas exclusivamente como novelas históricas, aúnque es cierto que ese trasfondo está ahí. Me documento mucho, investigo, busco información por todas partes, en libros académicos, libros de viajes, libros de cartas, planos antiguos, mapas, todo tipo de recursos para construir ese transfondo. Pero una vez dentro de ellas pasan mil cosas que trascienden los límites de la novela histórica.

-Es una persona muy disciplinada ¿Cómo es su rutina diaria?

-He trasvasado mi manera de proceder en el mundo académico para afrontar mi trabajo ahora. Yo parcelo el tiempo, cuando hago promoción solamente hago promoción, voy leyendo, voy pensando, pero nada más. Y ya cuando me encierro a escribir intento distraerme lo menos posible. Todos los días parto la mañana saliendo a caminar y ahí voy trabajando mentalmente lo que dejé el día anterior, cosas que me quedan por ajustar, repasando, corrigiendo y luego me siento a escribir y ahí puedo pasar el día entero.

-¿Le va mostrando su trabajo a alguien?

-Cada vez menos, al principio con "El tiempo entre costuras", como no sabía siquiera si iba a ser publicado, era más abierta, más generosa. Pero ahora cada vez me voy haciendo cada vez más recluida y yo creo que mi próxima novela no la voy a mostrar a nadie (ríe).

"Fui profesora universitaria durante 20 años, hasta que llegó un momento en que me apetecía hacer algo distinto".

ricardo martin

Los primeros libros de Dueñas

"Me documento mucho, busco información por todas partes, en libros académicos, de viajes, planos, para construir el transfondo".