Contraloría fiscalizó el Salón Alicanto ante denuncia de acopio de alimentos
CONTROL. Mayormente había colchones y frazadas guardados en el recinto.
Funcionarios de la Contraloría General de la República llegaron hasta el Salón Alicanto de la Municipalidad de Copiapó, donde hay alimentos y colchones acopiados en su interior.
Era cerca de las 11 horas cuando llegaron los fiscalizadores al recinto, esto luego de una denuncia realizada a la entidad. Los funcionarios debieron esperar a que se abriera el salón, ya que estaba cerrado con candado y el personal encargado aludió a que no se encontraba la llave. Por ello, las dependencias lograron ser abiertas gracias a unos golpes con una herramienta efectuados por un trabajador municipal.
Fue el concejal José Fernández, quien señaló en un concejo municipal que desconocidos ingresaban a sustraer especies desde el interior del recinto. Por ello, planteó la necesidad y se acordó una fiscalización en la que participaron cinco concejales.
Una de ellas fue la concejal Rosa Ahumada, quien constató que "había una cantidad considerable y lo que nos llama la atención, primero, es que ese alimento se está entregando todos los días a través de la oficina comunitaria, quienes la solicitan de forma inmediata. Pero el estado insalubre en que encontramos el local, estaba sucio y además mucha de esa mercadería estaba vencida".
Ahumada agregó que "había harina que vencía en octubre y perfectamente se pudo haber entregado en julio. Había mucha agua envasada que ahora se va a tener que ocupar en regar las plantas".
Colchones y frazadas
El concejal Luis Orrego, manifestó que "la razón porque estaban los productos ahí, debe decirla el alcalde. Nosotros como concejales no tenemos más incidencia que la fiscalización", dijo.
Respecto al lugar explicó que "eso estuvo lleno de mercadería durante todo el tiempo de la emergencia. Ahora habían unas bolsas de alimentos, unos sacos de harina. Lo que yo vi son colchonetas y frazadas y algunos paquetes de víveres".
Otro concejal que estuvo en el Salón Alicanto fue Mario Bordoli, quien manifestó que "lo que más hay son colchones. Hay algunos alimentos que están vencidos y hay que botarlos, son los menos. Me da la impresión que cuando los mandaron estaban a punto de vencerse y me imagino que por eso no se repartieron".
Consultado por las razones de la no entrega de estos productos, el concejal opinó que "a la comunidad se le entregó todo lo que se pudo, todo lo que en un momento dado la comunidad necesitaba. Independiente una cosa de la otra las ayudas llegaron un poco tarde, no llegaron en la oportunidad que deberían haber llegado, se acopiaron en un comienzo en la escuela El Palomar y el sobrante se trajo al Salón Alicanto", dijo.
Agregó que "imagino que lo que está ahí se está guardando para una próxima emergencia. Lo que hay mucho son palas, colchones, picotas, lo que se necesitó en la emergencia, pero ya repartirlas para qué".
Bordoli agregó que "esos productos tienen que haber llegado tarde. A mí me consta que los vehículos de la municipalidad andaban por todos lados repartiendo mercadería en bolsas. Si mandan una tonelada de fideos, no les pueden regalar solo fideos a esa familia, además necesitan otro tipo de cosas como útiles de aseo, aceite".