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Aumentan intoxicaciones por alimentos

PREVENCIÓN. Llaman a consumir productos que cuenten con resolución sanitaria.
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L a seremi de Salud informó del aumento de casos de enfermedades transmitidas por alimentos (intoxicaciones alimentarias), donde se vieron afectadas 14 personas, en su mayoría de la Provincia del Huasco, todas ellas asociadas al consumo de queso de cabra de procedencia desconocida y que no contaba con autorización sanitaria.

A raíz de esto la seremi de Salud Atacama está realizando un llamado al autocuidado y a la prevención, con el objetivo de evitar más casos de estas enfermedades alimentarias, no comprando este tipo de productos en la vía pública, y de procedencia desconocida.

Pedro Castillo, funcionario del departamento de Epidemiologia de la seremi de Salud Atacama, indicó que en el periodo primavera - verano, existe un aumento de enfermedades transmitidas por alimentos a nivel nacional "en este caso de Atacama, el 75% de los casos fue por salmonella tras el consumo de queso de cabra. Estos quesos por lo que hemos investigado, fueron adquiridos de forma clandestina, los que generaron 6 brotes afectando a 14 personas, por lo mismo el llamado importante al autocuidado, consumiendo productos que cuenten con autorización sanitaria", señaló el funcionario.

Por su parte, Carolina Véliz, encargada de la Unidad de Promoción de la Seremi de salud, recalcó que el autocuidado es esencial para evitar contraer enfermedades transmitidas por los alimentos. "La mejor manera de evitar contagiarse de enfermedades entéricas es la prevención. La prevención de las enfermedades entéricas se basa en extremar las medidas de higiene personal y colectiva y el control de los alimentos. También es importante comprar y consumir alimentos sólo en lugares autorizados y evitar la contaminación cruzada, separando los alimentos crudos de los cocidos. Si usted ve que existe un lugar se está vendiendo alimentos y no cumple o no cuenta con autorización sanitaria, denúncielo a la seremi de Salud, para así evitar que personas puedan enfermarse", indicó la encargada de Promoción.

Entre las recomendaciones está lavarse las manos con agua y jabón antes de comer, preparar alimentos y después de ir al baño. Lavar bien frutas y verduras antes de consumirlas.

Mery Canqui, madre de niña asesinada en Carrizal Bajo: "No se hizo justicia"

POLICIAL. La mujer señala que no todos los que serían responsables de la muerte de Paola Pacajes pagaron por ello. La niña había sido entregada por el Juzgado de Familia a una guardadora, fue en Carrizal bajo donde falleció tras ser violada en 2011.
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Con su rostro de tristeza Mery Canqui dice que no hubo justicia, con sus ojos llenos de lágrimas explica quién es: "Soy la madre de Paola Pacajes, la pequeña de 10 años de nacionalidad boliviana que fue violada y asesinada en Carrizal Bajo".

Mery, no está conforme con los hechos tras la muerte de su hija, siente que no todos los que serían responsables de ese crimen pagaron por lo ocurrido.

En 2010 el Tribunal de Familia determinó que Paola y sus hermanos estaban en situación de vulnerabilidad. Una vendedora se llevó a la niña a su casa, luego de verla en la feria. Tras distintos informes sicosociales el Tribunal determinó que la pequeña continuara bajo el cuidado de su guardadora, mientras que sus otros hermanos quedaron en una residencia.

El 28 de enero de 2011, los temores de Mery Canqui respecto a que su hija Paola no estaba bien con la guardadora, se hicieron reales. El hijo de la guardadora violó a la niña y luego prendió fuego en la pieza, para ocultar el asesinato.

Tras la muerte de la niña comenzaron los cuestionamientos a un sistema de protección de la infancia que según Mery, nunca la escuchó.

En julio de este año la Fiscalía formalizó la investigación en contra de la guardadora por maltrato habitual. Según los antecedentes entregados en esa audiencia la niña estaba al cuidado de menores, realizaba labores como lavar, limpiar. Además dormía en una bodega sobre un colchón.

El 20 de octubre la Fiscalía ofreció una salida alternativa para la mujer de 61 años, la suspensión condicional del procedimiento por el plazo de un año, con la condición de informar cualquier cambio de domicilio y no acercarse a la víctima directa, Mery Canqui.

La otra indagatoria

El Ministerio Público investigó a la jueza y otras dos funcionarias que vieron el caso en el Juzgado de Familia. La razón de ello radicaba en que profesionales sicosociales del Programa de Intervención Breve, se percataron de la vulneración de derechos, entregaron los antecedentes al Tribunal de Familia y recomendaron que la niña fuera derivada al mismo centro de residencia con sus hermanos, lo no fue aceptado.

Uno de los hechos más reveladores es relatado en el libro "Todos fueron culpables, la historia de la niña violada y asesinada en Carrizal Bajo" de la periodista y escritora Lilian Olivares de la Barra. En el texto se narra cómo dos asistentes sociales llegaron a la casa de la guardadora cuando ella no estaba y le pidieron a la niña que las llevara a su cuarto. Para la sorpresa de las profesionales, la pequeña estaba durmiendo en un colchón sucio, en una bodega con cables eléctricos que colgaban del techo y con agujeros en el muro.

Las profesionales captaron imágenes y las presentaron al Tribunal de Familia, donde solicitaron que la niña fuera ingresada a la residencia con el resto de sus hermanos. Sin embargo, la jueza señaló que las fotografías habían sido captadas sin el consentimiento de la dueña de la casa, por lo tanto eran ilegales y se negó la solicitud.

En julio de este año, el Juzgado de Garantía aceptó la solicitud del Ministerio Público respecto al sobreseimiento de la causa de tres profesionales del Juzgado de Familia investigadas en el contexto de la tramitación de la medida de protección de la niña. Esto porque no hubo negligencia inexcusable, culpa grave, ni dolo.

Por ello, Mery no esconde la decepción en su rostro ante estas decisiones de la justicia. Aprieta sus manos y relata con pena que solo el autor del crimen estará 40 años preso, pero según ella nadie más se hizo responsable por las decisiones tomadas y que llevaron a su pequeña a la muerte. Según cuenta nadie del Poder Judicial se ha acercado a ella para darle una explicación, ni menos para pedirle perdón.

-Respecto del caso, ¿usted siente que de alguna forma no hubo justicia?

-Con el hijo de la señora sí hubo justicia, pero la madre sabía muy bien que su hijo consumía droga. Los jueces discriminaron a la niña, a mí me discriminaron mucho, me decían cómo vino a Chile, a Copiapó.

-Usted siente que el sistema la discriminó…

-Sí, muchas veces.

¿Por qué la discriminó?

-Por ser boliviana. Una vez yo le dije a la jueza que no sabía leer, ni escribir bien. La jueza me dijo ¿cómo vino a Chile si no sabe leer? Porque el abogado le dijo cómo la niña va a ir a otro lugar, por Carrizal Bajo. Entonces ella dijo, como llegó la mamá entonces si no sabe nada. Me discriminaban mucho.

¿Usted recuerda la última vez que vio a su hija?

-Me dijo tres palabras: mamá, no quiero irme, porque ella tenía que volver a Carrizal Bajo. Me dijo, mamá me están pasando cosas, quiero quedarme. Yo quería hacer una maldad, pero no la hice, quería fugarme con mis hijos. Mi pareja me dijo que no está bien eso. Yo le dije hija cálmate.

-Nunca me hicieron caso, debí haberla escuchado cuando me dijo mamá quiero quedarme (dice llorando). Me siento muy mal cuando recuerdo eso.

-Nunca me hicieron caso en el tribunal, nunca fui escuchada. El día que falleció mi hija yo agarré a uno que siempre estaba en la audiencia y le dije: usted me mató a mi hija, se agachó callado.

-Respecto a los funcionarios del Juzgado de Familia que entregaron a su hija. ¿Cree que se debió haber indagado más?

-Sí, ellos sabían a quien se la estaban entregando, ellos no me hicieron caso, yo reclamaba. Ellos hacían caso a la niña que estaba manipulada por la guardadora, estaba enseñada para que se quedara con ellos.

-Yo le dije al tribunal, me devuelvo a mi país con mis hijos, tampoco me escucharon.

-Usted dice que el tribunal sabía cómo estaba la niña. ¿Por qué?

-Porque un día las asistentes sociales del programa horizonte fueron a visitarme, estaba mi pareja, le dijo la asistente, Simón ¿desea ver la niña? y fueron para la casa y la vieron lavando ropa. Todo lo que la señora decía, le hacían caso a la guardadora, a ella, no a mí.

-Usted dice que hubo una preferencia por la guardadora…

-Sí, hasta ahora.

-¿Por qué hasta ahora?

-Ni presa está. Esto quedó en el asesinato, los otros que entregaron a mi hija no han pagado por lo que hicieron. Ellos sabían lo que pasaba. Ellos fueron cómplices.

-Él dijo en la audiencia durante un año manoseé a la niña. Me dieron ganas de matarlo, me aguanté.

-Después del fallecimiento de mi hija hay quienes piensan que recibí dinero y no es así. Yo vivo en una toma, me están sacando.

-Después de lo que ocurrió, alguien le pidió perdón…

-La única fue la directora del Sename, yo antes que muriera mi hija fui a hablar con ella. Cuando Paola falleció me pidió perdón, fue la única que llegó a la iglesia a pedir perdón, nadie del Juzgado se acercó. Por eso, tengo tanta rabia, no le dieron ni un año de cárcel, algo.

-Yo estoy trabajando, vendo en la feria, varios saben mi problema. No se hizo justicia con la cuidadora, ni tampoco con la gente del Juzgado de Familia.

-Yo todavía no puedo superar su muerte, nunca vi el cuerpo. A veces pienso que es mentira. Me dicen que es mi hija, yo la vi en la tumba, pero ella estaba calcinada.

El relato que hoy es un libro

"Todos fueron culpables. La historia de una niña inmigrante violada y asesinada en Carrizal Bajo", es el libro que relata el caso de Paola Pacajes, el que fue representado por Fundación Amparo y Justicia, institución que brinda apoyo legal, psicológico y social a familias que han perdido un hijo o una hija por el delito de violación con homicidio. El texto cuenta las vivencias de una niña de sólo 10 años víctima de extrema vulnerabilidad, cuyos padres luchan por recuperar su cuidado, luego que éste fuera entregado a una mujer que trabajaba en una feria de Copiapó. La historia termina con su trágica muerte en Carrizal Bajo, tras ser violada por el hijo de la cuidadora, el cual provocó el incendio para ocultar el delito.

40 años de cárcel debe cumplir el hijo de la guardadora que violó y asesinó a la pequeña Paola Pacajes. Tras esto, prendió fuego a la pieza para ocultar lo sucedido.

10 años tenía la pequeña Paola, quien fue entregada a una vendedora para su cuidado. En las vacaciones en Carrizal Bajo, la niña murió. Su fallecimiento dejó en evidencia las falencias del sistema de protección de la infancia.