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Los "All Blacks" aplastaron a Australia y conquistaron su tercer triunfo mundial

RUGBY. Con un juego potente, Nueva Zelanda superó a los "Wallabies" por 34-17.
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Con un rugby potente y ofensivo, Nueva Zelanda conquistó ayer su tercer Mundial al vencer por 34-17 a Australia y se convirtió en la primera selección que gana dos títulos consecutivos.

Los "All Blacks", que ya levantaron la copa Webb Ellis en 1987 y 2011 -ambas ediciones en su casa-, cumplieron con su papel de favoritos sobre el césped del estadio de Twickenham.

El partido arrancó con ambos equipos tanteándose. El apertura neozelandés Carter, el máximo anotador del rugby internacional, anotó tres golpes de castigo (6', 27' y 36') en la primera parte.

El primer try se hizo esperar y no llegó hasta el minuto 39, cuando Nehe Milner-Skudder posó el balón detrás de la línea de marca tras una rápida transmisión de balón por parte de los delanteros neozelandeses.

Carter anotó la transformación y estiró la ventaja a 16-3. Antes, el mítico apertura oceánico había recibido dos duros golpes del australiano Sekope Kepu.

Con 13 puntos de ventaja llegaron los "All Blacks" al descanso. Y el comienzo fulgurante de la segunda parte pareció dejar sentenciada la final.

Los "Wallabies" encontraron oxígeno en la cartulina amarilla que vio el zaguero de los "All Blacks" Ben Smith por juego peligroso. Australia aprovechó esta oportunidad y logró alcanzar a los "All Blacks" con 21-17. Pero Carter fue el encargado de sentenciar el encuentro. Un drop desde el medio del campo en el minuto 70 y un golpe de castigo en el 75' estiraron el marcador a 27-17.

Con los australianos volcados en campo contrario llegó el golpe definitivo y con ello la copa: una carrera de Beaduen Barret terminó en try y Carter cerró la exhibición con otros dos puntos para el definitivo 34-17.