Más de dos años después de la última final que los enfrentó, el suizo Roger Federer se impuso ayer en el clásico ante el español Rafael Nadal y se proclamó otra vez campeón del torneo de tenis de Basilea.
Siete veces campeón en su ciudad natal, Federer derrotó al español por 6-3, 5-7 y 6-3 y sumó su sexto título en 2015, solo por detrás de los nueve del serbio Novak Djokovic.
La última vez que ambos se habían enfrentado en una final se remontaba al Masters 1000 de Roma de 2013, cuando Nadal ganó con comodidad.
Nadal y Federer, ambos ex números uno del mundo, protagonizan desde hace 11 años una de las mayores rivalidades de la historia del deporte.
Se midieron hasta el momento en 34 ocasiones, con 23 triunfos para el español.
La de ayer fue la primera vez que chocaron en la cancha dura (indoor) de Basilea (Suiza), un territorio donde Federer domina como nadie. El suizo, defensor del título, jugó la decimosegunda final en su país y la décima consecutiva.
"Rafa tuvo una gran semana", dijo el suizo de 34 años. "Es casi como si hubieras ganado la final, ya que estabas aquí, en mi ciudad natal. Fue especial para nosotros tener este partido", agregó.
"Ganar esta es increíble, un partido con Nadal siempre es especial. Fue muy importante para mí", añadió el número tres del mundo.
Federer rompió dos veces el servicio de su rival para llevarse el primer set, pero Nadal se recuperó en el segundo parcial. En el tercero, el suizo logró el break decisivo para el 5-3. Nadal salvó un match point en el siguiente juego, pero no pudo con el segundo y mandó largo el resto a uno de los saques ganadores de Federer, que se hizo así con el título número 88 de su carrera.
La polaca Agnieszka Radwanska logró ayer el mayor éxito de su carrera al ganar el Masters de tenis de Singapur, en cuya final se impuso a la checa Petra Kvitova por 6-2, 4-6 y 6-3. La tenista se convirtió además en la segunda jugadora en la historia en levantar el título en el Masters sin haber ganado nunca un Grand Slam, emulando a la alemana Sylvia Hanika.